Mundo Occidental

El occidente es un término muy usado, pero no todos tienen la certeza de él que es o que significa, ¿Qué es exactamente? ¿Es una región? ¿Un periodo de la historia?

“Occidens” proviene del verbo occidere, que significa caer, desparecer o morir. Por lo tanto, Occidente se considera que es desde el principio una civilización decadente, poniente. Una civilización que muere para renacer de nuevo como el Ave Fénix, completamente renovada y rejuvenecida.

A lo largo de toda la historia, al término Occidente se le ha ido designando regiones distintas. En la antigüedad solo se conformaba por una parte de Europa, excluida Escandinava y también excluidas las llanuras de Europa central, los países bálticos, Polonia, etc.

Tiempo después, Occidente añadió nuevas regiones; por ejemplo, a fines del siglo V d.C., Roma se distribuyó en dos imperios: Bizancio y Occidente, de tal forma que Turquía pasó a formar parte del mundo occidental.

A medida que nos acercamos a Asia, es decir, a Turquía y Rusia, empiezan las dificultades. En la edad media, Occidente era sobre todo cristiano y católico y Oriente era cristiano y ortodoxo. Pero por la expansión árabe y la dominación del Imperio Otomano comenzó la posición entre un Occidente cristiano y un Oriente musulmán.

Entonces te preguntaras ¿Qué es Occidente? Pues más que un concepto geográfico, es una forma de sociedad, un conjunto de convicciones y actitudes.

Los griegos, inventaron el teatro, la democracia, la ciencia, la filosofía y valores universales como la “virtud” o el “valor”. Los griegos se otorgaban a si mismo las leyes y formaban ciudades autónomas. Creen en la razón más que en los dioses. No se someten a Dios, sino que separan la política y la religión.

Los romanos fueron herederos de la cultura griega y con sus legiones lograron conquistar el mundo y crearon el Imperio. El ser ciudadano romano era una forma de libertad. Fueron grandes ingenieros. Crearon la idea de la “doble patria”.

Al final del Imperio se impuso el cristianismo ante las demás religiones y la Iglesia logro forjar una nueva identidad para Occidente. Hoy en día esta identidad entre catolicismo y occidentalidad ya no es tan evidente.

Gracias al renacimiento, Occidente se desarrolló de una forma increíble. Logro Dominar el comercio mundial, el oro y la plata llegados de América. Creó el sistema bancario y el capitalismo mercantil. En el transcurso de los siglos XVIII y XIX, con la Revolución Francesa y la revolución Industrial, se originó el comienzo del dominio universal de Occidente.

Hoy día, vivimos la llamada “globalización”. Que es también una forma de occidentalización del mundo, de creación de un comercio mundial.

Lo que está claro, es que Occidente es una representación. Es la herencia de tres grandes aportaciones: el elemento greco-romano, el judeo-cristiano y el científico-tecnológico.

Hacia el año 6200 a.C., en algunos poblados neolíticos primitivos los habitantes ya cultivaban plantas, criaban animales y fabricaban objetos de cerámica. Entre los años 2200 y 2100 a.C., el territorio de Grecia obtuvo un gran número de inmigrantes de otros pueblos provenientes del Oriente. El pueblo griego se formó gracias a la interacción de los habitantes originarios de la zona y algunos pueblos que hablaban lenguas de la familia indoeuropea.

La sociedad cretense era complicada, con una importante división social del trabajo. Los cretenses crearon una forma de escritura original, conocido como “lineal A”, que todavía no ha podido descifrarse. Escribían en tablillas de arcilla cocida y solo la gente del palacio era la que utilizaba dicha escritura. Alrededor del 1400 a.C. la civilización cretense fue consumida por una catástrofe, que probablemente fue un terremoto. Alrededor del año 1500 a.C. los pueblos habitantes de la Grecia continental decidieron ocupar la isla de Creta.

En Grecia continental las cosas sucedieron de distinta forma. Por el año 1600 a.C., el asentamiento de Micenas, en el norte del Peloponeso, llegó a ser un importante centro de poder militar en la región.

El fin de los reinos micénicos significó el comienzo de lo que los historiadores llaman la “época oscura”. Esta denominación habla acerca de la ausencia de fuentes escritas entre los años 1200 y 800 a.C. y, por consiguiente, la dificultad para reconstruirla.

La primera información escrita que posemos proviene de dos poemas épicos, la Ilíada y La Odisea, atribuidos al poeta Homero. Durante mucho tiempo, los historiadores creyeron que estos relatos contaban sucesos reales.

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