La homosexualidad en familias conservadoras
Enviado por Juani Jerez Aniñir • 20 de Noviembre de 2020 • Trabajo • 1.422 Palabras (6 Páginas) • 148 Visitas
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La homosexualidad en familias conservadoras
Fabiola Acuña, Juana Jerez, Catalina Reyes
La homosexualidad se define como la atracción sexual y emocional hacia el mismo sexo. Desde tiempos remotos la homosexualidad ha existido y, sólo hace unas décadas ha comenzado a ser un tema dentro de la sociedad, aunque dentro de ésta aún no se conoce con claridad lo que es la orientación sexual. Existe un rechazo cultural puesto que “no cumplen con la heteronormatividad”, siendo discriminados y denigrados. El núcleo más cercano quien llega a ser testigo y partícipe de todo esto, es la familia, pero, ¿cómo se vive la homosexualidad dentro de familias conservadoras?
Si bien en la antigüedad, algunas culturas reconocían la homosexualidad como algo normal, también existieron otras que se opusieron, considerándolo una práctica antinatural y condenable por algunas religiones, aunque estos pensamientos remontan desde hace varios años. En nuestra actual sociedad existen algunas personas que comparten este pensamiento, causando un choque entre los más conservadores y los que tienen una mentalidad abierta respecto a la homosexualidad.
Como ya se mencionó anteriormente, a pesar de que la homosexualidad ha sido un tema bastante discutido en la sociedad a lo largo de los años, no se puede negar que sigue siendo un tema tabú principalmente dentro de las familias, ya que muchas veces la persona debe enfrentarse con miedo a su núcleo familiar para dar a conocer su homosexualidad, sintiéndose vulnerable al posible rechazo que podrían recibir. En algunas ocasiones enfrentarse a estas sensaciones puede causar inseguridad, temor y a veces frustración al no cumplir con las exigencias sociales o las expectativas familiares.
El prototipo familiar que “predomina” en el hogar es la figura masculina, quien a través del patriarcado se espera que cumplan con ciertas características de la heteronormatividad, por ejemplo, la reproducción familiar. Si bien estos estereotipos de género han ido cambiando a medida que transcurre el tiempo (hombres y mujeres tienen el mismo protagonismo en el sistema familiar) aun así hay familias que siguen con este patrón de autoridad y machismo, en donde castigan, niegan y repudian a sus propios hijos o hijas homosexuales. Además, es la misma familia quienes tratan de aparentar que existe una normalidad y perfección frente a la sociedad.
MINSAL (2018) realizó una encuesta a 1.216 jóvenes entre 15 a 29 años:
- 44% recibieron consejos para que dejaran de gustarle los hombres, consejos que en su mayoría vinieron desde algún familiar.
- Sólo un 20% declaró haber contado primero a algún familiar que le gustaban los hombres y/o mujeres.
- 63,2% de los hombres encuestados dice NO sentir culpa o miedo por su orientación sexual.
La falta de tolerancia que se genera dentro de las familias hacia algún integrante homosexual, en muchas ocasiones es provocada por la poca información que tienen sobre educación sexual, en donde piensan que tanto a gays, lesbianas, personas trans, por tener una orientación sexual distinta a la heteronormatividad se les puede cuestionar su valor y dignidad como personas. Además, se generan una serie de falsas creencias, asimilando que solo por ser homosexuales pueden presentar distintos tipos de ETS, tanto VIH y Sida.
Las personas se encuentran tan adheridas a los prototipos y prejuicios acerca de alguien, que simplemente por tener alguna actitud distinta a la “normal” o propia del género, se les llega a cuestionar su rol dentro de la sociedad. Las familias, muchas veces cuestionan su crianza y enseñanza al saber que su “hijo” o alguien de su familia es homosexual, sienten que algún error han cometido, o bien, tienden a llevarlos a psicólogo o psiquiatra porque creen que no está bien mentalmente.
“Otro de los problemas que existe en relación a este colectivo, es la poca orientación que reciben. La sociedad es heterosexista, es decir, cuando una persona es heterosexual solo ha de seguir los patrones pre-establecidos y, en el caso de tener alguna duda o problema, sabe a quién puede acudir, en cambio los homosexuales no tienen el camino tan allanado y en los colegios e institutos no suelen recibir orientación ninguna. La mayoría de las clases de Educación Sexual hablan sobre relaciones heterosexuales y las precauciones que hay que tomar pero, en las que yo he tomado parte, no se mencionan las relaciones homosexuales y los peligros de estas por lo que este colectivo tiene que buscar apoyo fuera de su entorno” (García, 2013).
En el 2012, MOVILH Joven ha realizado una encuesta sobre educación sexual y discriminación, en la cual los datos arrojan lo siguiente:
- 50,4% nunca se han impartido clases sobre educación sexual en los colegios/liceos.
- 77,2% no se incluyen las temáticas de la diversidad sexual.
- 42% de las personas creen que quienes forman parte de la LGTB no tienen más posibilidades de contagiar y contraer ETS que los heterosexuales.
- 78% están de acuerdo con que las personas homosexuales deberían tener la misma oportunidad de contraer matrimonio que los heterosexuales.
Lamentablemente, al individuo se le infantiliza, invalidándolo y tratándolo como una persona inmadura e irresponsable del derecho de decidir con quien tener una relación sentimental, ni se les permite que manifieste liberalmente sus gustos, se les priva según en la sociedad en la que se encuentre. “Muchas veces y producto de estas actitudes, los homosexuales comienzan a aislarse de su familia y de su entorno, sintiéndose altamente incomprendidos y discriminados por la familia.” (Castañeda).
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