La economía en base a nuestros cuerpos

Universidad San Francisco de Quito

Nombre: María José Sulca Cortez

Código: 00135888

Fecha: 18 de Mayo de 2018

La economía en base a nuestros cuerpos

Existen varios conceptos de desarrollo de economías fundadas en tradiciones, cultura, ideologías, relaciones sociales, etc. Tal es el caso de de los trobriandeses, seres humanos que habitan en Trobriand en el Pacífico Occidental. Estas personas valoran esencialmente la cultura y tradición primitiva en la cual su dinámica de transacción se basa en el comercio denominado kula que en naturaleza no está ligado al valor útil de lo material sino más bien en factores mágicos y de prestigio que a su vez otorgando un voto de confianza a todos los beneficiarios del procedimiento económico circular. (Malinowski, 1986) adoptando y desarrollando perfectamente un sistema económico – cultural.

Sin embargo, estos sistemas económicos no funcionan en todas las civilizaciones, en las que me atrevería a decir que su nivel de moralidad es totalmente nulo y con el transcurso del tiempo se van implementando nuevas maneras poco ortodoxas y de alguna manera de fácil adquisición para seguir enriqueciendo el bolsillo de los pishtacos, que según varios relatos de diferentes culturas lo describen como un hombre blanco, corpudo, él cual los persigue desde tierras altas en busca de su cuerpo para poder extraer su grasa y comercializarla en el mercado por un precio cómodo para el adquiriente; tratándolos como un objeto que se puede “comprar” y “vender” dependiendo de la demanda del mercado. (Mary, 2001)

Si bien no es del todo cierto esta espeluznante historia de la extracción de grasa de los cuerpos de los indígenas por los hombres blancos, es una forma de expresar, no sólo un problema económico que atraviesa los diferentes pueblos sudamericanos, sino también engloba varios temas socio – culturales como consecuencia de esta mercantilización de cuerpos como un medio de producción barata.

Varias son las personas que en busca de un mejor futuro abandonan su país, su familia, sus raíces siendo victimas (in)conscientes del capitalismo que en tiempos pasados jamás se pensó que iba a ocurrir, el hombre podía vivir de la tierra y comercializando lo que cosechaba sin la necesidad de renunciar a todo lo que es suyo.

Desde un punto de vista analítico se podría decir que la migración es una manera consciente de mercantilización de cuerpos, en el cual ofrecen su trabajo como medio de producción a cambio de dinero. Sin embargo, existen otras realidades económicas en la que implica literalmente la compra y venta de cuerpos tratándolos como mercancía en la que se puede extraer su esencia de una manera física como sus órganos vitales y simbólica como su dignidad y su alma, que cada vez se presenta más a menudo en nuestra sociedad con la pornografía y la trata de blancas.  

        El transplante de órganos es literalmente un “mercado” lo he definido así ya que para ser un mercado económico implica la coexistencia de oferta y demanda, una compra y una venta, y de un bien que se pueda intercambiar por algún otro bien por más descabellada que sea la idea del origen del objeto. Y ¿por qué es literalmente un mercado? porque al igual que en un mercado, lugar público destinado para vender o comprar mercancías, se necesita a alguien para buscar criaderos donde comprar el animal, a otra persona para matar al animal, a otra para extraer sus órganos y finalmente a otra que venda todo este proceso a manera de exhibición barata, estableciendo precios a cada una de sus partes, hígado, piel, lengua, corazón, cráneo con dientes o sin dientes.

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