MALA LA ACTITUD

Generalmente, cuando un niño o adolescente se comporta de manera errónea, sus padres culpan de inmediato a la escuela y sus “malos” maestros, argumentando que la urbanidad es algo que deben enseñar y que es su deber mandar a casa hijos respetuosos, que los hagan sentir orgullo, porque para eso pagan, para eso se parten el lomo trabajando; pero los valores no deberían ser inculcados en el colegio sino también en el hogar, ya que esta es la célula fundamental de la sociedad y por eso debe ser la primera en formar ciudadanos integrales.

La mayoría de colegios en Colombia no tiene la urbanidad como un espacio en su plan académico y no dedican mucho tiempo a una completa formación de los estudiantes. En muchos centros educativos oficiales y no oficiales se presentan peleas constantes, ocasionando lesiones físicas y/o sicológicas a una parte de la población estudiantil, lo que hemos denominado matoneo, que no es más que falta de educación en el hogar y muestra de descuido por parte de los padres de familia, que en un país como este, tienen que trabajar todo el día para recibir un sueldo injusto, privándolos de pasar tiempo de calidad con sus hijos. Todos deberíamos regirnos por un mismo principio y poner en práctica los buenos modales que nos abrirán las puertas hacia el futuro.

La sociedad debe tener muy en cuenta que cada ser es una persona íntegra e individual que debe entender que la urbanidad es el arte de vivir bien y de ser dichoso en comunidad, para alcanzar esta meta debemos empezar por nuestros hogares, por esta razón cada persona puede interactuar con todos los miembros de la comunidad o sociedad en la cual vive pero respetando a los demás, para ayudar al país a avanzar debemos crecer como personas, y esto lo lograremos poniendo en práctica los hermosos valores que nos enseñan nuestros padres y allegados. Yo me comprometo a cambiar de actitud y dar todo de mí por una comunidad mejor, ahora sólo faltas tú.

(INSLAMI, Columna de Opinión: Marcela Atehortúa. Octubre 10 del 2013)

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