La Vida Como Un Sueño
Enviado por jhorkevin • 23 de Abril de 2015 • 1.193 Palabras (5 Páginas) • 178 Visitas
La vida en sueños
Por José Joaquín López
Llevo doce años soñando el mismo sueño. Es un sueño continuo, es decir, al dormirme por la noche y empezar a soñar, el sueño sigue en el punto en que se quedó la noche anterior. Es como si viviera otra vida adentro del sueño, por episodios, todas las noches. Al principio era curioso y lo disfrutaba, pero ahora me gustaría haber soñado otras cosas como toda la gente, e inclusive, nunca haber soñado. En esa otra vida, la que vivo en sueños, la otra noche estaba muriendo.
En algún punto de mi niñez pensé que al cumplir 25 años debía ya haber alcanzado las metas que regularmente te enseña la sociedad que son buenas: una profesión universitaria, un buen trabajo, una casa, una buena esposa. Todo eso debía yo alcanzar a esa edad para considerarme exitoso. Sin embargo, al llegar a esa edad yo no tenía nada de ello, era sólo un empleado de menor categoría en una tienda de un centro comercial. Pasaba todas las horas posibles adentro del centro comercial y llegaba a casa agotado; la universidad había quedado para más adelante. Vivía en una pensión barata. Mi novia me había dejado el día anterior a mi cumpleaños veinticinco después de seis años juntos.
Al cumplir la edad en que había pensado haber alcanzado todas mis metas no había conseguido nada. Era un total fracaso. Al ir al comercial el día de mi cumpleaños y atender a un cliente furioso por un detalle menor, pensé en que era posible que yo me quedara para siempre en ese puesto de trabajo que odiaba. No lo odiaba porque yo lo considerara indigno o inhumano, sino porque me parecía aburrido en extremo. Ir todos los días a un solo lugar y hacer lo mismo una y otra vez. Luego regresar a casa, prender la tele, comer y dormir. Y así todos los días.
Ese día, el de mi cumpleaños veinticinco, empecé a soñar otra vida. Otra vida en donde había conseguido todo lo que soñaba, en donde yo era el ganador. Mientras en el día yo me aburría a morir en el trabajo, por la noche era un eminente ingeniero que manejaba una gran empresa. Tenía todo lo que había querido. En sueños.
Soñar otra vida aliviaba mi sensación de fracaso. Pero en la vida en sueños también había dificultades. Flujos de efectivo apretados, préstamos, planillas, trabajadores problemáticos, impuestos. Dinero había, eso sí, y mucho. Tenía una mujer hermosa,
Ana, a quien sólo veía por las noches y algunos domingos. Pero era feliz, esa vida era un sueño, esa vida era la que había querido siempre, la que de alguna forma se me había escapado.
Tuve dos hijos con Ana, eran dos niños lindos. Iban a los mejores colegios. Vivíamos en un condominio exclusivo y alternábamos con gente de la alta sociedad. Sin embargo, esa vida a pesar de ser atractiva no es fácil. Nadie dijo que sea fácil vivir cualquier vida, pero vivir tras la constante persecución del dinero y del lujo suele ser estresante. Porque siempre hay otro que tendrá más, que será mejor. Siempre habrán otras empresas más grandes, otros gerentes más hábiles con mujeres más hermosas y niños más lindos. Siempre los hay.
Mientras tanto, en la vida real yo llegué a administrar una pequeña tienda de electrodomésticos y me casé con una de las vendedoras, que se retiró para trabajar en casa y cuidar a los niños. Mis amigos y familia eran normales, los que
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