Neoliberalismo y Estado Benefactor, el caso mexicano
Enviado por edzamlo • 4 de Septiembre de 2015 • Resumen • 1.993 Palabras (8 Páginas) • 825 Visitas
Neoliberalismo y Estado Benefactor, el caso mexicano.
Presentación.
Este es un resumen del trabajo de Jorge Vázquez Sánchez, cuyo ensayo fue presentado en la Gaceta “Aportes” para la Facultad de Economía de la BUAP en 2005.
Es este trabajo, se hace una breve semblanza de la historia de los pensamientos Económicos desde Smith hasta el Neoliberalismo que impera en nuestros días. Asimismo, realiza un esquema de cuales han sido las doctrinas económicas que influyeron en México. Y cómo fue que el brusco cambio de un Estado benefactor, mal llevado por el gobierno mexicano, al Neoliberalismo, con el que se hizo a un lado, dejó completamente vulnerable a la sociedad mexicana que nunca estuvo preparada.
Neoliberalismo y Estado Benefactor, el caso mexicano
Llevamos (hasta 2005) más de 20 años de haber adoptado el modelo Neoliberal, sustentado en la apertura e integración comercial con el exterior (en especial con Estados Unidos) y con un mínimo control del gobierno. Desplazando al modelo de sustitución de importaciones que imperara desde 1950.
La controversia sobre las Funciones del Estado
en el desarrollo de la Ciencia Económica.
Desde el principio, las doctrinas y teorías económicas se sustentan en la perspectiva de un Estado con funciones muy mínimas y claramente defienden un sistema económico privatizado.
Adam Smith (1723-1790) y su obra “Las riquezas de las Naciones”, el Estado tiene 3 obligaciones: administración interna de justicia, mantenimiento de obras y establecimientos públicos. Todos los individuos buscan mejorar su nivel, por eso no debería de haber restricciones del gobierno.
Plantea que los impuestos al principio del beneficio recibido de los programas del gasto público. Este beneficio es un principio de equidad y hace depender de los impuestos de la estructura de gastos.
El Estado con funciones mínimas corresponde a un gasto pequeño cuya estructura debe estar ligada a los ingresos impositivos a través del principio de beneficio recibido.
Jeremías Benthman (1748-1832) entiende que toda restricción de la libertad de los individuos causa dolor y disminuye su nivel de felicidad. Abogó por una distribución equitativa de las riquezas.
Thomas Robert Malthus (1766-1834) alerta sobre los problemas que se enfrentaría la repartición de alimentos cuando la población creciera desmesuradamente. Una intervención del Estado promovería una población excedente, lo cual, sería completamente infructuosa.
David Ricardo (1722-1832) promueve la recaudación de impuestos como ingreso alterno para no afectar el capital. Por el contrario, si no se incrementa la producción y el consumo de la población es mayor, los impuestos recaerían en el capital, lo que mermaría el fondo destinado al consumo productivo.
Vincent de Gornay (1712-1759) expresó su convicción de una nula intervención del Estado en su famosa “dejar hacer, dejar pasar, el mundo va por sí mismo”.
John Stuart Mill (1806-1873) acepta la intervención del Estado específicamente en la educación elemental, la pobreza, la colonización, la protección de industrias incipientes, las actividades que carecen de interés para la inversión privada, la reglamentación de las actividades laborales y otros ámbitos. El sistema impositivo debe respetar la propiedad privada y las desigualdades económicas, toda vez que estas resultan de las diferentes habilidades de los individuos.
Todos estos autores conforman el Enfoque clásico que estuvo vigente por 100 años.
El francés Jean Baptiste Say (1767-1832) en la Ley de los Mercados asegura que la oferta crea su demanda, y así no se necesita en absoluto una intervención del Estado. El gasto público es improductivo si se destina a satisfacer las necesidades de la sociedad; por lo que el gasto público debe ser utilizado para mantener el capital.
Frederic Bastiat (1801-1850) percibió al Estado como una rapiña que beneficia a los menos y oprime a los más.
Para 1900 el desarrollo de la Economía se perfila a los Marginalistas quienes determinan el valor y los precios a partir del comportamiento del consumidor.
Alfred Marshall (1842-1924) quién fusiona el lado clásico de la oferta con el lado marginalista de la demanda (Neoclásico) justifica la intervención neutra del Estado para corregir las fallas del mercado.
Después de la Primera Guerra Mundial y tras la gran Depresión de 1929, se evidencian las insuficiencias del modelo Neoclásico y posibilitó el desarrollo de la teoría de Keynes. Señaló los ahorros y la inversión como causa del ciclo económico. El Estado debía intervenir a través de políticas fiscales para compensar la insuficiencia de demanda. Propuso el endeudamiento público como solución al déficit del gasto público hasta el punto que el desempleo fuera absorbido. Lo que sentó las bases para el desarrollo de la Macroeconomía, la contabilidad nacional y la planificación indicativa.
Surgimiento, desarrollo y crisis del Estado de Bienestar.
Después de la Segunda Guerra Mundial se desarrolló con más vigor el reconocimiento de la intervención estatal, no sólo en el plano económico sino en el bienestar social. El modelo de ordenamiento que implementó el primer gobierno de la República Federal de Alemania, fue adoptado en varios países de Europa con sus variantes.
Promueve la asignación eficiente de recursos y elimina las ganancias del monopolio, distribuyendo ese potencial de bienestar entre la población. La libertad de mercado se garantiza mediante el respeto de propiedad privada y la desvinculación del Estado de grupos privados poderosos. La libertad individual de los participantes puede ser regulada por el Estado en defensa de intereses públicos y aún en defensa del mismo mercado. El estado tiene la obligación de velar por la transparencia del mercado.
Tina Mäkinen hace una clasificación de los modelos del Estado del Bienestar:
1. Modelo de Seguridad Básica. Candá, EEUU e Inglaterra.
2. Modelo Selectivo. Saca al rica para dar al pobre. Australia.
3. Modelo Corporativista. Otorga más a quienes ya tienen. Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo y Holanda.
4. Modelo abarcativo. Brinda cobertura universal y alto nivel de prestaciones. Dinamarca, Finlandia, Suecia y Noruega.
El Estado Benefactor recibió el visto bueno de conservadores y liberales, socialistas y democracristianos, debido a que sustengta una nueva forma de Estado: El Estado social de derecho. El Estado está obligado a ofrecer seguridad social.
Otto von Bismark, canciller del Segundo Reich, promovió un sistema de seguridad social dirigido a los trabajadores industriales
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