Mexico 1970- 2006

1. Los sexenios de la crisis: (1970-1988).

Lo cierto era que México poco a poco iba creciendo intentando dejar atrás los diversos conflictos sociales que se presentaron durante el régimen de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970). Pero cuando Luis Echeverría Álvarez toma posesión de la presidencia mexicana, en su afán de querer darle una nueva imagen al partido oficial (PRI), elige el camino equivocado poniendo en marcha el Modelo de Desarrollo Compartido con esto se pretendía iniciar una etapa de supuesta apertura democrática sin pensar que esto generaría más manifestaciones sociales y por lo tanto más violencia. Como parte de su modelo aumentó los derechos al proletariado con la creación del Infonavit, este para poder adquirir una vivienda o reparar un inmueble. Para entonces, era ya un reclamo social que se evitaran los abusos de malos

comerciantes o prestadores de bienes y servicios, por ello fue creada la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), cuya misión es evidente

Proteger los derechos del consumidor y fomentar el consumo inteligente, procurando la equidad y seguridad jurídica entre proveedores y consumidores. Sin embargo los malos tratos permanecen la equidad no existe y por lo tanto el pueblo mexicano sigue en las mismas, la pobreza continua esforzándose mientras a la iniciativa privada se le siguen llenando los bolsillos, cero esfuerzo en ella empleando palabras astutas, documentos alterados de gran engaño. Tal es el caso cuando al final del sexenio echeverrista, el gobierno se enfrentó a un poderoso grupo empresarial el cual estaba en contra de la Ley General de Asentamientos Humanos ya que la misma atentaba contra sus intereses poniendo en peligro la propiedad privada, que mediante negociaciones posteriores el gobierno la hace menos rígida incluso la modifica. Asimismo para equilibrar la economía se intentó incrementar las exportaciones de productos nacionales lo cual no se cumplió. Se abandonó el campo por la idea de que el aumento de divisas reduciría la inflación y haría crecer económicamente al país, pero Echeverría no contaba que los inversionistas extranjeros por falta de confianza retirarían sus capitales. Esto provocó aparte de una inestabilidad económica deprimente representada con la devaluación del peso frente al dólar que cayó de 12.50 a más de 26.00 pesos; de esta forma se aumentó considerablemente la deuda externa de 4262 millones de dólares a más de 20 mil millones de dólares a mediados de 1976.

Más tarde el ex presidente José López Portillo quien gobernó de 1976 a 1982 continuo con la misma política interna, algunas ideologías distintas tal es el caso de la conducción equivoca de la economía, primero con el plan de Alianza para la Producción donde el presidente solicitaba la participación y unión de los empresarios y trabajadores. A los primeros les recomendó incrementar su producción e inversiones; a los segundos, a reducir sus exigencias de incremento salarial. Pero como no pedir aumento de sueldo si se acrecentó el precio de más de cien productos básicos, la molestia del proletariado seguía patente y las exigencias mucho más grandes. Posteriormente en 1982 se hizo la petrolización de la economía, con la llegada de la crisis mundial, debido al incremento del petróleo que afectó a diferentes países, desequilibrando el comercio e industria. De esta manera se implementó un nuevo plan económico favorecedor para México.

Se considero que el territorio nacional flotaba en un mar de petróleo y gas, y que esa riqueza salvaría al país de la crisis. Así, se empezaron a construir más refinerías y plantas petroquímicas en las zonas petroleras; estas instalaciones eran necesarias para el desarrollo nacional, pero era un error que todas las actividades económicas y financieras del país giraran entorno a la explotación y exportación de productos petroleros. No se niega que se trajo muchos beneficios económicos al país pero esos mismos fueron momentáneos, ya que en el periodo presidencial de 1982 a 1988 donde gobernó Miguel de la Madrid Hurtado cayeron los precios del petrolero, y esto dejo una terrible crisis en México.

Más tarde a un año de su mandato se implementó el Plan Nacional de Desarrollo con el que se buscaba frenar la crisis, rescatar la capacidad de crecimiento económico social y político, pero el diagnostico fue equivocado puesto que los problemas superaban las perspectivas del gobierno, la crisis ganó una vez más misma que perdura hasta nuestros días. Para cumplir los objetivos del Plan Nacional de desarrollo México se incorporo al Acuerdo General sobre Aduaneros y Comercio (GATT), lo que aparentemente eliminaría el proteccionismo a los empresarios nacionales, al fin de elevar la competitividad de los productos nacionales, pero esto fue contraproducente ya que los productos mexicanos no tenían la tecnología ni la calidad suficiente para competir con los productos de los países más desarrollados. Con esto se integró al país en la dinámica del neoliberalismo.

“En cuanto a la devaluación del peso frente al dólar, en 1982 esta moneda se cotizaba a 150.00 pesos pero en este sexenio supera los 2000.00 pesos”. Sin dejar de lado el terremoto de 1985 con movimientos de 8.1 grados en la escala de Richter que destruyó aproximadamente 30 mil estructuras y dejó con daños parciales a cerca de 68 mil, se derrumbaron edificios, televisoras, hospitales dejando huellas en Jalisco, Michoacán y Guerrero. Desde principios de los años 70´s el país circulaba por un camino lleno de obstáculos algunos superados pero otros estancados donde la crisis siempre era el factor determinante de la situación del país.

2. La Modernización Neoliberal: 1988-2006.

La administración de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) presento una etapa llena de oposiciones: por una parte, el intento de elevar a nuestro país a la modernidad económica a través de su integración al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá; por otra parte, la crisis política que se resolvió mediante la violencia y el crimen provocado por movimientos de resistencia social. Salinas se creía un excelente administrador, por lo cual se reunió con el sector obrero, campesino y empresarial para presentar el nuevo Plan de Solidaridad que recibió el nombre de Pacto para la Estabilidad y Crecimiento Económico (PECE), este concedió un aumento salarial del 8% al salario mínimo, así como el incremento

en el precio de varios servicios públicos, lo cual molesto al proletariado se opuso a esta situación salarial exigiendo el 100% de aumento en sus salarios. Situaciones como esta hace que la misma sociedad despierte en su interior un poco de preocupación, exigencia y en parte unión por la situación económica social y política del país, pero al fin y al cabo crea inestabilidad

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