Mercantilismo

MERCANTILISMO

Como primicia debemos mencionar que el mercantilismo en un inicio nos parece interesante por sus ideas económicas ya que creemos que pudieron dar inicio a las que hay hoy en día, así como futuros economistas es importante conocer la historia de como han evolucionado dichas ideas económicas

La década de 1700 en Inglaterra ha sido un periodo de monumentales cambios. Se introdujeron muchas ideas novedosas y la economía experimentó cambios significativos. Una iniciativa significativa de la década de 1700 ha sido el mercantilismo. El mercantilismo es una doctrina económica que apuntaba a la estrategia de las naciones en el comercio, básicamente a través de la industria y la agricultura, es la creencia de que la riqueza de un territorio se mide por sus reservas de oro y plata. En un inicio y como contexto encontramos que en la década de 1700 en Inglaterra fue un periodo de monumentales cambios. Se introdujeron muchas ideas novedosas y la economía experimentó cambios significativos. Una iniciativa significativa de la década de 1700 ha sido el mercantilismo. El mercantilismo es una doctrina económica que apuntaba a la estrategia de las naciones en el comercio, básicamente a través de la industria y la agricultura, es la creencia de que la riqueza de un territorio se mide por sus reservas de oro y plata. El mercantilismo expresó los intereses del capital mercantil. El desarrollo del comercio y del crédito fue paulatinamente permitiendo que las ciudades medioevales se fueran especializando y enlazando e incluso se establecieran fuertes alianzas entre ellas, de modo que favorecieron la expansión de las relaciones internacionales del comercio y el crédito y, con ello, la aparición de una potente clase de capitalistas mercantiles y prestamistas. Una vez que el capital industrial y, consecuentemente, la industria, prevalecieron sobre el comercio, el capital comercial fue subordinado por el primero, dando lugar a la rápida desaparición del mercantilismo. No obstante, el mercantilismo es un sistema económico que tiene muchas creencias distintas y no se limita solo a estas ideas. Independientemente, es un sistema económico fundamental pues perjudica la manera en que un territorio comercia con otros territorios y usa sus recursos, perdiendo importancia hasta que fue eliminado por otros sistemas, las proposiciones de los mercantilistas han sido tildadas de medias verdades. Adam Smith  (Smith, 1994)criticó severamente a la clase mercantil, porque con sus argumentos sofísticos lograba actuaciones políticas favorables a sus intereses, pero contrarias a los del pueblo. Además, señala que “con arreglo a las máximas del sistema mercantil, el interés del consumidor se sacrifica constantemente al del productor”. Y en efecto, los comerciantes y manufactureros exentos de prejuicios morales tendieron a justificar prácticas monopolísticas (para así obtener ganancias personales, antes que atender al beneficio general) con la excusa de favorecer los intereses nacionales.

El mercantilismo posee un doble carácter; es una Economía Política que expresa los intereses del capital comercial –según palabras de Marx, el primer estudio teórico del régimen de producción capitalista- y, al propio tiempo, constituye la política económica que mantuvieron los Estados durante el período final del feudalismo y del surgimiento del sistema capitalista.

A diferencia de los señores feudales, quienes identificaban la riqueza con la tenencia de bienes para su uso y disfrute, los mercantilistas identificaban la riqueza con la tenencia de dinero, que vendría a ser algo así y el crecimiento de la economía mercantil, dejando atrás la economía natural, pues todo el mercado necesitaba dinero.

UNA VISIÓN GENERAL

Aunque tuvo algunos efectos positivos, el mercantilismo fue principalmente negativo porque impuso fuertes a la importación y exportación y conflictos internacionales. Esto reducirá la pobreza debido a la falta de recursos y eliminará la prosperidad general, ya que reducirá la inversión en infraestructuras productivas. Por otro lado, impuso polémicas reglas de comercio internacional que dificultaron el intercambio cultural entre pueblos distintos e incentivaron el envite xenófobo. Una de las creencias centrales del mercantilismo es que la riqueza de una nación se mide mejor por sus reservas de preciosos rieles. (Perking, 2021)

De esta manera, las naciones intentarán acumular la mayor cantidad posible de oro y plata, lo que aumentará su prestigio y atractivo para los socios comerciales. España, después de la conquista de gran parte del continente americano tuvo acceso a inmensas riquezas en oro y plata que llegaban con regularidad a la metrópoli. El problema, pues, no era cómo conseguir un tesoro que engrandeciera a la nación, sino cómo evitar perderlo. Por ejemplo, en 1732, Jorge II dijo a sus asesores que deseaba "contener" a los franceses en Europa porque se estaban volviendo demasiado poderosos. Agregó que quería asegurarse de que su nación no tuviera que depender de nadie para su protección. También declaró que deseaba mantener sus reservas de oro en la Torre de Londres para que ninguna nación pudiera apoderarse de ellas primero (Jorge, 2007)

Otra forma en que las naciones aplican sus creencias sobre la riqueza es manipulando el comercio con otras naciones. Por ejemplo, durante las Guerras Napoleónicas, Gran Bretaña manipuló el comercio con sus socios comerciales para aumentar la producción de lana mientras restringía las importaciones de todo menos carbón y suministros navales. Luego vendió el exceso de lana con una ganancia y usó las ganancias para comprar suministros navales. De esta manera, protegió sus líneas de suministro mientras generaba ganancias para su nación. (Henry, 1831).

El mercantilismo también incluye la idea de que los recursos en tierras extranjeras pertenecen a su 'madre patria'. Esto significa que, como patria de una nación, tiene derecho a controlar estos recursos por el bien de su pueblo. Si un colono o comerciante no desea hacer lo que se le dice, puede encontrarse bajo ocupación militar o incluso ser enviado de regreso a su país de origen o miembros de su familia que necesiten suministros. Por ejemplo, durante la Guerra de 1812 entre los Estados Unidos y Gran Bretaña, ambas naciones bloquearon los puertos de la otra y robaron lo que pudieron de los barcos de cada nación en su camino a casa. Durante el bloqueo frente a Nueva Orleans, muchos barcos estadounidenses descartaron alimentos y suministros después de que no pudieron navegar debido a los daños sufridos durante el combate con barcos británicos. Esto resultó en un desastre humanitario para muchos estadounidenses desplazados que no tenían adónde ir en busca de ayuda ni ningún tipo de suministro. (Rondo Cameron, 2014) (Velencia, 2020)

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