La Violencia Familiar

LA VIOLENCIA FAMILIAR

La violencia familiar es la más dolorosa y dramática realidad social de los países subdesarrollados, entre los que se encuentra Venezuela. Constituye una tremenda acusación contra la injusticia social prevaleciente en estos países y una afrenta contra la dignidad humana, pues constituye una vulneración de los derechos elementales del individuo, como persona y como sujeto de derecho.

Venezuela o cualquier otro país latinoamericano, no escapa de una violencia familiar generada en gran parte por problemas de educación; aunado a esto se le atribuye también las situaciones de conflictos familiares como: divorcios, alcoholismo, falta de confianza y atención para con los hijos, etc., desarrollados en el núcleo familiar.

De allí que pueda establecerse que la violencia familiar no es algo nuego, sino que existe desde hace siglos y que las diferentes formas de maltrato varían según las sociedades con motivaciones de índole religiosa, disciplinarias, sociales, limitante del crecimiento de la población, entre otras.

En general la violencia familiar se refleja en aquellos países donde la marginalidad es elevada, como es el caso de nuestro país donde la misma aglutina el 75 % de la población total, generando situaciones incómodas lo cual conlleva al deterioro del núcleo familiar.

Aunque se diagnostica más en familias pobres, la violencia familiar en no es exclusiva de esos estratos, pudiéndose encontrar en los más diversos estratos económico-sociales; lo que cambia es el acceso a soluciones privadas (que generalmente no se denuncian) o a soluciones públicas.

Estas conductas de maltrato, luego serán reflejadas en la sociedad, en aquellas zonas donde se encuentran en mayor pronunciamiento la marginalidad y, se incluye a estos resultados un incremento de delitos, el aumento de consumo de alcohol, el tráfico de estupefacientes, los cuales resaltan en las grandes ciudades que son los mayores portadores de violencia por el hecho de que en ellos se localizan las barriadas y los mayores índices de marginalidad.

Ahora bien, al remitirnos al contexto local, se aprecia que una de las formas en que se expresa la crisis económico-social que vive el país en el aspecto social, es el debilitamiento de la capacidad socializadora de la familia, debido al impacto de la citada crisis en el núcleo social básico, que trae como consecuencia la incorporación de ambos padres al mercado laboral. También, ha incidido el debilitamiento de la capacidad socializadora de las escuelas, lo que implica que la mayoría de los niños y sus familias, han perdido el otro centro fundamental para su formación ciudadana.

Otro aspecto a considerar es el incremento de drogas psicoactivas con la incorporación de sectores importantes de la niñez y adolescencia al consumo de sustancias

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