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Mas de un siglo de tradiciones


Enviado por   •  13 de Marzo de 2017  •  Ensayo  •  2.872 Palabras (12 Páginas)  •  206 Visitas

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 Más de un siglo de Tradiciones

Kosca es una apartada localidad de la comuna de Ollagüe, ubicada casi en la frontera con Bolivia a 3500 metros sobre el nivel del mar, a 220 kilómetros al noreste de Calama y a solo 20 minutos de Ollagüe. Una comunidad con orígenes inciertos, pero cuya existencia perdura y continua por el relato oral de los habitantes más emblemáticos del poblado.

El tópico Kosca tiene varias interpretaciones por parte de los lugareños, una de ellas es ´Lugar de encuentro´, también ´Punto de Reunión´

En 1912, hace 104 años, comienza a plasmarse los primeros trazos de esta historia. En plena cordillera chilena, a pasos de la frontera con Bolivia, pisa por primera vez esta extensa franja de tierra, Macario Blas Ochoa, argentino nacido en Rosario, quien es acompañado de su pareja Matiaza, boliviana nacida en San Pedro de Queme.

Macario se dedicaba a la extracción de manganeso en Kosca viejo y cada fin de semana volvía al pueblo de Kosca. En aquel entonces trabajaba con Santos Bello un lugareño que era conocido por predecir los acontecimientos a los habitantes de Kosca a través de cartas y de las hojas de coca.

Posteriormente deciden delimitar el terreno, cercando la extensa vega. Este bajo terreno apto para el cultivo fue la columna vertebral del poblado, iniciándose así una historia cargada de simbolismos y particulares personajes.

Un día, como de costumbre Macario saca a pastar a sus animales y cerca de la gruta entre las tolas o arbustos se encuentra la imagen de la Virgen de Andacollo envuelta en un pañuelo de seda de color verde.

Respecto a este episodio también indica el relato popular que, a unos metros de la zona de pastoreo, donde Macario encuentra a unos arrieros argentinos que llevaban una estampita de la virgen, imagen que le regalan, cubierta con un pañuelo de seda. La petición de los arrieros fue clara: cuidarla y venerarla. Aun cuando las versiones son distintas, lo cierto es que fue ese momento el que dio origen a una fe que se mantiene hasta hoy.

En 1920 muere Matiaza, transcurrido un tiempo conoce a Manuela Contreras Flores, nacida en Tupiza, Bolivia, con quien contrae matrimonio y también comparte la fe por la Virgen. Ambos se hacen cargo de la imagen, que adquiere un nuevo significado para el poblado: Una patrona que cuidaría de sus habitantes y los protegería, desde entonces es conocida como la Virgen del Rosario de Andacollo de Kosca.

El 2 de febrero de 1921 se construyó un altar a la Virgen, doña Manuela ofrecía una misa en San Pedro de Queme durante 2 años, posteriormente el pueblo de Kosca se transforma en el lugar de definitivo de permanencia, donde hasta el día de hoy, se revive la celebración cada octubre y diciembre.

Las tradiciones en un comienzo eran sencillas, solo consistían en una pequeña liturgia que utilizaba parte de las solemnidades católicas para honrar a la Virgen del Rosario de Andacollo de Kosca, sin embrago los ritos quechuas fueron la base religiosa de toda manifestación. En 1926 se formó el primer baile religioso, el Llamero, encabezado por Germania Núñez. Que se transformó así en la primer alférez de la sala del llamero. Este es el origen de la comunidad quechua de Kosca.

Inicio de las Tradiciones.

Si bien a don Macario le entregaron una estampita de la Virgen de Andacollo, actualmente se utilizan cuatro imágenes con sus correspondientes mantos en las festividades, y que llevan el nombre en el siguiente orden: Alférez, Mayordomo, Otava y Llamero, este orden se debe respetar en todos los ritos.

La veneración a la virgen se divide en dos grandes momentos: el inicio de las Costumbres en octubre y en diciembre, durante la fiesta principal. El resto del año la devoción y las ofrendas hacia ella se mantienen. Para esto los kosqueños definen cargos o funciones, como es el caso de los alférez, sirvientes o pasantes, quienes mantienen en sus casas de la ciudad de Calama los cuatros mantos en lugares distintos.

Los mantos son debidamente resguardados y bendecidos y en especial cada sábado del año se ilumina de plegarias y velas, esto cambia por una misa realizada el último sábado antes del primer fin de semana del mes de octubre, en lo que será una liturgia de despedida de los mantos y el comienzo de las Costumbres.

Primera Costumbre

Actualmente en Kosca viven dos o tres personas durante todo el año, sin embargo, en octubre, cuando comienza la primera costumbre llegan más de 200 devotos. La tradición inicia la madrugada del primer sábado de octubre en Calama, desde cada una de las 4 salas que mantuvieron a los cuatro mantos, comienza el peregrinaje a Kosca, acompañados de sus correspondientes pasantes.

Todos los acompañantes se encontrarán en la primera parada, tras recorrer de dos a tres horas desde Calama. Esta detención se realiza a unos 15 kilómetros del poblado de Kosca, lugar donde se encuentran los recibientes, que entre las diez y doce horas, se encargan de ¨La primera Costumbre¨. Entre sahumerios, el riego de la Tierra con alcohol y otras especias se limpia el camino y se rinde tributo a la Pachamama, la madre Tierra.

En este lugar se instalan los cuatro mantos, en frazadas de lana o aguayos. Entonces tanto los Alférez como los Recibientes y Salientes tomaran posición detrás de cada uno de los Mantos, manteniendo el orden de Alférez, Mayordomo, Otava y Llamero, elevando la consigna ¨Que sea buena hora¨, la que se repite varias veces durante la ceremonia, como un llamado a la prosperidad y parabienes de los fieles.

El orden de cada una de las costumbres se repetirá también para la fiesta principal que se lleva a cabo el 26 de diciembre. Esta fecha congrega el mayor número de fieles llegando a más de 1000 personas.

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Segunda Costumbre

Luego de 2 horas desde el inicio de la Primera Costumbre, se continua la procesión. Este último tramo, el que se realiza a pie, caminaran hasta el siguiente punto de encuentro, donde ocurre la Segunda Costumbre.

Bajo la misma frase ¨Que sea Buena Hora¨ con los mismos protagonistas, suben a un cerro cercano y repiten el ritual de los Mantos, luego descienden y vuelven al lugar original.

En ese momento los Pasantes de las 4 salas, presentan a los Recibientes quienes se encargarán de la fiesta el próximo año. Es a ellos a quienes entregan el Manto, agradeciéndoles por el camino recorrido.

Posteriormente, alrededor de los 4 Mantos, se conforma un semicírculo para continuar con la consigna del ritual. Un abrazo entre todos los presentes, es señal del desarrollo de la Segunda Costumbre. Los Pasantes de casa sala levantan los Mantos. Los hombres llevan los aguayos en los brazos y las mujeres se cubren con paños blancos para recibir sus respectivos Mantos y emprender el camino final hacia el pueblo. Durante el camino los fieles cantan y rezan con alegría.

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