La Sexualidad
Enviado por lulei • 22 de Mayo de 2013 • 536 Palabras (3 Páginas) • 322 Visitas
Sexualidad: producto social
La sexualidad es un problema político, una herramienta para mantener el equilibrio del orden social, un instrumento de evitación de un conflicto descontrolado. Por ello se le somete desde las instituciones detentadoras de poder a una serie de normas que delimitan sus parámetros y refuerzan el equilibrio sistémico jerárquico. A través de estas normas, que fácilmente terminan convertidas en leyes, se uniformiza lo desigual como medida de control del equilibrio, que utiliza tanto una violencia física como simbólica para hacer efectivo el sometimiento a esas normas que saturan nuestras vidas y se sitúan por encima de nosotros mismos, pudiendo llegar a hacernos sentir invisibles frente a un todo social definido desde el poder.
La sexualidad resulta ser el resultado del cruce de la naturaleza con la estructura social y responde, por tanto, a condiciones sociales determinados por un contexto.
En un primer momento, nos puede parecer un asunto íntimo que concierne únicamente a la privacidad de cada individuo. Este parecer deriva de la idea de que la sexualidad responde a una fuerza natural, que va más allá de lo razonable, y que, por tanto, responde a algo casi instintivo que le otorga un carácter de impermeabilidad al cambio. En torno a esta idea, desde el poder, entendido como todo aquello que otorga legitimidad (la religión, la medicina, el matrimonio, etc), entendida como toda institución con influencia, se han venido, a lo largo de la historia, construyendo diversos discursos en torno al mismo eje de carácter cerrado centrado en la sexualidad únicamente como medio de reproducción. Es decir, discursos que han situado la reproducción como fin último de toda práctica sexual, situando fuera de “lo normal” a toda práctica que no respetara este objetivo.
Hoy en día, occidente se encuentra inmerso en un sistema neocapitalista cuyo desarrollo se basa en el consumismo, un consumismo casi impulsivo que domina todos los ámbitos sociales, incluido el ámbito de la sexualidad. Un consumismo que se construye a partir del deseo y cuyo fin último es el sentimiento de placer que arrastra la consecución del mismo. El consumismo llevado al extremo sitúa ese placer por encima de la necesidad.
Hoy en día nos encontramos en una etapa de transición, una etapa en que la organización mundial está cambiando, en que las fronteras de la estructuras occidentales se permeabilizan, en que conviven las contradicciones de los discursos que las construyen y, por tanto, se muestran cuestionables. Nos encontramos en un momento ideal para no resistirnos a este cambio, para no cegarnos ante nuestras propias contradicciones y para modelar una mejor manera de ordenar nuestro sistema que nos amplíe el grado de libertad y, por ende, aumente nuestros momentos de felicidad. Es un momento ideal para acercar la organización social al respeto
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