La educación como un proceso mecánico, pero ¿de calidad?

Junio 4 de 2013

Historia, imágenes y concepciones del maestro

Viviana Ortiz Villada

La educación, un proceso mecánico

Una educación que busca calidad es la que promueve el progreso de sus estudiantes tanto social, moral, intelectual y emocionalmente, teniendo en cuenta su nivel económico, su contexto familiar y su aprendizaje previo, garantizando de esta manera la adquisición de nuevos conocimientos, de capacidades y destrezas que les serán útiles en su futuro.

Una educación de calidad es la que centra su pedagogía en el alumno, la que se basa en confianza en vez del control, la que no sólo forma profesionales sino seres humanos, pero, ¿existe una educación de calidad?, ¿qué nos falta para llegar a esa educación?, ¿el laberinto por el qué pasa la educación de nuestro país tendrá una salida?...

A lo largo de la historia pueden surgir demasiados interrogantes sobre la famosa búsqueda a una educación de calidad, sin embargo no vemos una mejoría notable, pues una cosa son las palabras y otra son los hechos.

La escuela se ha convertido en un estilo de cárcel, dónde los estudiantes viven bajo unas reglas y parámetros que los rigen (como lo es el manual de convivencia o el libro de disciplina),  convirtiéndolos en otra máquina obediente más que habita nuestro país, transformando igualmente a la educación en un proceso mecánico.

Estamos encasillando a los niños y jóvenes en lo que nosotros queremos para ellos, sin tener en cuenta lo que ellos quieren ser, todo porque seguimos como hijos del sistema, donde el maestro es otro objeto que se mueve para ganar en un juego, un juego que no está beneficiando a la sociedad en general, si… el juego de la política. Y es que la política no es mala igual que tampoco lo es la educación, lo malo son los funcionarios que viven bajo el fracasado sistema.

El sistema que busca un control social pasando por encima de los derechos de otros, no tienen en cuenta que el estudiar sirve para constituir la economía del país.

 No se tiene en cuenta que todos biológicamente somos iguales, pero que cada uno de nosotros maneja un proceso de desarrollo distinto que depende de los estímulos dados, por eso las escuelas deberían brindar atención especial para esos alumnos con problemas de aprendizaje o simplemente con capacidades diferentes.

Para enseñar no basta con saber un contenido, no basta en quedarnos con la teoría, tenemos que aplicarlo en la práctica, conocer y comprender las necesidades de los niños, para de esta forma adecuar nuestros conocimientos y despertarles las ganas de aprender. Incentivar la creatividad, la autonomía, las relaciones interpersonales que son tan importantes en el día a día.

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