MENDICIDAD INFANTIL EN BOGOTA D.C

MENDICIDAD INFANTIL EN BOGOTA D.C

En la ciudad de Bogotá es común ver familias extranjeras, indígenas y de escasos recursos, que recurren a la mendicidad para conseguir dinero que les permita satisfacer sus necesidades básicas. Por lo tanto, resulta impactante las caras de niños que por decisión ajena resultan inmersos en esta práctica; esto, ha tomado más fuerza en los últimos tres años, producto del éxodo venezolano. Sin dejar a un lado las problemáticas internas del país como lo son, el acceso a la educación, el desplazamiento forzado, la desigualdad social, el desempleo, y el apoyo del gobierno a pueblos indígenas; esto lleva a cuestionar si este suceso afecta el desarrollo infantil en Bogota.

Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el delito (UNODC), define la mendicidad infantil como: “la acción ajena que se presenta cuando la víctima es coaccionada contra su voluntad”. Según esto, es probable que en el país la niñez se encuentre involucrada en esta práctica en contra de su voluntad. El instituto de bienestar familiar (ICBF) acogió 6541 menores de edad, victimas de trabajo infantil, en el último año. Teniendo en cuenta que la mayoría estaban concentrados en Bogotá según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Esta actividad afecta directamente al desarrollo físico, cognitivo, psicológico y social de los niños y jóvenes.

En Bogotá se ha reflejado el aumento en los índices de mendicidad en los menores de edad, a  causa de varios factores, como la escasez de recursos, penurias económicas, entre otras. En la localidad de Santa Fe se sitúa la mayor parte de esta población y por ende los niños o niñas se ven gravemente afectados por esta labor de trabajar día a día arduamente, a costa de vivir de las migajas de los ciudadanos que transitan regularmente por esta zona, otra zona donde se puede ser testigo a diario de esta situación sin duda alguna es el medio masivo de transporte Transmilenio, expuestos a algún tipo de peligro en la medida de pedir algún tipoi de moneda, podemos verlos en su rutinaria vida. Los semáforos son otros de los sitios comunes y distinguidos donde frecuentan los menores, ejerciendo su labor  inseguros y a la intemperie.

Es importante resaltar que la problemática de la mendicidad infantil en Bogotá es crítica y que los índices han venido en alza en los últimos dos años producto de la migración venezolana a Colombia por la crisis que enfrenta en el vecino país. La alcaldía de Bogotá ha realizado diferentes estrategias para combatir la mendicidad infantil en la capital, según el diario digital de mayor importancia en materia económica y política del país, Portafolio.com; en una publicación realizada el 8 de Noviembre del año 2019, suscita que no solo la localidad de Santa Fe, tiene estas complicaciones sociales, sino, que la Secretaría Distrital de Integración Social ha identificado 19 puntos críticos de mendicidad infantil en la ciudad donde las problemáticas más potentes se han evidenciado en las localidades de Fontibón, Santa Fe, Chapinero, Usaquén y Suba. Evidentemente se logra pensar que para las personas que obligan o usan a los niños como herramienta para conseguir más flujos de dinero a través de la práctica de la mendicidad, resulta siendo probablemente rentable. Si la sociedad sigue entregando dinero por compasión, esta problemática social no disminuirá; si el éxodo venezolano sigue en aumento a las capitales de los países vecinos, esto no disminuirá; si el desplazamiento forzado y la falta de fácil acceso a la educación en poblaciones campesinas no se mitiga, esto no disminuirá; si la falta de preocupación del gobierno con las poblaciones indígenas vulnerables no presenta mejoría, esto no disminuirá, si los niveles de desempleo siguen en aumento según cifras del DANE, esto no disminuirá; ya que la gente terminará desplazándose a las capitales más importantes del país como lo es Bogotá en busca de mejores oportunidades.

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