La crisis económica México 1993
Enviado por Edgar Flores Mtz • 28 de Noviembre de 2016 • Documentos de Investigación • 3.910 Palabras (16 Páginas) • 536 Visitas
Universidad de Guadalajara
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Sede Lagos de Moreno, Jal.
Historia socioeconómica y política de México
Profesora:
María Martina Águeda Gutiérrez Cedillo
Alumnos:
Patricia Guadalupe Valderrama Ramírez
Edgar Rafael Flores Martínez
Análisis del periodo de la crisis financiera de 1995: la devaluación del peso mexicano y sus repercusiones
Lagos de Moreno, Jalisco. 1 de diciembre de 2014
Introducción
Durante el último decenio de los 90’s, México experimentó uno de los programas de reforma económica más ambiciosos de américa latina. La reestructuración y la estabilización económicas se consideraron como el legado principal del legado de Salinas, pero el éxito económico ocultaba problemas complejos como lo reveló la dramática devaluación del peso en 1994.
Este tema lo tomamos para realizar nuestro trabajo final porque es un hecho relativamente reciente en el cual si bien no nos afectó de forma directa, a nuestros padres sí. Y bien, como lo podemos observar en el presente, México está teniendo una serie de conflictos tanto políticos como económicos en los cuales se está demostrando un gran declive respecto a México y su economía interna, pues si bien los sueldos no aumentan pero sí el precio de las cosas. Esto conlleva a afectar a las familias mexicanas pues no se tiene una cultura de “ahorro” y mucho menos una educación financiera; por lo tanto podemos definir que México y sus habitantes no hemos aprendido nada de la historia que nos respalda.
Crisis financiera de 1995: la devaluación del peso mexicano y sus repercusiones
Las crisis son al sistema financiero lo que los infartos al sistema cardiovascular. El funcionamiento de sus órganos centrales empieza a actuar de manera irregular en casos extremos, deja de funcionar totalmente. Sus convulsiones interrumpen la circulación al resto del organismo y ponen en peligro los sistemas de otros órganos. Si el ataque es de poca importancia y aparte de eso el paciente goza de buena salud en general puede lograr una recuperación completa. Entonces se puede decir que el ataque sirve principalmente como llamada de atención para llevar a cabo cambios en el estilo de vida. Sin embargo un ataque más severo que pone en duda la recuperación del paciente requeriría su ingreso al hospital.
La prevención y el manejo de emergencias son fundamentales para minimizar el impacto de tales sucesos.
La crisis económica, que con diferente intensidad y matices vivió el país en la década de los noventa, se manifestó con plenitud a final de 1994. A partir de esa fecha se inició una nueva etapa en la que las empresas tuvieron que replantear sus precios y estructuras de organización y sus tecnologías y estudios de trabajo, que en múltiples casos resultaron obsoletos ante el nuevo marco de necesidades del país.
Pese a esto, en múltiples casos la empresa mexicana tuvo que ser reinventada a fin de poder competir en las circunstancias en las que se vivía, en algunas situaciones tuvo que partir de cero.
De acuerdo con Millán (1999), “Los colapsos económico-financieros de 1976 y de 1988 demostraron de forma palmaria que el modelo de desarrollo iniciado en los años cuarenta había alcanzado límites que sólo podían ser franqueados a costa de propiciar crisis más frecuentes y más severas.” De esta manera, México se vio enfrentado a procesos alternos de auge y depresión; a tal nivel que, según indica Medina (1996) “Ni siquiera los grandes yacimientos petrolíferos descubiertos en los años 70, ni los cuantiosos recursos líquidos de los préstamos internacionales (alrededor de 60.000 millones de dólares entre 1976 y 1982) ni los recursos provenientes de más de mil empresas estatales vendidas a empresarios privados han podido ser útiles para construir una estrategia que garantice el desarrollo y una mejor distribución de la riqueza social”. La última crisis que ha enfrentado México en los últimos años se desencadenó en diciembre de 1994.
En 1988 asume el poder de la República en México Carlos Salinas de Gortari, cuyo gobierno abiertamente neoliberal dio especial atención a la atracción de inversión extranjera; asimismo, durante esta administración se privatizó la banca nacional, la cual había sido nacionalizada hacia apenas doce años atrás por el presidente José López Portilla. La política de este gobierno, según Medina (1996), se basó en una apertura comercial indiscriminada, una atracción de capital extranjero especulativo y sobre todo en una contención de los salarios de la población que, en quince años, habían perdido ya alrededor de 70% de su poder adquisitivo.
Por otra parte, el gobierno del presidente Salinas impulsó una lucha contra la inflación, la cual era un obstáculo para que la estrategia exportadora del gobierno se pudiera completar. Ya en diciembre de 1987, el gobierno había anunciado “una política de ingresos con disciplinas en el orden fiscal monetario. El objetivo explícito era reducir la inflación, mediante la eliminación de su componente inercial, sin afectar el crecimiento económico” (Millán, 1999).
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Para ello, la política de control de la inflación se basó en esquemas de concertación entre los principales empresarios, sindicatos y organizaciones campesinas, con el fin de controlar las demandas salariales y las solicitudes de mayores precios de garantías de los agricultores. La estrategia de control de la inflación fue sumamente exitosa, al punto que la inflación descendió de 160 por ciento en 1987, a 7 por ciento en 1994 (Gráfico.No.1); y durante ese periodo, el producto interno bruto (PIB) mostró tasas de crecimiento positivas (Grafico No.2). Sin embargo, a pesar de que la inflación descendía, el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos crecía desmedidamente. Según Del Villar (1997) “En 1994, el déficit en cuenta corriente alcanza los 28.8 mil millones de dólares, financiado en parte con flujos de capital de corto plazo”.
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Este comportamiento de la balanza de pagos fue el que, al final, condujo a la crisis debido al abuso del manejo del tipo de cambio y de la política comercial para reducir la inflación. El tipo de cambio se mantuvo bajo estricto control del gobierno hasta el punto que el peso mexicano se encontraba sobrevaluado.
En cuanto a la política comercial, el gobierno neoliberal mexicano provocó una acelerada apertura al comercio internacional en detrimento de la producción nacional, tal y como lo señala Aspe (1993, citado por Millán, 1999), el arancel máximo descendió de 40 a 20 por ciento, mientras la gama de tasas por este rubro se redujo a cinco; el arancel promedio, que en 1985 era de 22.6 por ciento, para 1988 había alcanzado un porcentaje de 13.1; y la cobertura de los permisos previos pasó de 21.2 a 9.1, de 1988 a 1991.
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