PERIODISMO Y DISEÑO

PERIODISMO Y DISEÑO.

En lo visual, y en el terreno periodístico se ha tratado como un complemento de la información y un procedimiento secundario en la elaboración de noticias, reportajes y otros contenidos. Esta disociación entre Diseño e Información no tiene sentido y consideramos que limita el poder comunicativo de ambas materias. Del mismo modo, son tan importantes los redactores como los diseñadores . El objetivo principal de este capítulo es destacar la intensa relación existente entre Periodismo y Diseño y proporcionar a los estudiantes más herramientas que potencien su capacidad narrativa e informativa.

Conocer estos puntos que los unen hace que los estudiantes de Periodismo pierdan la reticencia inicial a adentrarse en el Diseño porque consideran erróneamente que para diseñar hace falta dibujar.

Relación entre el Diseño y el Periodismo

Los primeros escriben con signos alfabéticos y los segundos con signos visuales que se materializan en formas y objetos de diversa índole. En definitiva, desarrollan mensajes y objetos que tienen una enorme capacidad de comunicar. La información y el diseño nos ayudan a entender nuestro mundo actual, nuestro entorno. Incluso los objetos diseñados nos ofrecen información de lo que son y para qué sirven a través de su forma porque también son capaces de comunicar.

Otro punto en común es que los diseñadores, al igual que los periodistas, son investigadores de la realidad cotidiana. De nuevo un punto de vista muy textual que afecta tanto a la Semiótica como a la Semántica y que deben tener en cuenta tanto los redactores como los diseñadores. Pero existen más referencias teóricas que fundamentan la estrecha relación que hay entre el acto de diseñar y el de escribir o redactar. Esto nos permite acercarnos mucho más a los estudiantes de Periodismo mediante esta manera de ver el Diseño como una forma de escritura en la que se utilizan signos visuales y en la que se configura un discurso mediante palabras, imágenes y su disposición en una forma determinada.

Todo ello es algo más acorde con sus destrezas y competencias, más relacionadas con la comunicación que con el dibujo. Algo que vuelve a poner énfasis en la parte estética en vez de en la capacidad comunicativa. Para afianzar esta relación exploramos la conexión que tiene el trazo con la escritura y el dibujo. Esto supone acercar a nuestros alumnos a la acción de escribir y dibujar para romper esas barreras iniciales a la expresión visual.

El objetivo final es hacerles ver que están más preparados de lo que creen para diseñar porque tienen ampliamente desarrolladas sus competencias comunicativas, y sólo deben aplicar la metodología del lenguaje escrito o verbal que utilizan para hacer noticias, reportajes o cualquier otro tipo de género periodístico en la creación de un diseño. La principal diferencia es la sustancia expresiva. Están más acostumbrados a trabajar con el texto, pero, si aplican los mismos parámetros en el lenguaje visual, serán capaces de desarrollar una capacidad comunicativa que muchos pensaban que no tenían.

Perteneciente o relativo a la escritura y a la imprenta. Dicho de una descripción, de una operación o de una demostración que se representa por medio de figuras y signos. Representación de datos numéricos por medio de líneas que hacen visible la relación que esos datos guardan entre sí. Representación por medio de líneas.

Esta formalización se consagra con la letra y el trazo que la crea como plasmación del pensamiento humano. En el primero, el trazo icónico imitativo es el origen de todos los modos de representación visual. En la segunda, el trazo esquemático o abstracto es el punto de partida de todos los códigos de representación concep56 tual o simbólica. Con él se produce la primera gran revolución humana, creando códigos de comunicación y plasmando con ellos las percepciones, las experiencias y las ideas de una forma perdurable en el tiempo.

La Escritura se convierte en la plasmación del pensamiento y las acciones del ser humano, que libera sus manos para conectarlas con su cerebro, pasando de homo sapiens a homo ludens y después a homo faber. Como afirma Costa, el hombre prehistórico aprende a distinguir los objetos y los cuerpos, a reconocer por el tacto la forma y las texturas, a describir su peso y sus cualidades. Con la conciencia del tacto y una progresiva destreza manual, el ser humano será capaz de cambiar su propio entorno, convirtiendo un simple lugar habitable en un mundo operacional y modificable. «Un mundo de materias y cosas aislables, transportables, manipulables, transformables por el propio hombre, que las cambiaría en objetos útiles, utilizables para su modo de vida, para servirse de ellos en función de su supervivencia y de construir su desarrollo» .

El ser humano adquiere la consciencia de que su propio cuerpo es una matriz y que la marca se produce transfiriendo la presión de un objeto o cuerpo sobre otro. Al ser consciente de que también puede hacer marcas con otros objetos, además de con su propio cuerpo, explora si las señales que deja sobre un soporte pueden producirse no sólo de forma involuntaria, sino también con intencionalidad. De este modo, el ser humano se hace consciente de sí mismo mediante el trazo, convirtiéndolo en «un producto de su gesto y de su voluntad». Según Costa , «éste es "el embrión de la expresión gráfica".

De la expresión de sí mismo, pasa a expresar lo que le rodea mediante la figuración imitativa de los pictogramas o lo que le resulta extraño y misterioso mediante signos de carácter simbólico o mágico». Para Abraham Moles, el trazo es una reflexión de la voluntad de quien lo realiza frente al mundo real, ya que en la Naturaleza no existen contornos, sólo en nuestra mente. La adquisición previa del lenguaje gráfico y posteriormente del lenguaje escrito permite al ser humano dominar su entorno, pensarlo para después modificar lo que le rodea, pensarlo para después crear lo que necesita y no está en su mundo natural, pensarlo para después diseñarlo. Todo nuestro saber, nuestros conocimientos, nuestra cultura y nuestras creencias están materializados con la sabia conjunción de 27 letras, en el caso de nuestro alfabeto castellano, que además poseen una extraordinaria forma inadvertida muchas veces en el reposado acto de la lectura.

Alberto Corazón cuenta una hermosa leyenda mitológica sobre el origen del alfabeto. Ante la magnitud del regalo, los dioses abandonan el banquete nupcial y regresan al Olimpo para siempre, comprendiendo que a partir de ahora sólo existirán en la mente de los mortales. Con el alfabeto, el ser humano adquiere el poder divino de perpetuar su voz y sus pensamientos materializándolos con la escritura. Es la descripción del paso fundamental de los sistemas de escritura al sistema alfabético.

Ya en el Renacimiento, este don se multiplica exponencialmente con el uso de los tipos móviles y la imprenta. Más que un signo lingüístico, un signo de identidad que une a los hispanohablantes de ambos lados del océano.

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