La ampliación de la OTAN hasta el este de ¿Ucrania? Y el dominio postsoviético?

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Geopolítica2022

Ponce Gordon Tatiana

Carrera: Lic. /Prof. en Geografía Lic. /Prof. en Historia. Lic. / en Ciencia Política.

Materia: Geografía Política.

Unidad Nº 3

Docente: Prof. Artieda Joaquín Rodolfo

Año: 2022

Práctico N°4

Estudio de Caso. El sistema internacional y las organizaciones de defensa y seguridad.

La ampliación de la OTAN hasta el este de ¿Ucrania? Y el dominio postsoviético?

La OTAN, Organización del Tratado del Atlántico Norte, para darle su nombre completo, es una alianza de defensa europea y norteamericana definida en el tratado de Washington en 1949 creada para promover la paz sentando sus bases en una alianza para garantizar la libertad, seguridad y la defensa de los países miembros, además de fijar la defensa de las fronteras, el derecho de intervenir en movimientos sociales desestabilizadores y de zonas de conflictos. Por otro lado, en 1955 se firma el Pacto de Varsovia, de la Unión Soviética, cuyo objetivo era poder solucionar de una forma pacífica sus conflictos internos, apoyar la defensa mutua y dotarse de seguridad jurídica frente a los países de Europa y de Estados Unidos. De este modo ambas organizaciones, constituidas como bloques político-militares, mantuvieron el precario equilibrio mundial durante la Guerra Fría, y no sería hasta la caída del muro de Berlín, en 1989, cuando tanto el Pacto de Varsovia como la Unión Soviética se acabarían disolviendo. Pero, las tensiones continuaron. Desde el final de la Guerra Fría, más de una decena de países del antiguo bloque oriental, incluidas tres antiguas repúblicas soviéticas, se unieron a la OTAN, y Rusia sigue viendo a la OTAN como una amenaza a pesar del colapso de la Unión Soviética.

La autora Martínez Carmena presenta que hay un punto de inflexión en la relación entre la OTAN y Rusia, donde es marcado por Ucrania, con un importante potencial geoestratégico. Desde la disolución de la URRSS, “desde 1991 Ucrania trate de encontrar su lugar político y que se halle inmerso en un proceso de búsqueda de identidad entre distintas fuerzas, fundamentalmente aquellas tendentes a Occidente y las proclives a Rusia.” (María Martínez Carmena, 2018 La Organización del tratado Atlántico del Norte y la ampliación al Este: ¿Hasta Ucrania? Revista de relaciones Internacionales, Estrategias y  Seguridad, pág. 140. El acercamiento de Ucrania hacia la OTAN, es percibida por Rusia como una pérdida de poder del espacio postsoviético. Ucrania es un espacio geoestratégico, no solo por su condición de “Estado tapón” si no también de valor estratégico de la salida de Rusia al mar mediterráneo, donde la península de Crimea, es una salida muy preciada, además de tener reservas de gas al norte del Mar Negro. Conjuntamente, el acercamiento de Ucrania a la Unión Europea y el intento de adhesión a la OTAN, toca los intereses Rusos del proyecto de Unión Económica Euroasiática de reagrupar las exrepúblicas soviéticas bajo un mercado común. Tanto Ucrania como la península de Crimea se basa no solo en lazos históricos que unen ambos territorios, Rusia lo presenta como una reunificación territorial. Y Rusia no está dispuesta a la pérdida de influencia en los espacios postsoviéticos y va a defender su interés y su población rusa en ambos territorios. Además, de que la OTAN no ha cumplido los acuerdos con Rusia, y ha firmado acuerdos irregulares con la ONU, sin presentarse al consejo de seguridad, por lo que se caracteriza como una estructura político-militar ilegal. Es preciso mencionar, que Rusia ve a la OTAN como una organización afín que defiende los intereses de los Estados Unidos en la región, por lo que si Ucrania formase parte de la OTAN supondría limitar la soberanía e influencia de Rusia sobre el país, por lo que el Kremlin no lo permitiría. Una apreciación importante que presenta la autora Ana Teresa Gutiérrez del Cid, es que EEUU, miembro dirigente de la OTAN, ignora sin escrúpulos a las Naciones Unidas y viola el derecho internacional. Y la situación se agrava con la nueva propuesta de FAS (Federación de científicos de estados unidos) donde ya no quiere contener la estrategia nuclear con Rusia. “Esta propuesta de nueva doctrina consiste en que ante la posibilidad de un conflicto nuclear, en lugar de tener como blanco las ciudades rusas más importantes, los científicos proponen al Pentágono que apunte sus misiles balísticos intercontinentales (MBI) contra las instalaciones económicas claves, cuya destrucción conduzca, a la paralización total de la economía rusa” (Ana Teresa Gutiérrez del Cid, La OTAN y su nuevo papel global” 2010 pág. 112), donde de esta manera, no tendrían recursos económicos para afrontar la guerra. EEUU como líder de la OTAN ha estado presionando a Rusia en muchos sentidos, sus intentos desesperados de querer controlar su hegemonía mundial, la adhesión de los países exsoviéticos, de Lituania, Estonia y Letonia, su presencia militar sobre Afganistán, donde este país está en el corazón de Eurasia, y es donde se puede controlar las rutas de transporte del petróleo y del mar caspio, los acontecimientos en Georgia y los conflictos de Osetia del sur en la lucha geopolítica por  Cáucaso, los lazos con Turquía la invitación de Suecia a que ingrese a la OTAN, donde puede que Finlandia podría seguirla, aunque tenga un importante comercio con Rusia, la invitación de Ucrania por querer controlar Crimea. Las intervenciones militares más relevantes de la OTAN fueron la guerra de Kosovo en 1999, la invasión de Afganistán en 2001 y la intervención en Libia en 2011.” De esta manera, la OTAN se ha transformado en “una fuerza expedicionaria extranjera” y “se ha convertido en un instrumento en la lucha global por las fuentes de energía” (Ana Teresa Gutiérrez del Cid, La OTAN y su nuevo papel global” 2010 pág. 110). Por lo que, la OTAN es una maquinaria guerrerista del imperialismo al servicio del expansionismo norteamericano y europeo. Una nueva confrontación entre las potencias, como muestra la guerra en Ucrania en estos momentos. “Estas decisiones estratégicas por parte de EEUU, Alemania y la OTAN acrecentaron la hostilidad y el nacionalismo ruso ante lo que se percibía como una humillación sin límites. “La OTAN intervino de decenas de conflictos militares, sembrando muerte y destrucción con el objetivo de extender y apuntalar los intereses del imperialismo norteamericano en distintas regiones. Esta ha sido y sigue siendo la verdadera función “ofensiva” de la OTAN. (Josefina L. Martínez - Diego Lotito, La OTAN y el expansionismo militar imperialista, diario La izquierda 2022).

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