Orlando, análisis
Enviado por nuriagaldames • 12 de Abril de 2022 • Trabajo • 1.608 Palabras (7 Páginas) • 109 Visitas
ORLANDO
INTRODUCCIÓN
Empezamos nuestro trabajo de recepción con una cita de Maurice Blanchot: “¿Qué es un libro que no se lee? Algo que todavía no se ha escrito”.
Después de la Segunda Guerra Mundial se produce un giro de los estudios literarios. Empieza a considerarse con los lectores de cierta obra la dotan de cierto significado.
En este trabajo vamos a analizar el fenómeno de la recepción en la obra Orlando, de Virginia Woolf.
Virginia Woolf se ha convertido en una de las figuras literarias más influyentes del siglo XX. En su época fue un referente de la literatura modernista vanguardista. Hoy en día, es un símbolo de feminismo y un modelo a seguir para muchas personas defensoras de los derechos de la mujer.
Para la obra poética de Woolf fue imprescindible su presencia en el Círculo de Bloomsbury. Este grupo estaba formado por intelectuales británicos, y se dedicaron a la actividades literarias, artísticas y sociales. Virginia no fue a la universidad, pero aquí se relacionó con filósofos, artistas y estudiosos de la sociedad inglesa. Los integrantes del Círculo de Bloomsbury tenían pensamientos muy modernos en cuento al feminismo y a la sexualidad. Esto permitió que Virginia pudiese, por ejemplo, tener relaciones extramaritales con la que sería su amante, Vita, destinataria de Orlando.
La crítica elogió su estilo poético y una narrativa interior y su pluma, una de las más originales y complejas de la literatura universal. Durante su vida dio a luz a varias obras muy aclamadas por el público y por la crítica: Fin de viaje (1915), Noche y día (1919) y El cuarto de Jacob (1922), La señora Dalloway (1925) y Al faro (1927) y, por supuesto, Orlando (1928).
El título completo del libro es Orlando:una biografía. La novela es una sátira que se mofa de la tradición de Reino Unido por el género -su propio padre, Leslie Stephen, fue un aclamado biógrafo-. La novela rompía con muchos tabúes de la época, ya que la protagoniza un joven que cambia de género a mitad de la novela, explora temas como la sexualidad y el papel de la mujer en la sociedad a lo largo de cinco siglos y es escrita por una mujer. Además, la autora se la dedicó a su amante, Vita Sackville-West; construyó en esta obra un mundo paralelo en el que Vita podía liberarse y cumplir todos sus sueños. Orlando destaca por encima de las demás obras debido al afán de Woolf por escribir “una biografía”, aunque posteriormente publicaría dos más: Flush, la vida de un perro (1933), y la biografía de su amigo Roger Fry (1940). El hijo de Vita describió Orlando como “La carta de amor más larga y encantadora de la historia de la literatura”.
RECEPCIÓN ACTUAL
Orlando: una biografía, se publicó en el año 1928, en Reino Unido. Con esta obra, Virginia Woolf abre un debate sobre el binarismo, cuestiona el género como producto biológico o social y se pregunta qué implica ser mujer y qué implica ser hombre. La autora quiere defender que la mente creativa no es propiedad de ningún sexo y aboga por la libertad intelectual de la mujer.
Hasta la primera ola de feminismo, a finales del siglo XIX, el ámbito de la literatura era mayormente dominado por el varón. Los más grandes pensadores de nuestra época enunciaron algunas frases que mostraban el concepto de la mujer que se tenía en diferentes momentos de la historia “En toda mujer de letras hay un hombre fracasado” (Baudelarie, siglo XIX), “Al seguir una vocación masculina, estudiar y trabajar como un hombre, la mujer hace algo que no corresponde del todo con su naturaleza femenina, sino que es perjudicial”. (Carl J. Jung, siglo XX). Con este primer impulso del feminismo, Virginia Woolf escribe Una habitación propia, donde habla del papel de la mujer y de la novela y dice que “Una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas: y esto, como veis, deja sin resolver el gran problema de la verdadera naturaleza de la mujer y la verdadera naturaleza de la novela” y “Quiten esa protección, expónganlas a los mismos esfuerzos y actividades, háganlas soldados y marineros, maquinistas y trabajadores del puerto […]. Todo puede suceder cuando la feminidad ya no sea una ocupación protegida”.
Desde la publicación de Orlando ha transcurrido casi un siglo. Una novela no tiene la misma recepción a lo largo del tiempo, menos si trata temas controvertidos como la figura del andrógino. En 1928, la primera ola del feminismo empezaba a reunir soldados para combatir la concepción tradicional de la mujer como sujeto subyugado al hombre, frágil y pasiva, cuya única misión era la maternidad y el matrimonio. Había autores que rompían con el canon y retrataban a la mujer más allá de este molde. Algunos ejemplos serían Marcela o Doña Catalina de Oviedo, de Cervantes; o Adela, de Lorca.
En la segunda ola del feminismo destaca El segundo sexo (1949), de De Beauvoir, que defiende que aunque la mujer había conseguido el voto, seguía ocupando un lugar secundario en la sociedad. En este momento de la historia surgen los estudios sobre la mujer.
La tercera ola empieza en los años noventa y defiende que no existe el concepto de “mujer”, sino que las mujeres tienen diferentes problemas dependiendo de su raza, posición social, cultura, sexualidad…
El postfeminismo, movimiento actual, intenta ver a la mujer como sujeto y no como objeto.
Además, a finales del siglo XX, se extiende el concepto de los otros, inclusive dentro de nuestra propia cultura. Se empieza a prestar atención a aquellos grupos más desfavorecidos: las mujeres, las identidades sexuales minoritarias… En los colegios se empieza a impartir educación sexual y se intenta hacer un trabajo de concienciación, tolerancia y aceptación de estos grupos. Estas nuevas corrientes de pensamiento influyen en todos los campos: se aprueban leyes de igualdad en el ámbito político; se ofrecen a ayudas en el económico; se le da mayor visibilidad a la diversidad étnica, genérica y sexual en el cine y en la literatura.
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