Las Sanciones Penales Y La Política Crinminológica Contemporanea

El autor hace una reseña sobre las políticas que se daban en los años 60 y 70 en Estados Unidos; algo que me llama mucho la atención es la determinación que los jueces daban para emitir una sentencia fue la que hizo Negel con 313 juristas, en la que intenta hacer una comparativa tomando en cuenta sus rasgos físicos, procedencia y el modo de vida que han llevado hasta el momento que lo efectúa.

Sin embargo, se encuentran como factores comunes la pertenencia a algún partido político, su pertenencia al colegio de abogados o la ocupación que tuvieron antes de ser litigantes, así como su creencia liberal o conservadora; todo esto es determinantes para observar que tan severa es una sentencia

No lo considero ético ni mucho menos justo, a pesar de que si creo si puede influir mucho para determinar la manera en como un individuo se conduce en la vida, pareciera que no se toman mucho en cuenta las leyes para dictaminar el destino de un indiciado, podría pensar incluso que todo era con el fin de resaltar la postura Republicana o Demócrata.

Por el contrario, hubo otros que si bien difieren en aplicar métodos severos, los hay humanistas para transmitir a los sentenciados una figura humanista del juez, aunque esto aplica solamente para los de media y baja punibilidad, situación que me lleva a comparar la contemporaneidad de nuestro país México con el vecino norteamericano.

La sociedad estadounidense se ha caracterizado por tener cambios muy radicales en la sociedad que la conforma, también sus civiles son de ideologías diferentes y muy diversas. Otro factor muy importante son los agentes de libertad condicionada, algo que en México estamos muy lejos aun de llegar a ese nivel, debido a que no se le da un adecuado seguimiento al sujeto que salió en libertad, volviendo a reincidir en el sistema penitenciario; al reingresar este, quiere decir que ha fallado su “reinserción”.

Otra cosa muy importante, ya hablando de la privación de la libertad, es el estado en el que se encontraban las prisiones de aquella época, muy carentes de los servicios básicos y sanitarios tanto para sus alimentos, habitaciones y recreación. El trato que los celadores les daban no difiere mucho al actual, y es que los Derechos Humanos aun estaban en proceso de avance, las prisiones eran un ejemplo claro según el autor de que a criminalidad en sus interiores continuaba siendo un problema de índole mayor.

En ellas se cometían atrocidades de índole racista, la Guerra Fría era el tema en aquel entonces. La homosexualidad en ellas y la masturbación eran métodos frecuentes para que la vida fuera más llevadera; no obstante, solo un 35% de los hombres eran devueltos por volver a reincidir en la delincuencia, un índice bajo a mi parecer, porque actualmente es mucho mayor en las prisiones de México.

La cárcel era algo más viable para que los sujetos pagaran el daño ocasionado a la sociedad, sin embargo esta estaba muchas veces condicionada, según la conducta que el recluso tuviera, así como el delito por el que fue sentenciado. Un ejemplo de ello es la semi libertad, en la que le permitían salir determinados días, o restringirle la salida del condado en el que se encontrara residiendo.

Hasta cierto punto, era algo no tan severo para el cumplimiento de las penas, a su vez, se les daba un seguimiento estando ellos en libertad para que criminológicamente se tomaran datos y progresara lo que en ese entonces era la readaptación social.

Esto es algo que se podría implementar en nuestro país, ya que no se les da un seguimiento para determinar si son aptos o no para volver a la sociedad que una vez ya ofendieron.

Las sentencias no solo eran privativas de la libertad, también se hablaba de un modelo educador para internos de baja y media

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