Michael Walzer Analísis Contemporaneo “Bajo la Legalidad”
Enviado por Maria Jose Ospino • 25 de Julio de 2016 • Reseña • 1.522 Palabras (7 Páginas) • 268 Visitas
“Bajo la Legalidad”
El escandalo político de mayor trascendencia en el país ha sido la parapolítica. Desde 2006 miembros de las fuerzas armadas, del congreso y de diversos gobiernos seccionales han sido acusados de tener vínculos con grupos paramilitares de extrema derecha. Estos grupos armados ilegales se caracterizaron por cometer actos atroces como masacres, asesinatos y desplazamientos forzados con el fin de extender su poder en el territorio nacional y erradicar a las guerrillas de izquierda que controlaban muchos sectores rurales del país. La parapolítica ya ha condenado a varios ex funcionarios por ser partidarios de este tipo de violencia que dejo cicatrices irreparables en varios sectores del país. Sin embargo, todavía quedan responsables quienes no solo gozan de la libertad, si no que disfrutan de posiciones privilegiadas en los sectores políticos del país. Uno de ellos es el Senador Álvaro Uribe Vélez. El equipo de Redacción Política del diario El Espectador público el artículo: “Seguramente si me hubiera reunido con paramilitares habríamos acabado con la guerrilla”: Uribe, relacionado con el tema de la parapolítica. En este artículo se exponen las declaraciones del Senador quien desmiente las acusaciones en su contra y cuestiona las decisiones de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín, por ratificar la solicitud para su investigación. En el artículo hacen mención de las acusaciones por la presunta participación de Uribe como partidario de la Operación Orión, ejecutada por el ejercito nacional con el apoyo de los grupos paramilitares contra la comuna 13, y de la masacre de El Aro, la cual ocurrió bajo su jurisdicción como gobernador de Antioquia. De igual manera, Uribe acusa al magistrado Pinilla Cogollo de condenarlo por razones electorales, y sin haber escuchado su versión de los hechos. Además, desmiente todos los hechos por los que se le acusa, pero afirma que la operación militar en la Comuna 13 es conocida por todo el país, y que auspiciada por su gobierno fue la que le devolvió la paz y la seguridad a la ciudad. Por sus declaraciones Uribe da a entender que la operación Orión fue necesaria y que no hubo excesos del Estado. (El Espectador, 2015)
El dilema de las “manos sucias” expuestas en la obra de Michel Walzer “Political Action: The Problem of Dirty Hands”, es caracterizado como un distintivo central de la vida política que no solo surge como respuesta de una crisis, si no de forma frecuente y sistemática. En la teoría de Walzer se concibe al político como el responsable de actuar a favor de su electorado, así deba mentir o presionar para el beneficio de ellos. Aunque en la practica suele ser mas común que el político actué individualmente para salvaguardar el poder y la gloria que le otorga la capacidad de gobernar sobre otros. En este sentido, el político victorioso suele usar la violencia o la amenaza del uso de la violencia no solo contra otros Estados para proteger la soberanía nacional, si no contra el mismo pueblo, aparentemente para responder a un bien común. (Walzer, 1973)
El dilema moral de las manos sucias se le presenta al político que enfrentado a circunstancias que lo ameriten debe optar por acudir a acciones inmorales y cumplir con los deberes a su cargo, o proceder con acciones morales y no hacerlo. Se interpreta de Walzer que no existe la posibilidad de gobernar de modo moral, así no todos lo perciban de esta manera. Es decir, un político debe acceder a acciones inmorales para cumplir con sus responsabilidades y obtener resultados favorables en términos de utilidad. El dilema de las manos sucias es para Walzer exclusivo para políticos morales, debido a que los hombres exclusivamente morales no se ensuciarían las manos y los políticos pretenderían que las tienen limpias. Bajo esta distinción se abre la discusión de los argumentos que justifican y que excusan las manos sucias. En primer lugar, los argumentos que justifican al político de manos sucias, son aquellos que niegan el hecho e implican que nunca hubo una falla de parte del político. Estos argumentos que justifican en general son desfavorables, y hacen referencia a los simples políticos que niegan actuar de manera inmoral, incluso cuando es necesario. En segundo lugar, los argumentos que excusan son aquellos que utiliza el político para admitir que se cometió la falla pero con la intención de disminuir o bloquear las consecuencias negativas. En este sentido, los argumentos que excusan son utilizados por los políticos morales que pretenden asumir la responsabilidad de haber incurrido en actos inmorales bajo circunstancias que lo ameritaban. Walzer cita las concepciones de tres importantes pensadores de la política, Maquiavelo, Weber y Camus, como argumentos que excusan al político de manos sucias. De Maquiavelo destaca su afirmación “Cuando el acto acusa, el resultado excusa” donde se concibe el acto como inmoral, pero beneficioso para la política. Con Weber hace énfasis en la política como vocación que implica la renuncia al alma y la religión, por ende la culpa que precede a los actos inmorales debe ser asumida por el político. Por ultimo, señala que la teoría de “asesinos juntos” de Camus es exagerada, pero destaca la aceptación de la culpa y el castigo. Para Walzer ensuciarse las manos merece castigo, pero cabe la posibilidad de la culpa redimible donde el castigo no sea el fin de la carrera política. (Walzer, 1973)
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