MANIOBRAS DE LEOPOLD

MANIOBRAS DE LEOPOLD

Palpación abdominal del útero grávido para el diagnóstico de la estática fetal.

Este procedimiento fue descrito por Leopold y Sporlin en 1894. La palpación se divide en cuatro maniobras. Aunque el examen abdominal tiene sus limitaciones (fetos pequeños, obesidad materna, polihidramnios y gestación múltiple), y es menos precisa que el examen vaginal, el procedimiento es seguro y bien tolerado y puede añadir información de interés para el cuidado durante el parto. Las maniobras de Leopold consisten en cuatro palpaciones del útero.

Se recomienda la exploración a partir de la 28 semana y sobre todo, al final de la gestación. Se obtiene información sobre la situación, posición, presentación y actitud fetal.

PRIMERA MANIOBRA: “¿Qué parte fetal ocupa el fondo uterino?”

Proporciona información sobre la presentación fetal. Se debe localizar el fondo uterino, identificando su situación en el abdomen y la relación entre polo fetal y pelvis materna.

SEGUNDA MANIOBRA: “¿Dónde está el dorso y las extremidades fetales?

Su objetivo es el diagnóstico de la posición, determinando la relación del dorso fetal con el abdomen materno y situación fetal, relación entre el eje longitudinal del feto con el de la madre. En esta maniobra identificamos el dorso del feto (superficie convexa, continua y lisa) y las partes pequeñas (superficie irregular con huecos y partes redondeadas).

TERCERA MANIOBRA: “¿Está el feto entrando en la pelvis?”

Diagnostica la presentación fetal. Se realiza determinando el polo fetal situado en el estrecho superior de la pelvis.

CUARTA MANIOBRA: “¿Dónde está la prominencia cefálica?”

Recoge información sobre presentación, posición y actitud fetal (grado de flexión del polo cefálico). Determinamos el grado de penetración de la presentación, altura y movilidad fetal en la pelvis materna (grado de encajamiento). Es la única maniobra que se realiza dando la espalda a la mujer.

EJERCICIOS FÍSICOS EN LA PREPARACIÓN PARA EL PARTO

La actividad física en la embarazada tiene como objetivo especifico el acondicionamiento del organismo en sus aspectos físico y emocional para contribuir a que el embarazo se vivencie de forma positiva y facilitar un parto y

puerperio normales.

El tipo y grado de actividad están limitados por la edad gestacional y la condición física previa.

Los ejercicios han de ser suaves y seguros, sin realizar un esfuerzo mucho mayor que la mayoría de las actividades cotidianas. Se han de practicar poco pero con frecuencia, respetando los mensajes corporales de cansancio o dolor y las contraindicaciones médicas, si existieran.

Dentro de las actividades que las embarazadas pueden realizar encontramos la marcha y carrera suave o deportes no competitivos como la natación.

Los ejercicios gimnásticos que se realizan en la Educación Maternal son movimientos y posturas que se realizan para trabajar grupos musculares concretos (cuello, hombros, columna vertebral, abdominales, suelo pélvico...). Pero también se trabaja la higiene postural en el embarazo y fuera de él.

BASCULACIÓN PÉLVICA O GIRO PÉLVICO

Ayuda a prevenir y reducir la tensión de la espalda, ya que refuerza los músculos abdominales.

Ejecución: tumbada sobre la espalda apoyando los pies en el suelo y flexionando las rodillas; la mujer disminuye la curvatura de la espalda y disminuyen las tensiones y molestias. En esta posición se tensan los músculos abdominales a la vez que se aprietan y meten las nalgas. La alineación corporal que se consigue debe mantenerse el máximo tiempo posible durante todo el día.

Se puede realizar este ejercicio sentada en una silla o apoyando la espalda contra una pared.

EJERCICIOS ABDOMINALES

Uno de los ejercicios básicos que aumentan el tono muscular abdominal consiste en apretar los músculos abdominales con cada respiración. Esto puede realizarse en cualquier posición pero es recomendable aprenderlo cuando la gestante está en supino.

Los ejercicios abdominales parciales refuerzan el tono muscular abdominal y se deben realizar según los niveles de comodidad individual. Se pueden hacer hacia delante o en oblicuo (brazo hacia pierna contraria).

Es importante realizarlos lentamente, en tandas de cinco y evitar tensiones y cansancio excesivo.

EJERCICIOS PERINEALES= EJERCICIOS DE KEGEL

El reforzamiento de la musculatura perineal, lo que también se conoce como ejercicios de Kegel, refuerza el músculo pubococcígeo y aumenta su elasticidad. La mujer puede sentir el grupo muscular específico que va a ejercitar cuando interrumpe la micción en la mitad de la misma. Sin embargo, no se aconseja realizar los ejercicios de Kegel durante la micción porque esta práctica se ha asociado a éxtasis de orina e infección de vías urinarias.

Ejecución:

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