Los Hechos Y El Sentido
Enviado por lesly000 • 14 de Abril de 2014 • 1.349 Palabras (6 Páginas) • 409 Visitas
.1 Los hechos y el sentido. El derecho como discurso.
Para comenzar con este tema, existen varios conceptos que se tienen que definir de manera precisa para lograr el mejor entendimiento del presente tema. Estos conceptos partirán desde el lado de la Filosofía, y se concluirá de así lograrse en lado Jurídico, que al final del día es lo mas preferible.
Comenzaremos con el Hecho, para Wittgenstein, “lo que acaece”, todo lo que se da en el tiempo. El mundo está compuesto de hechos y a ellos se refiere el único conocimiento que tiene sentido (la totalidad de la ciencia natural).
Este concepto es muy importante en la filosofía de Wittgenstein y en todo el movimiento neopositivista. Por desgracia Wittgenstein no describe con claridad qué de¬bemos entender por hecho. Ya que distingue entre Tatsache (hecho) y Sachverhalt (estados de cosas); la traducción más habitual de “Tatsache” es “hecho”; “Sachverhalt” se ha traducido en castellano como “hecho atómico” y también como “estado de cosas”.
El mundo es el conjunto de los acontecimientos, de los hechos, y, en último término, de los estados de cosas existentes.
Los estados de cosas constan de cosas, son relaciones entre cosas. Los estados de cosas se describen mediante proposiciones atómicas y los hechos mediante proposiciones moleculares o complejas. Wittgenstein no pone ningún ejemplo de proposición atómica, ni de hecho atómico, ni de objeto, por lo que resulta imposible saber con exactitud a qué se estaba refiriendo.
Se han dado distintas interpretaciones de lo que Wittgenstein podría entender por objeto. Según esta interpretación, podemos identificar los objetos con las cosas de la vida cotidiana: un objeto es una botella, un árbol, una persona, un libro; un nombre es todo aquello que se refiere a entidades individuales: un nombre propio o un nombre común cualificado con una(s) palabra(s) que determinen o concreten su referente. De este modo la descripción de Wittgenstein quedaría así:
1. El mundo es la totalidad de los hechos; un hecho sería, por ejemplo, el estar colocados encima de mi mesa un libro, una pipa y un cenicero, y la proposición compleja o molecular que lo describe, “encima de mi mesa hay un libro, una pipa y un cenicero”;
2. los hechos constan de estados de cosas o hechos atómicos; un hecho atómico podría ser el estar la pipa en el cenicero, y la proposición elemental o atómica correspondiente, “la pipa está en el cenicero”;
3. los estados de cosas o hechos atómicos constan de cosas y de relaciones entre ellas. En el caso anterior las cosas u objetos son la pipa y el cenicero y la relación el estar uno en el otro.
Por otro lado para HUME, los hechos son los sucesos que ocurren en el mundo, los comportamientos de las cosas tal y como se muestran a los sentidos.
Los hechos físicos se dan en el tiempo y en el espacio, y los hechos psíquicos o mentales en el tiempo. Llamamos “experiencia” al conjunto de hechos percibidos.
A unos hechos les suceden otros hechos, pero el vínculo entre los hechos es contingente: es así, pero no es absurdo –no atenta contra el principio de contradicción– que pueda ser de otro modo. No hay que confundir lo extraño con lo absurdo: lo extraño o raro es aquello que no coincide con nuestras experiencias pasadas, lo absurdo es lo contradictorio, aquello que va en contra de las leyes fundamentales de la lógica.
Sólo podemos hablar de necesidades para referirnos a aquello cuya negación da lugar a contradicciones (por ejemplo, que la suma de los ángulos de un triángulo sea 180 grados es necesario porque la negación de esta característica es contradictoria con la idea de triángulo), pero de ninguna cuestión de hecho podemos decir que sea necesaria, puesto que toda cuestión de hecho se refiere no a una idea, sino al modo empírico de darse las cosas; esto quiere decir que por haber experimentado habitualmente que el fuego quema, no podemos decir que necesariamente deba quemar, que siempre, en todos los casos y en todo tiempo deba quemar.
Para Hume es posible todo lo que no es contradictorio, todo lo que no es absurdo: un triángulo cuadrado es un absurdo y nunca será posible; sin embargo que tras la noche no aparezca el sol no es absurdo, aunque desde el punto de vista de nuestra experiencia pasada sea extraño;
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