Moral publica

MORAL PÚBLICA EN COLOMBIA

“La moral pública, son las reglas o normas por las que se rige la conducta de un ser humano en concordancia con la sociedad y consigo mismo”. Gaitán s.f.

Esta conducta a lo largo de toda nuestra vida, dará una contribución, en nuestra sociedad, que determinará si nuestro comportamiento es correcto o incorrecto de acuerdo a sus creencias, normas y circunstancias. La moral pública es el concepto más claro que debe tener un funcionario público o una organización pública o privada de un país. La moral pública integra un conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible, tanto a la comunidad como a cada uno de sus miembros, el logro más adecuado de una convivencia regulada por unas normas y parámetros establecidos objetivamente.

En el siguiente ensayo, crítico desde la óptica política de Gaitán sobre la moral pública. Trato de explicar desde los fundamentos gaitanistas, el porqué de tantos escándalos de corrupción.

La corrupción moral en Colombia es culpa del propio pueblo. Cuando en una democracia, o un pueblo no toma consciencia de la importancia del voto en los procesos electorales, es un pueblo cómplice del estado de cosas que a diario le perjudica.

No se elige a los mejores, a los más honestos, a los más preparados intelectualmente, a los más capaces, a los más comprometidos socialmente, sino que se vota de manera irresponsable “compra y venta de votos”; por esta razón estamos como estamos. El problema no es sólo de los corruptos sino de quienes los promueven y los reproducen. Insistimos, en Colombia votamos pero no elegimos. Elegir es votar en consciencia y votar en consciencia es contribuir en la construcción del buen gobierno. La falta de madurez política de los colombianos es asombrosa.

Por esta razón  En materia de corrupción, Colombia es uno de los países que a nivel mundial sobresale, hecho que debe ser materia de mucha preocupación. No hay día en que no se produzcan noticias referentes a la corrupción; delitos que comprometen a políticos, empresarios, congresistas, gobernantes, funcionarios públicos, etc. Vivimos de escándalo en escándalo, de denuncias, de exhaustivas  investigaciones. La opinión pública cuando se ocupa de un determinado caso al poco tiempo aparece otro peor que los anteriores y así sucesivamente, mientras tanto la cultura del delito en lugar de aminorar se acrecienta cada vez más. En algunos casos las investigaciones concluyen con condenas ejemplares, pero en muchas ocasiones la justicia brilla por la impunidad. Cuando la ética es echada a un último plano es el síntoma de una sociedad enferma, que hace necesario un despertar colectivo que conduzca a los ciudadanos a tomar consciencia de la importancia de su rol político en la sociedad.

Atrás quedaron las doctrinas gaitanistas, que tenían su fundamento en el cuidado de los recursos naturales y derechos humanos del y en el país para lograr un desarrollo y una estabilidad social para todos.

La moral pública en Colombia actualmente presenta uno de los episodios  más críticos en la administración pública ya que escándalos como. interbolsa, reficar, odebrecht etc...; Son muestra de los pobres  principios éticos de nuestros funcionarios públicos.  

Si nosotros como pueblo no cambiamos nuestra mentalidad acerca de la venta de votos nunca llegaremos a una democracia justa y mucho menos a una política ética.

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