La prostitución en Colombia es un tema que aparentemente no tiene ningún diagnostico en la sociedad que intenta esconderse y es ignorado solo hasta que genera polémica, dentro de las problemáticas más relevantes, evidenciamos la falta de una ley de p

La Prostitución a la luz del ordenamiento jurídico Colombiano

La prostitución en Colombia es un tema que aparentemente no tiene ningún diagnostico en la sociedad que intenta esconderse y es ignorado solo hasta que genera polémica, dentro de las problemáticas más relevantes, evidenciamos la falta de una ley de protección que regule el trabajo sexual en el país.

Se pretende con ello evaluar las necesidades prioritarias para reducir la problemáticas y el impacto negativo actual. Entonces cual debería ser la política pública adecuada ?

Desde el punto de vista Político hay tres formas de posible solución al problema:

• Reglamentación, entendiendo que se acepta la prostitución como un trabajo igual a  cualquier otro.

• Prohibición, que penaliza su ejercicio y promoción.

• Abolicionismo, que penaliza a quien la promociona pero que permite que las mujeres de forma independiente ejerzan este oficio

Cualquiera de las anteriores soluciones tiene aspectos positivos y negativos a su favor, en Colombia muchas trabajadoras sexuales opinan que el mundo de la prostitución es un infierno por ello no debería ser considerado como trabajo, en cambio otro sector indica que es la forma en que se ganan la vida y merecen protección.

Según proyectos planteados en el congreso el enfoque al que más se acoge el país va dirigido a la reglamentación,  pero dentro de los posibles resultados adversos que se pueden dar está el incremento de esta población porque ya es un trabajo legal, impulsando con ello patrocinio.

En general el gobierno la iglesia, la policía, el congreso y muchas otras instituciones has atacado el tema pero no han buscado una solución, y esta actitud indiferente permite que el fenómeno crezca.

La mujer en Colombia debe tratar de unir esfuerzos, para que la educación que se da desde el interior de los hogares contribuya a esta problemática social que se genera entre otras cosas por falta de oportunidades, ignorancia, falta de educación, o problemáticas intrafamiliares.

Los cambios deben darse desde todas las estructuras sociales logrando reivindicación social en miras de recuperar la dignidad y el respeto. La normatividad vigente aplicable al tema de la prostitución responde a la forma como la sociedad colombiana ve este fenómeno desde una perspectiva moral, de manera que, por tratarse ésta de una actividad moralmente censurada, deja de lado la protección de las personas que a ella se dedican, en lo que atañe a sus derechos laborales y de seguridad social entre otros, además de perseguirlas y prejuzgarlas, asociándolas con otros problemas sociales como la droga, el alcohol, la violencia y el crimen.

La problemática no solo son factores físicos y psicológicos para que una mujer o joven  se induzca a la prostitución, sino las condiciones en que vive el medio ambiente que los rodea, tales como la soledad, la miseria, el maltrato por parte de los padres, las dificultades de encontrar un  lugar donde alojarse, la ineficiencia económica.

Siendo esto factores de aprovechamientos de personas inescrupulosas que se fructifican de la vulnerabilidad a que se exponen estos adolescentes para proponerles este tipo de actividad con tal de tener algún mecanismo de sobrevivencia en una ciudad tan absorbente y salvaje para un joven desprotegido por un estado.

Pero después de este preámbulo es triste saber que alrededor de la que se considera “la profesión más antiguo del mundo” se tejan tantos prejuicios y tanta hipocresía por parte de gente que se apega a su moralidad personal y a lo que la religión le dicta, pero que muchas veces se prostituye gratuitamente (cosa que suelen llamar “canas al aire” o “amigos con derecho” o “ejercicio de la libertad sexual” u otros eufemismos) y aun así se creen con autoridad moral para impedir ajustar a derecho una actividad respetable como cualquier otra.

Pero a la luz del derecho Colombiano esta situación está cambiando. Desde la sentencia T-629 de 2010 de la Corte Constitucional el País reconoce que la prostitución es un trabajo como cualquier otro y que por consiguiente quienes ejercen este oficio tienen los mismos derechos laborales que tiene cualquier otro trabajador. Tal como ocurre en países con legislaciones más progresistas.

La pregunta sería ¿Cuál es la situacion legal de la Prostitución en Colombia?.  Insistimos que Gracias a la Corte Constitucional (T-629-10) existe un reconocimiento por parte del Estado Colombiano de la prostitución como un trabajo como cualquier otro debido a que no está explícitamente prohibido y porque no afecta la dignidad humana. Además, porque la prostitución se ajusta a los presupuestos de validez de todo contrato del Código Civil (persona legalmente capaz, libre de vicios de consentimiento, objeto y causa lícitos).

A pesar que la prostitución en Colombia no es ilegal, ni está penalizada, no existe un marco jurídico específico que proteja los derechos fundamentales de las personas que ejercen la prostitución voluntaria y regule el oficio.

El tema a justificar de acuerdo al enfoque que se le desea dar a nuestro trabajo sobre la vulneración a quienes ejercen este oficio en Colombia, es sobre todo la discriminación y los derechos laborales. No obstante, para la Corte "se debe considerar al trabajador sexual como sujeto de especial protección, por ser la parte débil del contrato y, sobre todo, por las condiciones propias del trabajo y la discriminación histórica y actual de la que suele ser víctima por la actividad que ejerce".

No es necesario indagar demasiado para darse cuenta que los intereses internos y políticos del estado de no reconocer que este tipo de trabajo requiere de toda la atención y en su defecto de quienes elaborar las leyes; se apersonen con prontitud de este tema buscando la manera de formalizar un amplio censo de aquellas mujeres dedicadas a la prostitución consentida, e ir creando al mismo tiempo la conciencia de que su dignidad se empareja con la dignidad de cualquiera otra mujer, haciendo que se vea como un problema más a resolver desde la obvia y natural perspectiva de una temática de género y no que la sociedad siga esquivando la mirada como si no existieran o fuese una epidemia inmanejable.

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