Libro mentes asesinas violencia en tu cerebro

MENTES ASESINAS LA VIOLENCIA EN TU CEREBRO

feggy ostrosky

La doctora Feggy Ostrosky, directora del Laboratorio de Neuropsicología y Psicofisiología de la Facultad de Psicología de la UNAM, ha estudiado las mentes de criminales célebres como la mataviejitas, el ponchis, el niño sicario y el caníbal de la Guerrero, entre otros, tanto en prisión como fuera del ambiente carcelario.

La doctora ha dedicado su vida a estudiar la relación entre el cerebro y la conducta humana, así como de los diferentes factores que influyen para que alguien sea un criminal.

Estos estudios son realizados con diferentes técnicas que permiten vislumbrar el cerebro para saber cómo estas mentes criminales procesan información o cuál es su rendimiento en pruebas de atención, planeación, estímulos y reacciones.

Debido a estos hallazgos es imprescindible tomar cartas en el asunto en la prevención de violencia y delincuencia en el mundo.

Es importante que si el gobierno detecta que hay una mujer con algún embarazo no deseado o con algún vicio de alcoholismo o drogadicción, no lo debe pasar por alto, pues se ha demostrado que si el asesino fue hijo de una mujer que en el embarazo consumió drogas o alcohol se presentará una diferencia en la formación de su cerebro que provocará que sea una persona violenta.

Además por otro lado dar mayor importancia a las madres que acaban de tener bebes, pues si caen en depresión pos parto pueden provocar a sus hijos que con ese estrés se produzca un exceso de cortisol. La doctora en entrevista dijo.: “Las experiencias tempranas de violencia o abuso antes de los tres años, generan estrés y este produce un exceso de cortisol en el organismo que afecta el desarrollo y la maduración de estructuras como el hipocampo y la amígdala”

Los primeros años de vida son la etapa en la que se forman las conexiones cerebrales y si los bebes son víctimas de abuso pueden en un futuro ser asesinos violentos.

Por otro lado la educación es factor primordial pues si a un niño(a) la mamá le consecuenta todos sus caprichos, éste se sentirá rey del mundo y cuando exista alguien que no lo quiera complacer lo fácil se le va a hacer tomar venganza y matar a sangre fría cuando sea adulto.

En cambio ser totalmente estricto y prohibir todo tampoco es bueno pues no se crea independencia en ese ser humano.

Lo ideal es que haya reglas marcadas con obligaciones y derechos definidos.

Ser padres es una tarea muy complicada, y todos los padres en general quieren lo mejor para sus hijos, pero sin pensarlo pueden estar creando personas que a futuro sean delincuentes.

Otro factor importante es la genética, pues puede haber patrones de conducta heredables hasta cierto punto, es decir, si hay una persona que sus padres, abuelos o bisabuelos eran violentos, pues que se herede ese gen, sin embargo no se va a desarrollar o despertar si esa persona recibe una educación basada en el respeto y el amor.

El medio ambiente en que se desarrollen los seres humanos es el factor que va determinar su conducta de adulto, y si se va a encender ese gen violento o siga dormido durante toda su vida de dicho ser humano.

El cerebro humano de un bebe recién nacido es algo comparable al de un animal, en el aspecto en el que sienten lo que está pasando a su alrededor y responden a estímulos.

Es decir si a un bebe le hablan con cariño, de momento aunque no entienda del todo el lenguaje, percibe la intención con la que te acerques a él.

Percibe las emociones, es decir si te acercas estresado enojado, con amor, o en su defecto siente si hay rechazo, y su instinto le hará buscar la aceptación.

Y en esas primeras etapas de su vida es cuando el ser humano evoluciona su cerebro, va creando conexiones cerebrales, aprendiendo cosas nuevas, y la educación es imprescindible.

Cabe destacar la cita siguiente de  Shakespeare: “El cerebro es la frágil morada del alma”. Lo que nos quiere dar a entender es que existe una línea muy delgada entre la salud metal y la enfermedad.

Es normal que todos experimentemos ciertas emociones desde el miedo, la tristeza, el enojo, la alegría, pero cuando estas emociones se tornan inadecuadas y excesivas es cuando se puede pasar de lo normal a lo patológico.
Tenemos que recordar que el comportamiento agresivo puede tener su origen en diferentes factores, desde hereditarios o aprendidos hasta los generados por estos dos factores. Algunos postulados suponen que nacemos buenos pero nos volvemos violentos como resultado de un aprendizaje cultural.  

Muchas veces las madres se ven en la necesidad de dejar a sus hijos en guarderías, y se puede llegar a ver que en este tipo de lugares es un arma de dos filos, es decir puede ser que ese niño ya de adulto sea una persona independiente y centrada o que por el contrario como obvio no hay la misma dedicación y paciencia pueda existir algún forcejeo que dañe sus filamentos cerebrales y a futuro sea un delincuente, o aunque no dañen ningún filamento cerebral, sin embargo se aprenden patrones de conducta, en donde si el niño ve violencia va a percibir que es algo cotidiano y normal.

También es cierto que la agresión es natural en el ser humano, pues en épocas de la prehistoria ya se veían ese tipo de actitudes, en aquel tiempo la agresión era un medio de supervivencia. Sin embargo hoy en día las conductas agresivas son provocadas por violencia vivida en la primera infancia y resultado de un aprendizaje social y cultural, como ejemplo podemos mencionar a madres en estados depresivos que sin pensarlo causan daño a sus hijos.

Lo importante es la prevención y detección de estas actitudes, para detener a tiempo esas formas de reaccionar ante los niños, y cambiar patrones de conducta a tiempo antes de que sea demasiado tarde.

Es importante que ginecólogos y pediatras sepan manejar esta situación y detectarla para evitar que esos bebes lleguen a ser delincuentes el día de mañana.

Como se menciona con anterioridad en el ejemplo de la prehistoria; cabe destacar la cita de Konrad Lorenz “Todos somos portadores de un animal que quiere manifestarse, pero que siempre logra ser reprimido gracias a un enérgico sistema de control”

En base a lo anterior psiquiatras y psicólogos han definido agresión benigna y agresión maligna. También llamada violencia. La agresión benigna es una reacción espontánea y breve para protegernos del peligro, en tanto que la agresión maligna implica el deseo de dañar a los demás por un placer meramente sádico.

...