La Voluntad Contra El Consumismo

Introducción

Nuestra sociedad actualmente vive muchos problemas como el narcotráfico, la inseguridad, falta de empleos, problemas de salud como lo es la obesidad, pero hay uno que pocos han notado o lo han hecho notar poco, me refiero al consumismo, y es un gran problema que afecta a todos. La gente solo piensa en tener, en tener sin importar si nos es útil, si es necesario, cuanto me esfuerzo por tenerlo o lo que sacrifico por tenerlo. Nuestra sociedad está inmersa en el dominio del consumismo, desde niños y adultos, desde las grandes ciudades hasta los lugares más alejados de las grandes urbes consumen y consumen porque así obtienen una satisfacción inmediata. Al ser consumidores dejamos de hacer lo queremos ser o lo que necesitamos realmente comprar, no tomamos conciencia de lo que adquirimos. Compramos cosas que desechamos rápidamente, cosas porque vemos que los demás usan pero para nosotros no son indispensables, gastamos el dinero que a veces ni tenemos en artículos de novedad, que a veces ya tenemos o parecidos a algunos, pero como salió un color nuevo pues nos surge el deseo por querer cambiarlo y todo esto por tener algo que alguien más tiene o por querer ser como alguien más.

“Estamos inmersos en una sociedad dominada por el consumismo, donde el tener reemplaza al mundo del ser y la rutina se convierte en una seguridad, que le permite al hombre no sentirse en el peligro de la diferencia”. (Herrera, 1999, p. 118)

Los medios de comunicación, especialmente la televisión, ejercen una gran influencia en toda la población, tanto programas como comerciales hacen que la gente sienta la ansiedad por adquirir productos para satisfacer deseos innecesarios, objetos que ni utilizaremos, que ni nos servirán, solo los compramos porque lo anuncia el artista de moda porque pensamos que así podemos “quedar” o ser.

“Cultura… donde lo ilimitado de las posibilidades surge de las pantallas de la televisión, con referentes a una eterna juventud, con placeres instantáneos (como el café soluble), el cuerpo a la medida (a lo que se debe el boom de los gimnasios y las cirugías plásticas)”. (Herrera, 1999, p. 119).

A diario miles de anuncios publicitarios nos atacan, somos bombardeados para convertirnos en compradores compulsivos, compramos cosas sin necesitarlas, cosas que prometen una mejor apariencia física de manera mágica, ser más felices, tener más amigos, ser más atractivos, tener mejor piel y/o cabello.

La influencia de los medios de comunicación es muy grande y afecta a niños, jóvenes y adultos, los mensajes que manejan son subliminales y logran con ello su objetivo, es decir que seamos consumistas, porque detrás de todo esto está el interés económico pero también está el de tener bajo control a lo sociedad es decir creer lo que ellos dicen.

Somos seres que se han dejado convencer por el excesivo consumo, empleo y uso de cosas inútiles, cosas de adorno, objetos de moda, que adquirimos solo porque son bonitas y así llamaremos más la atención de los demás, el solo hecho de tener objetos de determina marca nos hace sentir mejores, con eso a muchos les basta, creemos que con tener más objetos promocionados en televisión obtendremos la felicidad y vivimos solo en el presente, luchamos solo por poseer esos objetos ya que pensamos que nos servirán para ser reconocidos o que nos ayudaran a tener mayor belleza física.

“Vivir sólo en el presente sin la necesaria subjetividad que permita la felicidad. No hay tiempo. En esta vorágine donde la relación inmediata es con el espejo… donde la gratificación se produce al consumir…” (Herrera, 1999, p. 119).

Creemos que el tener cosas materiales nos hace más valiosos como personas y así podremos conquistar sin darnos cuenta que hay cosas más importantes o asuntos que merecen les dediquemos más tiempo o personas que requieren de nuestro apoyo y compañía y de quienes nosotros también necesitamos, por ello, para no perder lo realmente valioso debemos cambiar, debemos dejar de ser consumistas o dejar de hacer lo que la mayoría hace sin saber el motivo y para eso hay que reflexionar nuestras acciones… ¿pero cómo?

Desarrollo

Los valores se han perdido a causa de que nuestros ideales están basados en lo material, en la imitación, en las cosas banales, en las compras desmedidas, en los programas de televisión sin valor intelectual; la gente actualmente tiene nuevos valores, los cuales surgen de la televisión, donde lo importante es ser joven, delgado, rubio, alto, adinerado, vestir a la moda y famoso.

En la actualidad es más importante tener (dinero o cosas materiales) a ser (ser una buena persona a tener valores) lo de hoy es mejor quedarnos en una zona de confort quedarnos en lo cotidiano a arriesgarnos a lo desconocido. La compulsión de adquirir ha hecho que los hombres se olviden de los valores.

“Cultura postmoderna, superestructura dirigida por nuevos valores… es entonces cuando se rebela y se empieza a hablar de la necesidad de un cambio o de la recuperación de los valores (...) Es por ello que hablo de los valores del área opuesta a los que la compulsión de adquirir ha enseñado al hombre.” (Herrera, 1999, p. 119).

Por lo anterior ya no se le da el valor sentimental a los objetos a hora es a la moda, se ha dejado a un lado el aprecio al arte, a los buenos modales, al apoyar a los demás, el de ser respetuosos, en nuestros tiempos muchos ya no se preocupan por ello, prefieren dedicar su tiempo para obtener dinero y así abastecerse de lo material, cosas sin un valor relevante, que al pasar de moda provocan daños a todos, tanto a quien los compro porque debe esforzarse por tener lo nuevo y al medio ambiente porque se están gastando recursos en fabricación de tantas cosas.

Muchos consumen sin saber o sin percatarse que al hacerlo descuidan muchos otros aspectos de su persona como ser humano, la gente le da más importancia al dinero que a la convivencia con las demás personas, ahora es más importante comunicarse por el celular o por las redes sociales que establecer una plática físicamente entre amigos, y tal vez esto no sea tan malo, pero la nueva tecnología ha hecho que se pierdan más los valores, también abren otro espacio para la publicidad e incluso a que se comentan nuevas formas de delitos con todo y esto y más cosas que suceden a diario se nota como los valores pierden su presencia en la población solo por consumir.

Y esto no puede seguir sucediendo, no podemos dejar de lado los valores, nadie puede decir que los valores ya no son suficientes, hay que mantenerlos desarrollarlos y fomentarlos. Tenemos que reaccionar con un antídoto masivo de valores en todos los campos: en la vida personal y familiar, en la educación, en la empresa,

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