Los Jefes

El odio al jefe es muy común, pero qué es lo que realmente delata a un mal jefe...

Todo empleado tiene que lidiar con discusiones, horas extras, acatar órdenes y miles de cosas con tal de no perder su puesto. Desde luego que siempre existirán factores que nos hagan perder el amor hacia nuestra chamba y uno de los más comunes es “El jefe”.

El odio al jefe es muy común, sobre todo si esta persona que se encarga de “dirigir” a un grupo de empleados sobre todo si nos parece inepto, incapaz y se desquita con cualquiera que encuentre a su paso si tuvo un mal día.

Existen jefes que son exigentes, cuyo carácter da resultados muy buenos para la empresa, otros que le cargan la mano a los demás mientras ellos disfrutan de un jugoso salario, y otros que son tan accesibles, que su carácter hace de las 8 horas laborales algo fácil de llevar.

¿Por qué odiamos a los jefes? básicamente por cuestiones de empatía, ya que muchos jefes solo quieren ver el beneficio en su negocio sin atender a factores humanos. Si crees que tu jefe es de los peores del mundo, checa si cumple con alguno de estos cuatro puntos:

Pocas habilidades sociales:

Por lo general dan órdenes de mala gana, te tratan como un ser inferior, generan un ambiente laboral tenso e incluso evitan establecer un lazo de unión con (por pequeño que sea) entre el empleado y su jefe.

No cumplen lo que prometen:

Estos son más típicos. Te dicen que si entregas ciertos resultados en un tiempo récord, podrás tener un aumento salarial o que te pagarán horas extras si te quedas después de tu horario. Las semanas pasan y el empleado ve como su cuenta sigue igual. Por esta razón, muchos de ellos ven a sus jefes como seres mentirosos y que nunca cumplen su palabra. Y claro, como es normal, esto es algo que no les gusta.

No son líderes:

Este es uno de los roles principales que muchos jefes son incapaces de cumplir. Y es que, estos tienen siempre que asignar roles en un grupo, crear confianza entre los distintos integrantes, y liderarlos para la consecución de un objetivo.

¿Ascenso? ¿Qué es eso?

Cuando un jefe consigue su puesto de trabajo, ya no quiere saber ni de aumentos, ni de ascensos de ningún tipo. Y es que cuando ya están bien asentados, los “malos jefes” ya no se quieren exponer su preciado lugar promoviendo a sus empleados ya que esto podría suponer pérdida de poder por su parte. Algo de lo que nunca se querrán desprender.

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