Los Perros Locos

Titulo: Globalización y el centro Histórico

Fecha: 13/12/2011

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Valle de México. Fue una pequeña isla próxima a Tenochtitlán con destacados combatientes opositores a la invasión. Este legado aguerrido pareció trasmitirse a quienes ocuparían el área en los siglos venideros. Destacaron las grades luchas sindicales de los ferrocarrileros en las décadas que van desde los años treinta hasta los cincuenta del siglo xx. Como área urbana de la Ciudad de México de origen prehispánico, Tlatelolco tiene un gran significado nacional y una relevancia internacional. Su solo nombre revive pasajes de la historia de México.

El suceso de mayor connotación que sobre sale el propio nombre de Tlatelolco, a más de treinta años de la tragedia, es la masacre del 2 de octubre de 1968, umbral de la vida política y social del país en la segunda mitad del siglo xx. Fue un acontecimiento imborrable de las páginas de la historia, cuyos testimonios, que dan cuenta de una etapa de la vida nacional ahí escrita, son los espacios urbanos arquitectónicos de la unidad habitacional.

Al respecto, el ex presidente Luis Echeverría fue citado a declarar en la fiscalía para movimientos sociales y políticos del pasado para que responda por estos hechos. También fueron citados otros ex funcionarios para determinar el grado de responsabilidad en aquella matanza del 2 de octubre. También tuvo que ser requerido el ex presidente el 9 de julio de 2002 para declarar por los acontecimientos sangrientos del jueves 10 de junio de 1971, en la avenida san Cosme, contra estudiantes que se manifestaban desde el casco de santo tomas del instituto politécnico nacional. Esa matanza perpetrada el jueves de corpus Christi, siendo Echeverría presidente de la republica, tampoco fue esclarecida, ni los fueron castigados.

Los jóvenes de hoy y el pueblo en general no olvidan esa página de la historia ni el lugar de los acontecimientos de esos hechos sangrientos. Año con año lo recuerdan. Tampoco la masacre deja dormir tranquilos a los funcionarios responsables que aún quedan. Entre ellos a Echeverría. También la arquitectura de la escuela nacional de maestros y la vivienda circunvecina son los testimonios y depositarios de aquellos días. En Tlatelolco fue erigido un monumento a los dos caídos el 2 de octubre. En san Cosme, aun no existe el correspondiente monumento a los estudiantes y demás habitantes ahí inmolados. Habrá que construirlo.

Cada 2 de octubre es una jornada más de los sectores y clases sociales contestatarios que se manifiestan por las calles de la ciudad para recordar aquella fecha trágica que no se olvidara jamás. La conmemoración de esta fecha está programada con la participación de numerosos sectores populares, estudiantes y sindicatos para sumarse a las demandas sociales más sentidas que reclama la sociedad mexicana en la actualidad. Las imágenes urbanas de marchas en los espacios históricos de la ciudad, como las del 68, así como durante las dos últimas décadas, son una constante en la vida metropolitana en tanto no se esclarezcan los hechos de aquel suceso y los problemas de la economía sean resueltos. Historia y sociedad en los espacios y el centro histórico de la ciudad son las cuestiones urbanas predominantes en nuestros días a la luz y presencia de los testimonios arquitectónicos.

Lo mismo pasa con el mensaje de las distintas edificaciones que circundan el zócalo o el paseo de reforma. Trasmiten los diversos sucesos mediante la variedad de la arquitectura y la propia historia desde las edificaciones. Durante mucho tiempo expresaron los acontecimientos de la colonia mediante las construcciones de la época y después del

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