La ergonomía (o factores humanos)

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1. La ergonomía (o factores humanos) es la disciplina científica interesada en la comprensión de las interacciones entre los seres humanos y otros elementos del sistema, y la profesión que aplica principios teóricos, datos y métodos a diseñar para optimizar bien seres humanos y el cumplimiento o resultado total del sistema.

1. Los temas que trata la ergonomía física incluyen posturas de trabajo, manipulación de materiales, movimientos repetitivos, desordenes musculoesqueléticos relativos al trabajo, planificación del lugar de trabajo, seguridad y salud.
2. La ergonomía cognitiva trata de los procesos mentales, tales como la percepción, memoria, razonamiento y reacción motora, como afectan en las interacciones entre seres humanos y otros elementos del sistema.

            C- La ergonomía (o factores humanos) es la disciplina científica que trata de la comprensión de las interacciones entre humanos y otros elementos del sistema, y los principios teóricos, datos y métodos a diseñar para optimizar bien a los seres humanos y el resultado global del sistema. Se aplica a todos los aspectos de la actividad humana. Dentro de la disciplina, los campos de especialización representan competencias muy profundas en atributos humanos específicos o características de la interacción humana: Ergonomía Física, Ergonomía Cognitiva y Ergonomía Organizacional.

Los peligros o riesgos biológicos en el trabajo

    Los riesgos biológicos incluyen bacterias, virus y parásitos y otros organismos por cuya exposición puede causar enfermedades ocupacionales, usualmente infecciones. Tales organismos son llamados patógenos. Otros peligros biológicos incluyen organismos, por ejemplo hongos, y material de origen biológico, tales como enzimas usadas en detergentes, que pueden producir alergias. Son conocidas como alérgenos. Las infecciones ocupacionales son enfermedades en las cuales un patógeno presente en el lugar de trabajo entra al cuerpo y luego crece o se replica, causando una enfermedad. Ésta en sí misma puede ser el resultado de la propia infección (por ejemplo neumonía), toxinas producidas por el patógeno (como es el caso del tétanos), el resultado del daño ocasionado por el patógeno (como en hepatitis) o el resultado de las defensas del organismo contra el patógeno (como en tuberculosis).

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