La pandemia provocada por el COVID-19

2020

Este fue un año muy controversial, todos teníamos la ilusión de la nueva década, pero surgieron una serie de acontecimientos que cambiaron nuestra vida inclusive la forma en que se desarrollaba el mundo.

Es bien sabido y poco original decir que a finales del mes de diciembre de 2019, China notifica a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la aparición de varios casos de neumonía atípica procedente de un virus de origen desconocido, por consiguiente no estudiado por la ciencia de la salud. No fue hasta el 21 de enero que llego el primer caso a América específicamente a EEUU, y el primer caso registrado de COVID-19 en Europa se detectó el 25 de enero en Francia.

La rápida expansión de la enfermedad hizo que la Organización Mundial de la Salud, el 30 de enero de 2020, la declarara una emergencia sanitaria de preocupación internacional, basándose en el impacto que el virus podría tener en países subdesarrollados con menos infraestructuras sanitarias.

El 26 de febrero llega a América latina exactamente a Brasil, y luego a chile, no fue hasta el viernes 13 de marzo que se da el primer caso de Covid-19 en Venezuela.

Sin embargo en el ensayo no nos concentraremos en la forma de expansión del COVID, ni en la forma en que día día subían las cifras por victimas en el mundo. Sino que hablaremos de otro tipo de consecuencias que nos trajo la pandemia, tanto positiva como negativa.

La pandemia provocada por el COVID-19 ha alterado nuestra cotidianidad y la percepción del mundo en sus diferentes manifestaciones; en todos y cada uno de los órdenes estructurales de la organización humana, La política, el derecho, la economía, la ciencia, el arte, la religión y demás actividades del quehacer humano.

El punto más importante y focal sobre la pandemia fue la repercusión sobre nuestra cotidianidad que nos condujo a vivir desde un confinamiento inesperado y obligatorio. Lo que incremento el uso masivo de dispositivos electrónicos y el acceso a internet de la mayoría de los ciudadanos, esto fue lo que ayudo que el mundo no se paralizara en su totalidad, esa herramienta llamada internet tan vital para nosotros en la actualidad, surgida o apreciada por primera vez en los 90 hoy indispensable en el desarrollo cotidiano.

Mientras los sectores turismo, hotelería, la aviación, la construcción y el comercio minorista se vieron seriamente afectados por la necesidad de agruparse propias de sus operaciones, otros sectores como el comercio electrónico e incluso la docencia se “reinventaron” a partir de la intensificación de acciones digitales, pues la pandemia hizo obligatoria la digitalización de las formas de trabajo y educación para subsistir y dar continuidad con negocios y años lectivos.

Pero que esta haya sido la forma optada, por supuesto al ser la más apta, no quiere decir que sea la más idónea ya que ella conlleva a preguntas frecuentes de cierta índole: ¿Cómo es ciber-trabajar? ¿Cómo es ciber-estudiar? ¿Cómo es vivir confinados? Las cuales han sido preguntas que solo hemos podido ir contestando en la medida que llevamos a cabo estas actividades, con la ayuda de la información disponible y las vivencias aprendidas en el proceso.

El problema que este ciber-trabajo o el ciber-estudio a traído es que nuestras emociones y sensaciones se encuentren constantemente sometidas al deseo de volver a “vivir cotidianamente” pero incluso hoy a mitad del 2021 debemos conformarnos con mantenernos en los mismos espacios, aislados o semi-aislados con las mismas personas, sobre todo en paises donde el desconfinamiento ha sido tan tardío y leve como el de nosotros, al no contar con los recursos o políticas de salud serias como vacunaciones masivas a la población para intentar salir de nuestra situación.

Otro problema más grave de este ciber-trabajo o ciber-estudios es intentarlo realizar desde una casa sin servicio a internet, a pesar de que en países más desarrollados quizás de tipo Norte Americano como Canadá o USA, o en Europa sea impasable en el marco de un país tan abandonado por la tecnología donde se estima que tenemos alrededor de 10 años de atraso frente a esta, es un gran problema, cerca de la mitad de los venezolanos tanto en ciudades como en aéreas rurales carecen de servicio de internet, lo que dificulta o hace imposible un ciber-trabajo o un ciber-estudio de calidad por qué ¿Cómo ciber-trabajar o ciber-estudia sin internet en casa?.

Los

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