La difícil tarea familiar

INTRODUCCIÓN

La familia pasa por un proceso de aprendizaje y adaptación cuando aparecen los hijos, provocando algunos cambios en las actividades, las costumbres, los horarios, los comportamientos, etc., estas se van complicando cada vez más conforme los hijos entran en la etapa de desarrollo. Al inicio existe una relación padre-hijo, donde todo parece ir con normalidad y sin contratiempos ya que son ellos los que pueden controlar el entorno donde se desarrollan los hijos, sin embargo, si durante el inicio de ese proceso no se establecen reglas razonables, adecuadas y justas, con el pasar del tiempo cuando los hijos entren en la etapa de la adolescencia los padres perderán ese “control”, porque nunca se dieron el tiempo de enseñar esa disciplina que se genera con el seguimiento de normas y límites.

Por eso es importante tomar conciencia del establecimiento de normas y límites, que ayudarán a fortalecer la seguridad y la autoestima de los hijos, haciendo de ellos mejores personas y que su integración a la sociedad sea lo más transparente posible, si se lograra esto, se podría evitar una cantidad de problemas familiares y sociales que se dan por las actitudes de desafío y confrontación con los hijos.

RESUMEN

Se estima que la mayoría de las familias empiezan a perder la estabilidad cuando los hijos entran a la adolescencia, ya que en esta etapa no se puede ejercer el mismo control que se tenía sobre ellos y mucho menos del entorno donde se desenvuelven, creando conflictos en el interior de las familias; que también están influenciados por otras circunstancias, como son: el establecimiento de los límites, la comunicación, la relación de la pareja, la situación económica, la presencia, violencia familiar, los medios de comunicación, una sociedad acelerada, pérdida de valores, entre otros.

Es en la familia y atribución directa de los padres el establecimiento de normas y límites, ya que esto permite reducir la posibilidad de que aparezcan conductas no deseadas o de riesgo, tanto en niños como en adolescentes. La función de los padres es establecer límites razonables, adecuados y justos, es decir, que se debe analizar y estar consciente de que las posibilidades que se presentaran al aplicar estos límites estarán en función de que tan permisivos o hasta que grado de control se quiera ejercer.

Aprender a seguir normas y límites desde el hogar, genera en los hijos una disciplina que los hará tener menos probabilidad de cometer errores o tomar malas decisiones dentro de la sociedad, también ayudará a los padres a evitar las confrontaciones con conductas explosivas, negatividad o desafiantes.

“LA DIFÍCIL TAREA FAMILIAR”

“Es indispensable aprender a resolver los problemas familiares más comunes ya que nos ayudará a vivir mejor y mejorar las relaciones entre la familia.” Somos Mamas, 2018

Es bien conocida la situación que enfrentan la mayoría de los adultos y también muchos jóvenes, cuando de manera planeada por algunos o de forma sorpresiva para otros, se enfrentan a la realidad de ser padres cambiando su vida radicalmente. Algunos empiezan a investigar, a tomar curso, a preguntar a otros, o simplemente afrontan su realidad como se va presentando y dan inicio a la complicada y larga tarea de ser padres.

Durante los primeros años de los hijos, las relaciones familiares tienden a ser relativamente tranquilas, puesto que los hijos van aprendiendo lo que sus padres le van enseñando y la mayoría de los problemas que se presentan se pueden resolver. En este punto los padres no sienten la presión o demandas tan fuertes.

Se puede decir, que los padres en sus inicios son una especie de dictadores, ya que sienten que pueden controlar las influencias externas y esto les permite tener control y autoridad absoluta sobre los hijos. Aparentemente se piensa que este proceder va a funcionar por siempre, sin embargo, se pierde de vista en las primeras etapas de crecimiento de los hijos donde se debe establecer una adecuada relación con ellos, misma que será primordial para los años siguientes.

Se estima que la mayoría de las familias empiezan a perder la estabilidad cuando los hijos entran a la adolescencia, ya que en esta etapa no se puede ejercer el mismo control que se tenía sobre ellos y mucho menos del entorno donde se desenvuelven. Los padres empiezan a sentir que están fallando, que las cosas no salen como se planearon y se incrementa la impotencia y angustia, originándose los conflictos con los hijos y en muchas ocasiones entre las parejas.

Estos conflictos en el interior de las familias también están influenciados por otras circunstancias, como son: el establecimiento de los límites, la comunicación, la relación de la pareja, la situación económica, la presencia, violencia familiar, los medios de comunicación, una sociedad acelerada, pérdida de valores, entre otros.

La problemática específica del “establecimiento de límites” es primordial en el desarrollo de los hijos; generalmente los padres tienen un sentimiento de culpabilidad al momento

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