MUJER INDIGENA

La violencia intrafamiliar son fenómenos que inevitablemente se han presentado generación tras generación en nuestra sociedad colombiana. Son problemáticas sociales que han aumentado a través de los años en el territorio colombiano, en donde se entremezclan diversos elementos, de orígenes diversos y con varios componentes.

Factores como el desempleo, el desplazamiento, la marginación, la falta de oportunidades laborales, la desintegración familiar, el conflicto armado y sumado a esto la falta de conocimiento por parte de la gente en relación al marco legal y la normatividad existente frente a la protección de sus propios derechos; generan inevitablemente que situaciones como la violencia intrafamiliar, pero sobre todo la violencia contra la mujer.

Según el informe del Instituto Nacional de Medicina Legal en Colombia (INMLCF) en el 2014 fueron asesinadas 1.007 mujeres, se registraron 37.881 casos de violencia contra las mujeres en el ámbito de la pareja y 16.088 casos de violencia sexual fueron contra mujeres, el 86% del total de las víctimas de este delito, siendo además las niñas y las adolescentes las principales afectadas por esta forma de violencia. Las cifras arrojadas por el Registro Único de Víctimas (RUV) de la Unidad de Atención y Reparación integral a Víctimas (UARIV) a diciembre de 2013, las cuales reflejan los hechos de violencia registrados mas no necesariamente los ocurridos, dan cuenta de 2.965.646 mujeres víctimas del conflicto armado interno. Así mismo, de acuerdo con las cifras recogidas para la elaboración de la política pública de equidad de género para las mujeres, de las 1.497 personas asesinadas pertenecientes a grupos indígenas un 76% fueron mujeres.

La violencia se agrava en países en conflicto como Colombia. Los efectos de la violencia contra la mujer y de la violación de sus derechos humanos en tal contexto los experimentan mujeres de todas las edades. Son víctimas de actos de asesinato, terrorismo, torturas, desapariciones involuntarias, esclavitud sexual, violaciones, abuso sexual, embarazos y abortos forzados.

La violencia contra las mujeres indígenas debe ser observada como un fenómeno complejo, en el que intervienen principalmente factores relacionados con las personas y la cultura caracterizada por los efectos de la dominación aún más acentuados e interiorizados dentro de sus imaginarios colectivos. Teniendo en cuenta que son más vulnerables en temas relacionados con la participación en cargos de liderazgo y representación comunitaria, donde se ejercite el derecho a elegir y ser elegida, así mismo al interior de las comunidades indígenas las mujeres generalmente ignoran sus derechos sexuales y reproductivos, la autonomía económica, el derecho a una vida libre de violencia y las garantías sociales que le permitan ejercer estos derechos de forma efectiva.

Se encuentra suficientemente documentado que la Violencia Contra

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