PROBLEMAS EN CUARENTENA

PROBLEMAS EN CUARENTENA

por JESÚS DANIEL CABEZAS ROJAS

Como ya todos sabemos estamos en cuarentena, la cual fue causada por el COVID-19, pero el único problema que consideramos es el de la COVID-19 mas no los verdaderos problemas que suceden día a día y que a su vez van incrementando su peligrosidad y su influencia no solo en nosotros sino en la sociedad en general, ¿Qué problema(as) pueden ser más grandes que la gripe que está matando en todas partes del mundo?

Problema 1: ¿Qué paso con las personas que perdieron su trabajo a causa de la cuarentena?

Testimonio: “Yo trabajo en una empacadora. Cuando el gobierno anunció la emergencia sanitaria, yo fui uno de los primeros a los que despidieron. Mi familia dependía de ese ingreso, ahora tendré que buscar otro empleo o vender algo, mientras tanto viviremos de la liquidación y de algunos trabajos por ahí”, Pablo Alvarado, tiene 58 años y considera que difícilmente lo volverán a contratar.

Este es un problema que sucede a diario y no logramos darnos cuenta de la seriedad de este, ya que mientras nuestra familia no llega a verse tan afectada por esta cuarentena, las otras familias pasan hambre además de estar más propensos a la COVID-19.

Problema 2: ¿Qué pasa con los niños o adolescentes que se infectaron de COVID-19?

Testimonio: “A mí me dio el coronavirus. Sentí una tragedia que no me gusto para nada. Estaba tan triste que no podía parar de llorar. Había rogado que no me pasara, pues mi papá es doctor, así que, si yo me enfermaba, él estaba en riesgo”, Siena Padilla, tiene 8 años y ya tiene un poco de noción de lo que está pasando.

La mayoría de nosotros no nos damos cuenta de la situación que se está dando llegando a ser ingenuos, ya que no respetamos las nomas establecida por el estado, y da pena que una pequeña de tan solo 8 años se dé cuenta de la situación por la que estamos pasando.

Problema 3: ¿las personas llegan a tener problemas psicológicos a causa del miedo por la enfermedad?

Testimonio: “He sufrido de ataques de pánico desde hace años. En enero mis niveles de ansiedad empezaron a subir con el brote en China y desde que llegó acá he tenido tres ataques de pánico. Uno fue tras una noticia falsa que decía que una mujer con COVID-19 se había desmayado cerca del almacén de mis papás. Me dio una sensación de ahogo, no podía respirar, sentía la tráquea cerrarse. Llamé a mi mamá y le pedí que cerrara la puerta, pero ella dice que le gritaba y decía cosas sin sentido. El segundo pasó a los dos días en un supermercado cuando alguien me tocó el hombro. Tuve que salir a llorar y a tratar de respirar. El tercero fue el peor. En el edificio decidieron limpiar los tanques y no avisaron. Cuando fui a lavarme las manos, no había agua. Ahí perdí el sentido: bajé a la recepción a preguntar qué pasaba y me dijeron ‘ya volverá’. Yo solo quería lavarme las manos, pero no podía. Después de eso lloro a diario. No salí a la calle hasta un mes y medio después. La primera vez que lo hice, regresé a casa temblando y sudando frío. Aún me sigue pasando”. Anónimo

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