NOSOTROS ALIMENTAMOS EL MUNDO
Enviado por Juan David Suárez • 3 de Diciembre de 2015 • Trabajo • 1.337 Palabras (6 Páginas) • 289 Visitas
NOSOTROS ALIMENTAMOS EL MUNDO
JUAN DAVID SUAREZ CASTELLANOS
1088334741
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA
ESCUELA DE TECNOLOGÍA INDUSTRIAL
NOVIEMBRE DE 2015
NOSOTROS ALIMENTAMOS EL MUNDO.
El ser humano siempre se ha topado con esa constante necesidad de trabajar para ser retribuido económicamente y de esta forma le permita subsistir en un entorno establecido. Definiendo claramente lo anterior se destaca cómo a lo largo de la historia uno de los aspectos más penetrantes en cuanto al altísimo crecimiento e impacto que viene presentando, la industrialización, ha representado esa transformación social y económica que se viene dando con constante aceleración que afecta enormemente los órdenes que se nos puedan presentar; en cuanto al trabajo, en cuanto al comercio, además el transporte, ocio y demás aspectos que rigen la interacción de una sociedad, de ésta sociedad planteada cambiando sus estructuras más importantes. Partiendo de que la industrialización es ese proceso de poner en marcha una industria disponiendo de estrategias de investigación y desarrollo que le permitan su configuración, orientada a unos requerimientos específicos donde se va a evidenciar la utilización de materia prima que le permita crear un volumen de producción para transformar dichas materias sin descartar otros que son de igual de importancia como la constante inversión que la mantenga, éste es un fenómeno en el que nos vemos involucrados totalmente en la medida en que somos nosotros como personas que conviven en un entorno y en constante interacción una de las principales fuentes que alimenta ese sistema consumista y que ese sistema ha estado prolongando enormes daños a nuestro planeta.
Entonces hablemos de problemáticas que abordan temas como la comida, la globalización, que involucran a pescadores, agricultores, camioneros y ejecutivos corporativos. Debe ser motivo de análisis la situación de la circulación de productos y del dinero, en él nos damos cuenta sobre la producción de nuestra comida y nos dice por qué tenemos algo que ver con el hambre en el mundo. De modo que es un dispensario de problemas en el que se apunta con el dedo a las desastrosas consecuencias ecológicas y sociales de la explotación intensiva de la tierra donde se destaca a la agricultura industrial como un término de caos ecológico, social y humano.
La industrialización de la agricultura se ha extendido de manera masiva y no solo ha provocado cambios considerables en el paisaje sino que añadimos que ha alterado en grandes proporciones el equilibrio de la naturaleza, los pantanos han sido drenados, y en esa explotación intensiva de la tierra, ésta ha sido extendida, arrasada y nivelada para poder trabajar con las enormes máquinas, gracias a esto hay escases de agua, el agua alcanza un punto donde es limitada, constante contaminación de las tierras, ríos y organismos vivos. Entonces desde una perspectiva más profunda en cuanto a miles de agricultores en el mundo que padecen de este fenómeno en el que para empezar, antes, se les brindaban condiciones óptimas para producir más, cuanto más producía más apoyo económico recibía; ahora, se ven afectados duramente porque solo reciben dinero de acuerdo a los metros de tierra o la cantidad de animales con los que cuenta. En África, los agricultores sufren por la gran abundancia de productos europeos vendidos a precios que desafían todos los parámetros de la competencia e impiden a los nativos vender sus productos, a diferencia de los países ricos donde si se dan condiciones agrícolas para la producción y distribución, maximizando beneficios y dinero; esa es la situación en el mercado de la agricultura actualmente; entonces condenados a buscar mejores condiciones de vida, unas más dignas, arriesgan su vida intentando cruzar el Mediterráneo para terminar contratados como cualquier cosa. Es decir que nos enfrentamos a un sistema cada vez más feroz del cual podemos plantear preguntas como, por qué matar de hambre a algunas poblaciones para dar beneficio a otras?, así lo plantea el ponente especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación Jean Ziegler, enriqueciendo esa preocupación que debemos tener cada uno de nosotros en la que debemos manifestar y tomar conciencia de lo que tenemos ante nosotros, un proceso donde las industrias agroalimentarias producen cantidades de alimentos pero pagando el precio de la desolación y ruina en los países en vías de desarrollo, es decir esas empresas no son conscientes del enorme impacto. Añadiendo otro ejemplo, en la Amazonía la población se muere constantemente de hambre, se han arrasado bosques de una superficie equivalente a Francia y Portugal sobre todo para plantar soja que sirve en primera instancia para alimentar animales y además para la cabaña ganadera europea. Este planteamiento compromete más al futuro y son cada vez más las variables que son inversas al verdadero propósito de felicidad, del que precariamente estamos compartiendo enfrascados en esa rueda de mirar, gastar y trabajar generando un ritmo de consumo muy elevado, un hiperconsumo que de forma redundante consume al planeta, entonces íntimamente el mercado es el problema, problema que abarca aspectos políticos por la forma que se involucra esa forma en que hay que gobernar ese mercado, desafiar una lucha por otro tipo de pensamiento y cultura. Llevar a profundidad ese debate de que en un planeta limitado, esas dinámicas de crecimiento exponencial en cuanto a población y producto, no son sostenibles, no es asunto sencillo. El desarrollo sustentable se asoma y va de la mano con el propósito de sacar a muchas masas de la pobreza detrás de una problemática en cuanto a ese modelo que traemos a relación de desarrollo y de consumo de las actuales sociedades ricas donde el mundo cuenta con los elementos para hacer posible que millones de personas tengan el mismo grado de despilfarro que tienen en estos momentos las sociedades occidentales, entra a discusión cuándo se presentará la debida atención que esta bola de nieve trae consigo y como ha logrado el hombre una economía basada en la competencia que aleja cada vez más de nosotros la verdadera armonía, cómo se le sale de las manos las fuerzas que ha desatado en un estilo de vida que no prospera porque no hay felicidad, ningún bien vale más que la vida, pero la debilitada percepción es mucho más amplia cuando solo se trabaja y se trabaja para conseguir un plus haciéndose participe de esa pegajosa cadena de consumo en la que se abarca y se abordan los daños que el capitalismo le produce a la tierra, con su incesante utilización de químicos que en todas las instancias generan problemas en la salud y en el ambiente, la incineración, rellenos que son protagonistas directos en esa crisis con el medio ambiente; ese consumo, principal motor en las etapas de extracción, producción, distribución que termina en compra no la tenemos clara, el sistema se encarga de que no la veamos. De modo que no es una causa cualquiera, es la que nos pone a la vista el modelo de civilización que se ha creado entonces, se debe replantear esa forma de vivir, no nos estamos dando calidad de vida porque estamos trabajando para gastar y gastar sin asentir en tantas consecuencias.
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