Mitos Sobre Lactancia Materna

Mitos sobre Lactancia Materna

Dar el pecho no debería ser difícil, ya que lo hacen todos los mamíferos y las mujeres desde tiempos remotos. Aun así, los primero días con el bebé son bastante desconcertantes y aparecen muchas dudas, que con una información adecuada y un poco de paciencia se pueden resolver. El problema es que los consejos de familiares y amigas no siempre son acertados, porque todavía existen muchas viejas creencias erróneas que pueden dificultar la lactancia. Estas son las cinco más comunes en torno al inicio:

1. La primera toma no alimenta: en los días que siguen al parto los pechos segregan calostro o primera leche, una sustancia de color amarillento que aporta al recién nacido una protección especial contra las enfermedades, y las vitaminas, minerales y calorías que necesita. Durante las primeras 48 horas el bebé precisa muy poca cantidad de calostro, por lo que no hay que preocuparse si solo salen unas gotas. Serán más que suficiente.

2. Hay que esperar a que suba la leche para ponerle al pecho: por suerte, quedaron atrás las normas rígidas de las maternidades en las que se separaba a los niños de sus madres durante horas y se les administraba biberones o sueros antes de ponerles al pecho. Hoy está comprobado que lo mejor es amamantar al bebé en la misma sala de partos (siempre que sea posible). El calostro es una alimento esencial, no solo por sus propiedades, sino también porque propicia la primera deposición llamada meconio. Además, la succión frecuente estimula la producción de leche.

3. La subida de la leche produce fiebre y malestar: lo habitual es que no haya fiebre ni ningún otro síntoma de malestar. Estos problemas solo se producen cuando el niño no ha succionado bien y la leche se ha acumulado de forma anormal.

4. Con una cesárea, la leche tarda más en subir: solo ocurre cuando se tarda mucho en dar la primera toma, si se separa a la madre del bebé y si se le dan biberones, suero o biberones, espaciando las tomas. Se puede dar el pecho nada más al dar a luz, incluso por cesárea. El paso de fármacos a la leche es mucho menos que la exposición que ha tenido el niño en el útero en la intervención, y los beneficios superan a los posibles impedimentos.

5. Mi leche no es buena, necesita complemento de biberón: todas las leches maternas alimentan y son buenas. Si el niño se queda con hambre, puede deberse a que no succiona correctamente. Esto se soluciona corrigiendo la postura y dándole pecho cada siempre que pida. Cuanto más succiona el niño, más leche sale. Cuando toma solo el pezón, porque está mal colocado, tiene que hacer más fuerza de lo habitual (lo que provoca dolor y grietas en el pecho) y a pesar de ello, no saca suficiente leche. La toma se alarga y el bebé se queda con hambre y pide cada poco. El niño debe estar encarado a la madre, con un bracito por arriba y otro por abajo, y bien pegado a ella,

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