Muerte de humedales en Colombia a manos de la urbanización

Muerte de humedales en Colombia a manos de la urbanización

Los humedales son unos de los más importantes ecosistemas de la naturaleza ya que funcionan como “esponjas” para las poblaciones que se encuentran aledañas a ellos, gracias a esto evitan inundaciones, además en caso de requerirlo funcionan como una fuente de agua. En general el término humedal se utiliza para denominar áreas que permanecen en condiciones de inundación o, por lo menos, con su suelo saturado con agua durante largos períodos de tiempo, los humedales tienen como propiedad primordial que el agua juega un rol fundamental para determinación de su estructura y funciones ecológicas. El agua de los humedales puede provenir del mar, de los ríos o las lluvias. (María Victoria Rodríguez, abril 2016). Los humedales son vitales, en especial, para la especie humana ya que son uno de los entornos más productivos del mundo, son fuentes de agua y productividad primaria de las que innumerables especies vegetales y animales dependen para subsistir. Los humedales son indispensables por los incalculables beneficios que brindan a la humanidad, que van desde suministro de agua dulce, alimentos y materiales de construcción, y biodiversidad, hasta control de crecidas, recarga de aguas subterráneas y regulación del cambio climático.

Sin embargo, estudios muestran que la superficie y la calidad de los humedales ha ido disminuyendo en la mayor parte del mundo. En consecuencia, de esto los servicios de los ecosistemas que los humedales proporcionan a las personas se encuentran en peligro. En el país existen 30.781.149 hectáreas de humedales, distribuidas en 1.100 municipios, y solo en la sabana de Bogotá existían cerca de 50.000 hectáreas de este tipo de ecosistemas hace 60 años y actualmente apenas quedan 727 hectáreas, distribuidas en 15 humedales, es decir, 1.45% del área original. (Semana, febrero 2019)

Esto se ha dado debido a la alta demanda urbanización por parte de los gobiernos en los últimos años, y en el escaso territorio que aun queda de ellos se ha visto afectado por la contaminación, principalmente escombros que, de construcciones aledañas, afectando a la flora y fauna del lugar. Aparte las edificaciones que se construyen en las ciudades y que reducen el espacio del humedal, tienden a ser en su mayoría, conjuntos residenciales, por tanto, hay una alta concentración de personas cerca del ecosistema; las personas por naturaleza, en el último tiempo, generan un alto nivel de desechos y muchos de estos van a parar al humedal.

En todo esto expuesto se ve reflejado el poco apoyo del gobierno hacia el cuidado del ambiente, ya que permiten y algunos casos financian estas obras, y si a pesar de con el tiempo realizan una que otra campaña para el cuidado del medio ambiente, comparado con el problema ya causado esta solución o ayuda se ve bastante pequeña.

En conclusión, podemos evidenciar que estamos destruyendo uno de los mas importes territorios que nos ayudan a sobrevivir, apoyando al gobierno en estas construcciones y después haciéndonos los de la “vista gorda” para hacer frente a la problemática causada. Sin embargo aún tenemos tiempo cuidando y preservando el escaso territorio que queda de estos ecosistemas ya que si dejamos perder este territorio perderemos una innumerable cantidad de especies de fauna y flora, perderemos nuestra defensa para inundaciones, perderemos recursos naturales, perderemos una gran fuente de agua, y como difícilmente sobreviviremos sin ellos, perderemos la vida.

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