Máximo Serdán, migración laboral y dinámicas de relación entre el campo y la ciudad

Máximo Serdán, migración laboral y dinámicas de relación entre el campo y la ciudad

 Benito Aparicio Martínez

201858620

Objetivo

El presente trabajo tiene como objetivo analizar y vincular los textos revisados en la materia de antropología de las sociedades rurales, pertenecientes a la unidad de Nuevas ruralidades con el caso de los “pulidores de pisos” en la población de Máximo Serdán perteneciente al municipio de Rafael Lara Grajales, Puebla, durante el periodo temporal que pretende abarcar desde los inicios del oficio a inicios de la década de 1960 a la actualidad.

Justificación  

La pertinencia de este trabajo reside a nivel teórico en el entendimiento de las relaciones entre las ciudades y las sociedades rurales particularmente desde el punto de vista de las nuevas ruralidades siendo así que no se limita su conexión económica con las urbes del país viendo a la ciudad como la principal fuente de empleo temporal, esto sin descuidar su carácter rural y campesino.

Orden de exposición

• Breve contexto histórico: Que plantea las bases para entender el contexto y las relaciones campo-ciudad a partir del oficio de pulidores
• Desarrollo teorico Que a manera de recorrido servirá para esclarecer definiciones sobre lo rural, las nuevas ruralidades y las relaciones campo ciudad, así como establecer un dialogo entre los textos y la situación del oficio y las relaciones campo-ciudad
• Comentarios finales: A manera de reflexión sobre los aprendizajes obtenidos

Breve contexto histórico

Máximo Serdán es una población fruto de la reforma agraria que sirvió como conducto para que en la década de los 30 fueran expropiadas más de 100 hectáreas ocupadas por ranchos pertenecientes a la hacienda Tamariz para que un grupo de campesinos provenientes de Ixtenco, municipio de Tlaxcala, Nopalucan y extrabajadores de la hacienda fundaran en el año de 1937 la pequeña población. Durante aproximadamente dos décadas las labores del campo de siembra temporal fue la principal fuente subsistencia económica aunada a la poca migración laboral a la Ciudad de México, no fue hasta la década de 1950 y principios de 1960 que un creciente número de hombres viajaban en caravanas comandadas por un contratista que se encargaba de facilitar el transporte, el hospedaje y la alimentación. Es por todas estas facilidades además de que al no haber una competencia directa en este sector que se abandonó el campo para que hoy en día la población se dedica en gran medida a este oficio.

Desarrollo teórico

Dadas estas características considero oportuno vincular los textos correspondientes al estudio de las denominadas nuevas ruralidades comenzando por definir así que es lo rural que para De Grammont (2010) “Lo rural se refiere al conjunto de la vida en el campo, que, si bien se organiza en torno a la actividad agrícola, la rebasa ampliamente. Aludiendo tanto a la complejidad de la organización social como a su capacidad de cambio.” Máximo Serdán de esta forma cumple con las características de “lo rural”.

¿La nueva ruralidad es un concepto útil para repensar la relación campo-ciudad en América Latina?

De Grammont (2010) recupera dos ideas que refuta las nuevas ruralidades de los 80´s del siglo pasado en Europa; La primera es la existencia de una contradicción inherente entre el campo y la ciudad es decir la idea del campo inmóvil y atrasado frente a la ciudad que es dinámica y moderna y que el campo es el lugar exclusivo para el sector primario. Esta multifuncionalidad del campo es visible en la comunidad de Máximo Serdán donde existen dinámicas de empleabilidad diversas, donde no solo el campo es la principal fuente de empleo, es más una gran parte de la población ha optado por vender en su totalidad las hectáreas conseguidas por los fundadores, y ha decido conseguir trabajo en las fábricas de los alrededores (La morena, San Marcos, Cuauhtémoc Moctezuma, etc.) o en él, que, aunque cada vez más decadente, oficio local. Estas actividades dotan de dinámicas únicas a la población en la que a pesar de no contar con los centros laborales en su interior es evidente que esta movilidad juega un papel importante para la vida social y económica.

Otro aspecto recuperado por De Grammont (2010) es la concentración exacerbada de la riqueza en la población, aunada a la generalización del empleo precario. Si bien hace más de dos décadas era rentable dedicarse únicamente a pulir pisos, en la actualidad los únicos que ganan una cantidad considerable son los dos contratistas principales quienes han acaparado aparte de una importante parte del mercado, a base de préstamos han acaparado muchas hectáreas de cultivo, centros vacacionales y hasta centros comerciales, mientras que el sueldo de los pulidores es precario a comparación de las labores que se llevan a cabo, que van desde trabajar de madrugada hasta subir botes de mezcla a los últimos pisos de los edificios, además de no contar con ningún tipo de seguridad social por parte de los empleadores y en caso de que el trabajo escasee son despedidos sin previo aviso o posterior remuneración por sus servicios.

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