Las mujeres y el VIH/sida
Enviado por lisa4 • 31 de Marzo de 2017 • Trabajo • 3.856 Palabras (16 Páginas) • 319 Visitas
Sociología de Género
Tema: Las mujeres y el VIH/sida
Autora: Lisandra Fuentes Beltrán
Sociología
Universidad de La Habana
Enero 2015
La epidemia del virus transmisor del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/sida) aparece en la década del ochenta del siglo XX, desde entonces, ha venido impactando significativamente la población mundial. A efectos globales, se estima que en 2012 las personas que vivían con el VIH/sida eran 35,3 (32,2-38,8) millones, lo que representa un aumento en comparación con años anteriores, ya que más personas reciben tratamiento antirretroviral prolongando así sus vidas. (ONUSIDA, 2013)
La epidemia en Cuba se ha caracterizado como de crecimiento lento y fundamentalmente urbano y con énfasis en los hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH). Por tanto, se clasifica como epidemia concentrada, que tiene una prevalencia en la población de 15 a 49 años. La forma predominante de transmisión es la sexual, lo cual se observa en la mayoría de los casos diagnosticados.
El efecto de la epidemia global de VIH/sida sobre las mujeres es particularmente agudo en la región del Caribe, el porcentaje de mujeres adultas viviendo con VIH/sida es de un 43%. Aunque en Cuba la mayoría de las personas infectadas por el virus son hombres, el número de mujeres viviendo con esta enfermedad han experimentado un incremento sostenido a partir del año 1996. Esta situación afecta directamente otro grupo de población: los niños. Si una mujer es infectada antes o durante el embarazo tiene una probabilidad de uno a tres de infectarse con VIH (Bolaños, 2013). Actualmente las mujeres representan el 20% del total de infectados por el virus (MINSAP, 2013).
Desde el punto de vista biológico, el riesgo de infectarse por el VIH durante una relación sexual vaginal no protegida es más alto para la mujer que para el hombre ya que el semen es más infeccioso que los fluidos vaginales, y permanece en los conductos vaginal y rectal más tiempo que los fluidos vaginales en el pene.
Las mujeres se consideran actualmente un grupo social vulnerable ante las distintas afectaciones en materia de salud sexual y reproductiva como es el VIH/sida por su propia condición de “mujer”. Históricamente se han construido una serie de asignaciones sociales y culturales dadas a las personas en dependencia de su sexo biológico, lo cual constituye la raíz de las desigualdades entre los géneros. A partir del reconocimiento de las dimensiones de género, se puede hablar de un conjunto de condicionantes que ubican a las mujeres en una posición de desventaja social. La falta de equidad ha dado lugar a conductas machistas lo cual afecta la capacidad de las mujeres para protegerse. Es frecuente que estas tengan dificultad para hablar sobre el uso de preservativo y exigir la protección a su pareja. Otro factor de riesgo directo es que las mujeres son la mayoría de las víctimas de violación. Por otra parte la estabilidad del hogar, da paso a la infección, en tanto que ellas confían en la fidelidad de su pareja. Además de las antes mencionadas, existen muchas otras prácticas que contribuyen a la infección en mujeres, por lo cual es imprescindible que se tomen acciones concretas hacia este grupo en base a sus necesidades.
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) representan un importante riesgo para la salud. Éstas se transmiten fundamentalmente a través de las relaciones sexuales. Aunque algunas de ellas también pueden transmitirse a través del contacto con la sangre o de la madre infectada a su hijo. Estas infecciones producen un impacto en el individuo y en su relación con el medio que le afecta seriamente. Desde el punto de vista psicológico, tener una ITS muchas veces pone en evidencia hábitos y comportamientos sexuales que en oportunidades revelan la orientación sexual de una persona y qué desea ocultar. (Acevedo y cols, 2004)
Entre estas enfermedades encontramos el VIH/sida, considerada como la ITS de mayor impacto, tal es así que esta ha contribuido a llamar la atención sobre otras enfermedades. Anteriormente estas eran un área abandonada por la medicina y la salud pública en los países de medio y bajo ingreso. El hecho de que el virus causante del sida se transmite sexualmente, unido a que esto se facilita en presencia de otras ITS, ha enfocado la atención hacia estas últimas y ha ocasionado una movilización de recursos hacia esta área abandonada por largo tiempo. (Gala y cols, 2007)
Son múltiples los factores que incrementan la probabilidad de contraer la infección como los comportamientos de riesgo que exponen al individuo al VIH. Éstos pueden ser el cambio frecuente de la pareja, mantener relaciones sexuales con varias personas a la vez, el uso de drogas, entre otros.; En el análisis del riesgo de adquisición del VIH, tener en cuenta el contexto social es fundamental ya que de acuerdo al ambiente donde se encuentra inmerso el individuo se identifican variables que dan muestra que la transmisión del virus no es al azar. Entre otros factores se encuentra la composición de la vivienda; la organización de las actividades domésticas; los roles relacionados con el sexo desde la construcción de género, ya que no son iguales las concepciones y creencias respecto a la sexualidad en hombres y mujeres, entre otros. También se considera el importante papel que juegan las representaciones culturales, los valores, la identidad cultural, que son elementos que explican la enfermedad desde las percepciones que tiene la sociedad sobre la misma, donde se ha dado una tendencia a la estigmatización y discriminación alrededor del VIH/sida. Frente a las actitudes anteriormente comentadas es necesario asumir comportamientos tanto de protección individual ante el riesgo (la práctica del uso del condón en las relaciones sexuales, la abstinencia, la monogamia) como de integración social, o sea, hacia la resignificación de viejos patrones culturales que siguen siendo obstáculos para comprender cómo están afrontando la epidemia los grupos marginados de la sociedad. (Gala y cols, 2007)
Entre las categorías de análisis que son de utilidad para el estudio de problemáticas que relacionan al individuo con cuestiones planteadas anteriormente, se encuentra el género, que ha sido ampliamente desarrollado desde la sociología y otras ciencias sociales.
En cada sociedad, desde su cultura concreta, se construyen expectativas y valores alrededor de un determinado hecho social, uno de estos es la construcción de la categoría género, ampliamente definida y estudiada desde la sociología. Los papeles de las mujeres en la mayoría de las situaciones sociales, aunque son esenciales, no han sido idénticos a los de los hombres en esas situaciones, sus roles han sido diferentes, menos privilegiados y subordinados a los de los hombres, lo cual ha constituido invisibilidad que acrecienta la desigualdad La teoría feminista podría considerarse un trasfondo teórico de los actuales estudios de género, esta tradición constituyó una protesta social durante casi trescientos años. Salvo alguna excepción, los escritos al respecto vieron la luz por primera vez en la década de 1630 y continuaron publicándose sin demasiada fuerza pero persistentemente durante 150 años, y así en el transcurso de los años, se crearon teorías feministas. (Ritzer, 1993).
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