Literatura

Características del cuento

Al ser humano de todos los tiempos y culturas le ha gustado siempre contar lo que le pasó, recordar su pasado y narrarlo a otros. El cuento como tal tiene sus orígenes desde que el hombre presenta la necesidad de explicar por medio de un relato su propia existencia, ya que a través de elementos simbólicos contados por medio de una historia podía comprender mejor su realidad, “nace de la gran creatividad que posee el ser humano de inventar, imaginar y relatar historias.” (Fournier, 2009, p. 50)

Sin embargo el concepto actual de cuento literario dista mucho de la idea que tenemos habitualmente del cuento tradicional u oral, el cual nos contaban antes de dormir o hemos escuchado en un relato mitológico, porque presenta características estéticas, estructurales y temáticas que le dan una forma muy diferente, constituyéndolo como un género literario. Esto se debe al cambio de mentalidad del devenir (proceso) histórico, las nuevas ideologías y formas de ver la vida.

Algo de esto explica Julio Cortázar citado por Salinas (2009, p. 54) al afirmar:

“Casi todos los cuentos que he escrito pertenecen al género llamado fantástico por falta de mejor nombre, y se oponen a ese falso realismo que consiste en creer que todas las cosas pueden describirse y explicarse como lo daba por sentado el optimismo filosófico y científico del siglo XVIII, es decir, dentro de un mundo regido más o menos armoniosamente por un sistema de leyes, de principios, de relaciones de causa y efecto, de psicologías definidas, de geografía bien cartografiadas. En mi caso, la sospecha de otro orden más secreto y menos comunicable, y el fecundo descubrimiento de Alfred Jarry, para quien el verdadero estudio de la realidad no residía en las leyes sino en las excepciones a esas leyes, han sido algunos de los principios orientadores de mi búsqueda personal de una literatura al margen de todo realismo demasiado ingenuo.”

Es decir, el cuento se convierte en un artefacto, con espacios vacíos que el lector debe llenar, hablando de aquello que es esencial en todos los hombres y que no se descubre a simple vista, por lo que hay que leer entre líneas para comprenderlo, provocando sorpresa o asombro en el lector, manejando el instante como medida del tiempo, “ …en el caso del cuento y la fotografía, lo más importante es todo aquello que no se dice, lo que apenas está sugerido por el lenguaje, lo que insinúan los personajes, pero que desborda el marco de la fotografía a los límites rigurosos del cuento.

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