La dinámica económica y el auge de a marihuana en los 60

La dinámica económica y el auge de la marihuana en los sesenta

El mercado de opio en los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado. 

Cuando Estados Unidos se involucró en la Segunda Guerra Mundial su industria farmacéutica tuvo necesidad de producir grandes cantidades de morfina para atraer a los soldados heridos. Se cuenta que el gobierno de Estados Unidos mediante un acuerdo solicito a México incrementar los sembradíos de amapola y la producción de goma de opio. El trato debía ser secreto pues al tratarse de una sustancia prohibida por las leyes de ambos países no sería bien visto que después de reclamarle a México que frenará la producción de amapola ahora le solicitará lo contrario. Loan Grillo un reportero estadounidense que en esa época visitó México y recorrió la Sierra de Sinaloa recabó hechos y datos que confirman que el pacto era una realidad. Lo innegable era la necesidad de morfina y que de algún lado salió el opio para producirla. No existe una estadística confiable con relación al consumo en 1954 el Bureun of Narcotics admitió la existencia de 60,000 a la heroína en Estados Unidos pero tres años antes la comisión de narcotráficos de Nueva York había estimado que sólo en esa ciudad había aproximadamente 90,000 consumidores de heroína. El departamento del tesoro estadounidense estimó que en 1943 México produjo 60 toneladas de obvio 3 veces más que en 1942. Pero lo que más llama la atención es la cantidad de municipios sinaloenses mencionados en las notas sobre destrucción de plantíos: Badiraguato, Culiacán, Sinaloa de Leyva, Mocorito, Cosola, Choix, El Fuerte, San Ignacio. Según datos del primer informe del gobernador Sinaloense general Pablo Macías Valenzuela en 1945 fueron destruidos 373 plantíos la mayoría en Badiraguato se decía que la amapola de esa región era de mejor calidad que la de Esmirna, Turquía. Cuando el gobierno mexicano les informó a estas que en 1942 había destruido entre una tercera parte y la mitad de los sembradíos de amapola la incredulidad fue generalizada en las oficinas de Washington. El observador del gobierno de Estados Unidos creía que las acciones destructivas ocurrían después de que la amapola era cosechada. En marzo de 1948 el periódico St Louis Post- Dispatch reportó la existencia de más de 10,000 sembradíos de Amapola en México en los cuales probablemente se producía más de la mitad del opio la morfina y la heroína que era introducida ilegalmente a Estados Unidos. Luis Astorga narra con detalle las acusaciones mutuas y los desmentidos de todo tipo cuando la prensa de la Ciudad de México señaló que los gobernadores del norte estaban involucrados en el narco negocio. No los mencionaban explícitamente, pero era del dominio público que se refería al de Sonora el general Abelardo L. Rodríguez y al de Sinaloa general Pablo Macías Valenzuela quien había sustituido al coronel Rodolfo T. Loaiza, asesinado en febrero de 1944. Otros reportajes periodísticos se concentran en la participación de directores y ex directores de la policía judicial de Sinaloa los cuales eran responsables de organizar el cobro de las cuotas que debían pagar los campesinos dueños de tierras donde se sembraba amapola. Uno de esos ricos agricultores fue detenido y acusado de tener un laboratorio donde procesaban obvio, pero al mes lo dejaron libre pues era protegido del nuevo director de la corporación policíaca y del gobernador Pablo Macías. En 1953 el departamento de aeronáutica civil de pendiente de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas ordena la suspensión de vuelos de aviones comerciales en campos aéreos de Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Durango. Con estos datos es posible identificar avances muy significativos en la construcción del negocio ilegal de las drogas en esta segunda etapa. En primer lugar, todo parece indicar que se pasó de las redes chinas de producción exportación de opio a la creación de varias empresas criminales privadas cuyos dueños y directores eran si le damos crédito a las versiones periodísticas de la época desde la década de los 30 y hasta bien entrada la de los 40 los gobernadores en turno de los estados del norte cuando menos en los estados de Sinaloa, Sonora, Baja California, Coahuila y Chihuahua territorio controlado por el gobernador y general Rodrigo Quevedo y su hermano José presidente municipal de Ciudad Juárez. En segundo lugar, esa anécdota y el resto de los datos citados confirman que la producción de amapola permanecía dispersa pues participaban cientos miles de campesinos y pequeños propietarios en los estados en donde se sembraba, aunque es probable que los gobernadores tuvieron tierras de su propiedad en las que también sembraron como parece que fue el caso de Abelardo L. Rodríguez. Los pequeños propietarios que comenzaron sembrando amapola se convirtieron después en importantes productores de tomate garbanzo y otros productos agrícolas en Sinaloa y Sonora y probablemente siguieron combinando cosechas de productos legales e ilegales.

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