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La Organización Social


Enviado por   •  13 de Octubre de 2014  •  2.001 Palabras (9 Páginas)  •  171 Visitas

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La organización social desde un enfoque complejo

Autor: MsC. Ingrids Rodríguez Guerra Otros conceptos de administración 03-08-2009

El paradigma cultural va paulatinamente perdiendo su eficacia orientadora en el conjunto social, ya que su discurso no se ajusta al período vivido.

1. La organización social: todo un sistema

La organización ha sido conceptualizada desde disímiles campos del saber como una agrupación de recursos humanos, materiales y financieros, abocados a lograr su máxima eficiencia dentro de planes y objetivos fijados. Para esto, se señala la necesaria existencia de unidades administrativas, asignando en cada caso funciones, autoridad, responsabilidad, jerarquía y las relaciones que entre ellas deben existir.

Desde un punto de vista más pragmático, una organización es un ente donde se combinan los factores productivos: personas, patrimonio y trabajo, cuyos objetivos específicos pueden ser, producir bienes o servicios capaces de satisfacer necesidades colectivas, cumplir algún otro fin social u obtener lucro.

En un intento por agrupar los aspectos esenciales del término, podemos entender por organización todo tipo de agrupación de personas unidas por un interés común, con fines definidos con precisión y colectivamente compartidos; difiriendo en dimensiones y propósitos, tanto como dicte la naturaleza del objetivo que los une.

De acuerdo a la Teoría General de Sistemas, la organización es un todo unitario, un conjunto de elementos en interacción que trabajan de manera conjunta para alcanzar fines u objetivos comunes.

Esta teoría se interesa básicamente en problemas de relación e interdependencia, más que en los atributos constantes de los objetos. Se sustenta en el postulado de que las propiedades sistémicas no pueden describirse significativamente en término de sus elementos separados.

Un sistema puede ser comprendido solo globalmente, involucrando todas las interdependencias de sus subsistemas, por cuanto tiene una naturaleza orgánica. Tal particularidad provoca que un cambio en una de sus unidades produzca cambios en el resto, dada la relación existente entre ellas.

Toda organización es un sistema incluido en otro más amplio: la sociedad, con la que interactúa influyéndose mutuamente. No obstante, determinarlo depende del análisis que de él se haga: la organización podrá ser entendida como sistema o subsistema, y más aún, un supersistema; es una cuestión de enfoque.

Por su naturaleza, los sistemas pueden clasificarse en abiertos o cerrados. Estos últimos no realizan intercambios con el medio ambiente, pues son herméticos o cuasi-herméticos a las influencias ambientales.

Los sistemas abiertos sí se relacionan con el entorno, a través de entradas y salidas regulares de materia y energía. No existen aislados, pues son eminentemente adaptativos, para sobrevivir deben reajustarse constantemente a las condiciones del medio externo; es a través de estas interacciones que restauran su energía y reparan las pérdidas de su propia organización.

Podemos concebir la organización social como sistema concreto, abierto y conformado por diversos subsistemas, entre los que pueden contarse los de comunicación y cultura organizacionales.

Al constituir un sistema abierto, mantiene una constante interrelación con su medio externo, que puede representarse de la siguiente forma:

Igualmente, cumple con principios básicos para este tipo de sistemas: equifinalidad, heterogeneidad y organización; apuntando a la igualación de las diferencias (homogeneidad) y a la conservación del equilibrio (homeostasis).

Sin embargo, la comprensión de la empresa, orgánica y funcionalmente como un sistema, no desvela la verdadera esencia de sus interioridades e interacciones con el entorno. Y es que el fundamento de los fallos de la teoría sistémica radica en su propio principio, que antepone la estructura a la función, a través de la diferenciación de lo que se encuentra dentro o fuera; considerando cualquier elemento externo al sistema, parte del entorno.

El fenómeno latente en un sistema es el aumento generalizado de la complejidad, que se multiplica con el mayor número de órganos y su diversidad tipológica, fenómeno generador de una estructura múltiple de conjuntos y subconjuntos sociales.

2. Una mirada desde el paradigma complejo

El paradigma emergente de la complejidad , procedente de la vanguardia de la física contemporánea, resume y supera los conceptos fundamentales del sistémico, apoyándose en la variedad e interacción de los elementos que componen un sistema (complejizado):

- Un sistema es complejo cuando se constituye por una gran variedad de elementos que tienen funciones especiales.

- Los elementos se organizan en niveles jerárquicos internos.

- Los diferentes niveles y elementos individuales son ligados por una gran variedad de relaciones.

- Las interacciones entre los elementos son de tipo no lineal (comportamiento no expresable como la suma de los comportamientos de sus descriptores).

Es decir, un sistema complejo se compone de varias partes interconectadas, cuyos vínculos contienen información adicional oculta al observador. Como resultado de las interacciones, surgen propiedades nuevas que no pueden explicarse a partir de las propiedades de sus elementos aislados.

La organización debe mantenerse equilibrada en el tiempo para cumplir con sus propios objetivos y requerimientos sociales y logrará esto autorregulándose a través de la retroalimentación. Existe un estado en el cual el sistema debe encontrarse para mantenerse estable, y la información retroalimentada funciona como mecanismo de regulación, indicando cuán lejos o cerca de la meta se encuentra el sistema.

La organización se compone de diferentes áreas de actividades que deben ser organizadas de manera estable: un área productiva, regulada generalmente por la oferta-demanda; un área de cohesión psico-social, ajustada por la satisfacción o insatisfacción de sus miembros; un área de normas organizacionales; un área de reglas comportamentales. Se suman una instancia demográfica, que denota el monto poblacional y su variación generacional y un área ecológica, relativa a los factores medioambientales.

Todas las áreas conforman una sola unidad y su interrelación armónica (regulada) mantiene al sistema en un estado de equilibrio. Funcionan igualmente como mecanismos reductores de la entropía, una propiedad a la que inevitablemente tiende el sistema.

La

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