Mentes asesinas III.
Enviado por Marina Ochoa • 29 de Noviembre de 2016 • Ensayo • 901 Palabras (4 Páginas) • 373 Visitas
LA CUNA DE LA VIOLENCIA.
El texto comienza dándonos una introducción al tema en el cual se ha intentado investigar y abordar el fenómeno de la violencia desde diferentes perspectivas para comprenderlo de una manera integral, donde se acoten y se introduzcan los factores psicológicos en las variables sociales. Para llevar a cabo este tipo de investigaciones es importante tener en cuenta cómo los factores genéticos interactúan con los ambientales y la manera en que generan un campo propicio para la producción de violencia y de situaciones criminógenas.
Se nos habla sobre La violencia que esta puede ser tanto primaria como secundaria. Se considera violencia secundaria cuando es producto de otras conductas; Esto es, sin estar conscientes, algunas personas pueden tener conductas violentas como producto de otras alteraciones como la depresión, el abuso de drogas y alcohol; o puede haber golpes severos en la cabeza; padecer trastornos psiquiátricos (esquizofrenia, trastornos paranoides), o de personalidad, denominada personalidad limítrofe.
La causa de este tipo de violencia inicia con, la depresión y ataques de enojo, Conducta delictiva o criminal y consumo de sustancias tóxicas, Drogas y crimen, El nexo entre el consumo y la conducta delictiva se realiza en cuatro niveles: abuso, intoxicación, abstinencia y dependencia.
El abuso supone la sucesión de fallos en el cumplimiento labores cotidianas, bien sean profesionales, domésticas donde son típicos los delitos por omisión, negligencia y riesgo físico intrínseco. La intoxicación supone la presencia de síndromes específicos debido al consumo de la sustancia particular. En cuanto a la abstinencia, es evidente que se trata de las crisis ocasionadas por el cese o disminución del consumo de la sustancia y por último la dependencia la cual supone un deseo irrefrenable en el consumidor por conseguir la sustancia a toda costa, y por recurrir a mecanismos de tinte antisocial que inciden en su componente delictivo.
Avanzando nos adentramos a definirnos con nuestro sello personal, en donde está definido por rasgos emocionales y de comportamiento, relativamente estables y predecibles, que caracterizan a una persona, a la cual llamamos personalidad. Según La sociedad Internacional de Psiquiatría, se han identificado diferentes trastornos de personalidad asociados con la violencia, el primero de estos nos habla sobre los de tipo paranoide el cual consiste en un patrón de desconfianza y suspicacia que hace que se interpreten maliciosamente las intenciones de los demás. El tipo esquizoide corresponde a un patrón de desconexión de las relaciones sociales y de restricción de la expresión emocional.
El tipo esquizotíllico el cual implica un patrón de malestar intenso en las relaciones personales. los tipos antisociales el cual se refiere a un patrón de desprecio y violación de los derechos de los demás. Los tipos histriónicos. Constituye un patrón de emotividad excesiva y demanda de atención. Y por último los tipos narcisistas el cual corresponde a un patrón de grandiosidad necesidad de admiración y falta de empatía.
También avanzando en la lectura se nos habla sobre lo que es la personalidad limítrofe, tomando de referencia la lectura se nos dice que En la personalidad limítrofe las personas ven a lo blanco o negro: frecuentemente colocan a una persona en un pedestal y después la consideran el peor de los seres humanos. Los que padecen este trastorno también están sujetos a transiciones de agresión y periodos transitivos de paranoia, típicamente tienen una historia de relaciones intensas e inestables. En la personalidad limítrofe el síntoma clave es la contradicción.
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