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Los BRIC Y La Evolución Del Modelo De Acumulación Global.


Enviado por   •  16 de Septiembre de 2014  •  2.225 Palabras (9 Páginas)  •  282 Visitas

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I. Los BRIC y la evolución del modelo de acumulación global.

Primeramente se verán algunos aspectos distintivos del modelo de

acumulación global. Se define globalización como la forma de estructuración

internacional de la producción, los servicios y el comercio que sustenta el

funcionamiento de las cadenas globales de valor, o redes transnacionales. En

tal sentido Bhagwati nos dice: “la globalización económica se constituye en un

proceso de integración de economías nacionales a una economía internacional

a través del comercio, inversión directa extranjera (realizada por corporaciones

y empresas transnacionales), flujos de capital de corto plazo, flujos

internacionales de trabajadores y de personas, en general, y flujos de

tecnología” (Bhagwati, 2004).

La cadena global de valor, es la organización central del modelo de

acumulación global (Kaplinsky and M. Morris, 2002). A ella la caracterizan cinco

rasgos fundamentales intrínsecamente vinculados y mutuamente

condicionados: a) Estructura de eslabonamiento de las actividades económicas

b) Estructura y dinámica del proceso de creación y distribución de valor.

c) Control sistémico de la cadena: “governance”

d) Estructura de inserción competitiva en la economía mundial.

e) Estructura y dinámica del proceso de crecimiento y desarrollo en las

condiciones de la globalización: “upgrading”

La cadena global de valor, asumida como una estructura de eslabonamiento de

las actividades económicas, es una estructura organizacional de dinámica

continua que interrelaciona el conjunto de firmas e instituciones, cuyas

actividades peculiares son requeridas para generar un producto o servicio

desde su concepción hasta su venta final y en muchos casos, garantizar el

reciclaje de los residuos. Tal interrelación de firmas, organizaciones e

instituciones se sustenta en dos criterios de competitividad: a) la competitividad

sistémica, y la denominada “core competence”.

La competitividad sistémica alude a la competitividad integral de la cadena

global de valor, esto es, a la capacidad de la cadena de marchar acorde con las

determinantes que impone el paradigma tecnológico y el proceso de innovación

tecnológica. Bajo tal categoría se sintetiza al conjunto de procesos, normas y

prácticas que condicionan el rango de competitividad necesario de la cadena y

de todas las firmas que la integran, la eficacia y funcionalidad competitiva de

los vínculos que se establecen al interior de la cadena y la dinámica

competitiva de la cadena y de todos sus eslabones. La competitividad

sistémica, además, se asienta en los logros y avances de la innovación

organizacional que han dado lugar al sistema organizacional de producción

conocido como “World Class Manufacturing” o “Lean Production”, el cual

sustituye la producción en masa o producción en serie y los tradicionales

sistemas laborales taylorista-fordistas (Kaplinsky and M. Morris, 2002).

La competencia sistémica condiciona la participación y función de todos los

eslabones de la cadena y asume de cada uno de ellos una actividad

especializada, propiamente productiva o no, que define su competencia central

“core competence”. El criterio competitivo central de la firma, “core competece”, alude a la competitividad de la firma en su eslabonamiento a la cadena, y tal

criterio establece que la firma, como eslabón especializado de la cadena, debe

concentrarse sólo en aquellas actividades para las que posee habilidades o

recursos relativamente escasos, y debe, entonces, absorber y encontrar los

insumos y actividades complementarias a su actividad, en los canales y

procesos que la interrelacionan con el resto de las firmas que componen la

estructura y función de la cadena.

Las habilidades o recursos relativamente escasos que aporta la firma a la

cadena pueden ser de diversa índole: fuerza de trabajo especializada, fuerza

de trabajo preparada y de bajo costo, acceso a materias primas o recursos

naturales, capacidad de diseño e innovación, conocimiento del mercado,

disponibilidad de mercado, intermediación financiera, etc.

Hay un mutuo condicionamiento de la competencia sistémica de la cadena y

del “core competente” de la firma. En efecto, el “World Class Manufacturing”

como eje de la competencia sistémica de la cadena, es la forma organizacional

condicionada por el paradigma tecnológico vigente y por su dinámica, y, por

tanto, el criterio competitivo que impone el mercado y el modelo global de

acumulación a todos los contendientes. La competencia sistémica, condiciona y

discrimina, la actividad, eficiencia y eficacia de la empresa, su “core

competece”, pero supone, al mismo tiempo, la sinergia empresarial, el

“outsourcing”, y también, el acceso relativo, para las empresas insertadas en la

cadena, de la tecnología y la información que les asegura su presencia en el

mercado competitivo global.

La estructuración del proceso de trabajo que le es propia al modelo global de

acumulación, la cadena de producción o servicios, condiciona el proceso de

distribución de valor, pero por si misma no lo determina, en efecto, en las

condiciones del modelo global de acumulación, la cadena global de valor no es

sólo una forma organizacional y técnica del proceso de trabajo, sino que es

también un mecanismo de distribución del ingreso generado en la actividad

económica. En tal sentido los diversos eslabones de la cadena constituyen

receptores diferenciados del ingreso, cuya capacidad de absorción depende, no necesariamente, de su participación en el proceso de creación de valor, sino

de cuan fuerte sea la protección (barrera a la entrada) que la firma pueda tener

de su “core competente”, y de la significación peculiar que por diversas razones

pudiera tener la firma para la cadena.

Es obvio que un criterio como el señalado cuestiona los argumentos teóricos

que justifican la distribución diferenciada del ingreso en la cadena con el aporte

diferenciado de sus diversos eslabones al proceso de creación de valor, y que

de hecho “valorizan” y “desvalorizan” de manera más o menos arbitraria la

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