Mentes Asesinas

MENTES ASESINAS

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN

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DIPLOMADO EN SEGURIDAD PUBLICA

ALUMNO: ROBERTO DE JESUS BARRIOS CIRIACO

CONTROL DE LECTURA

MENTES ASESINAS

Sin duda la idea de poder comprender de donde es que surgen o como es que se originan los sentimientos y pensamientos violentos dentro del ser humano es algo que emociona e interesa, pues su entendimiento es una herramienta que puede ser determinante en cuanto al control y tratamiento de personas que desafortunadamente no pueden controlar estos impulsos, sin embargo, tratar de explicar el fenómeno tomando como base una perspectiva generalizada, sin hacer una diferenciación e identificación de los factores que originan la conducta, es lo que al cabo del tiempo ha venido casando un aumento desmedido en el índice de comportamientos que se caracterizan por el uso de la violencia en diferentes grados de intensidad, de esta manera , el abordar con precisión cada uno de los factores que intervienen en el desarrollo de esta conducta, es muy importante para poder entender de manera completa el fenómeno.

Acerca de la Agresión Benigna y maligna.

Definitivamente el enfoque que plantea el autor es bastante interesante tomando en consideración los factores que a simple vista se pueden identificar de los ejemplos que plantea. Concuerdo en la idea de considerar a la agresión maligna como violencia en cuanto le damos a la misma un contexto sadista, pues de acuerdo a mi análisis la principal motivación de infringir dolor a otro ser va más allá del simple conocimiento de saber que lastimas a alguien, si no desde un aspecto psicológico la necesidad de satisfacer ese deseo de imposición o de dominio sobre otro ser. Sin embargo en su segundo concepto de agresión benigna, en el cual el autor pretende justificar dicha respuesta a tal comportamiento, tomando como base el instinto de supervivencia que todo ser vivo posee inherente a su naturaleza, que lo obliga a buscar automáticamente ante cualquier peligro su propia seguridad, discrepo , pues como ya lo comente, para mí esto más que una agresión benigna , resulta ser un reflejo inherente al ser vivo, que lo lleva a reaccionar de esta manera ante amenazas que hacen peligrar su vida, en ese sentido, tal vez un concepto engloba el otro , pero para cuestiones conceptuales , prefiero identificar dicha reacción como “instinto de supervivencia” que como “agresión benigna”. Es por tanto que mi razonamiento se inclina a la Concepción etológica del fenómeno, la cual nos indica que todos somos portadores de un animal interno tratando de manifestarse, pero que logra ser reprimido cono ese sistema avanzado de control que tienen los seres humanos, pero ante un estimulo que pone en peligro su integridad, ese sistema deja de tener dominio sobre el actuar del individuo.

Es entonces que entramos en un claro proceso de reflexión, ya que como a veces pasa al analizar el fenómeno desde una perspectiva lejana, no podemos apreciar estos matices que caracterizan a los fenómenos sociológicos en esencia, y eso es la diversidad de supuestos que pueden generar un mismo tipo de conducta, en este caso, el comportamiento violento. Me gustaría abordar la reflexión respecto de un comentario que hace el autor, el cual es el siguiente:

Asimismo, desde la perspectiva de la sociobiología se considera la agresión como un comportamiento con fines adaptativos que se ha desarrollado a lo largo de la evolución. Esta visión postula que, biológicamente, todas las especies animales participan en conductas agresivas, ya sea en forma de gestos amenazadores o de ataques reales dirigidos hacia otro animal; que existen bases biológicas de la conducta agresiva, y que determinadas estructuras cerebrales, así como diversas hormonas y neurotransmisores (sustancias que fungen como mensajeros cerebrales) las regulan.^[1]

Si leemos detalladamente podemos encontrar un punto de análisis cuando pensamos en la forma en la que algunos animales como forma de intimidación actúan ante sus semejantes , sin que exista realmente un factor que ponga en peligro su vida, si no por el contrario podemos apreciar como dicha violencia obedece mas a un factor social determinado por la consecución de la figura del macho alfa, o bien líder de un grupo u en otras ocasiones obedece al intento por parte del animal de marcar su territorio demostrando hostilidad ante los que a su parecer amenazan su hábitat.

Por tanto, puedo concluir que ambas características coexisten entre sí, sin que una afecte directamente la otra, es decir el ser sigue teniendo ese instinto de supervivencia que lo obliga a actuar ante determinadas amenazas, pero también en un contexto social, él puede mostrar un comportamiento violento como consecuencia de un pensamiento orientado a una conseguir una posición de dominación, más que de supervivencia.

En ese sentido llama mucho la atención identificar de acuerdo al autor cuales son los factores físicos que detonan la conducta violenta en una persona, pues es claro que dentro de esta clasificación encontramos ejemplos bastante cotidianos de como dicha conducta se hace presente en la manifestación de la vida cotidiana de la sociedad, desde la duración de un semáforo, que nos parece excesiva , hasta un ruido que nos puede parecer molesto , los factores externos juegan un rol trascendente en la respuesta conductual de una persona, y como individuos en sociedad poder identificar estos pequeños matices considero que puede ser de gran ayuda para identificar posibles amenazas a nuestro alrededor.

Por otra parte, los acontecimientos psicológicos resultan mas complejos, ya que, al no tener una manifestación física en la realidad, si no mas bien encontrarse inmersos dentro de la psique del individuo, cuesta mas trabajo poder identificarlos por parte de una tercera persona. Es por tanto que de manera personal poder lidiar con este tipo de factores se torna bastante complicado y tomando esto en cuenta es necesario buscar ayuda profesional que tenga como consecuencia poder controlar dichos impulsos y mitigar episodios de violencia que puedan poner en riesgo la propia integridad física del individuo, como de terceras personas a su alrededor.

Me agrada el análisis que el autor realiza respecto del enojo como motor de éxito, es decir, en algún momento todos hemos sido de una manera u otra blanco de alguna crítica, ya sea por bajo rendimiento o simplemente porque diversos factores fijan la atención en tu persona como el centro de los comentarios, desafortunadamente la dualidad de la vida logra que existan tanto comentarios positivos como negativos, el tema se presenta cuando los comentarios negativos son tantos que comienzan a afectar la perspectiva que el individuo tiene sobre si mismo, dejando que dichos comentarios empiecen a tomar parte del autoconcepto de una persona, cuando esto sucede he sido testigo de como una persona puede tomar esa critica y toda esa presión que ejercen sobre el , como trampolín, logrando alcanzar metas y conseguir logros que se presuponía no podría lograr, todo como consecuencia de utilizar ese enojo como motor de éxito y no al contrario como factor determinante del fracaso.

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