Patrona, Entre Rieles Y Ruedas

Las Patronas, son un grupo de mujeres mexicanas que desde 1995 preparan comida todos los días y la lanzan a los migrantes que viajan sobre el tren de carga La Bestia, que viaja rumbo a Estados Unidos. Estas mujeres viven en la frontera entre la vida que toca vivir y la vida que se elige; un valiente y deslumbrante ejemplo de amor y solidaridad que contrasta con la violencia que viven las personas que viajan sobre el tren.

El desinterés por ayudar a los migrantes que día a día arriesgan sus vidas en busca de un mejor futuro es característico de estas mujeres, que se levantan con el sol para preparar comida en grandes ollas colocadas sobre leña, dando de vez en cuando vueltas al arroz, revolviendo con el cucharón de madera los frijoles y los totopos que más tardes serán entregados a las personas que transitan en La Bestia.

Catorce mujeres, con sus respectivas familias emplean su tiempo libre en ayudar y defender el derecho a una vida justa que todos como seres humanos merecemos tener; aunque la realidad sea otra.

Estas mujeres a pesar de enfrentar varias piedras en el camino siguen dando batalla, no sólo ponen en riesgo sus vidas, sino que también a sus familiares, ellas aseguran que el temor de que maten o secuestren a sus hijos o a algún integrante de sus familias es real y cotidiano, amenazas del estado son recurrentes en su labor.

Leonila Romero, una de estas excepcionales mujeres nos platica como fue que su familia comenzó con esta labor “Un día mi tía salió a comprar pan y vio que la gente que iba en la bestia pedía de comer, regresando a la casa nos platicó la situación y fue así como decidimos comenzar a hacer ollas de arroz para entregárselas, a cambio recibimos bendiciones”

Según informes de la Comisión Nacional de los Derecho Humanos (2013) más de 20,000 migrantes son secuestrados al año en territorio mexicano en su viaje rumbo a Estados Unidos. Sin embargo, la cifra real no se sabe dado a que muchas muertes no son registradas. Durante la odisea los migrantes son víctimas de pandillas, miembros del crimen organizado, agentes y policías corruptos. Sin mencionar los secuestros, extorsiones, robos, violaciones y asesinatos

Un ejemplo de esto es lo que nos cuentan Romero cuando vivió la realidad de cerca hace más de 15 años, cuando abrió la puerta de su casa a media noche y encontró a una joven hondureña pidiendo ayuda de rodillas porque su novio había sido acuchillado en el tren. Romero acompañó a la joven y ayudó al hombre herido. La mujer de ahora 43 años vio en ese episodio una señal de su fe cristiana y desde ese momento, 1997, ayuda en la cocina de su madre, Leonila Vázquez, quien ya preparaba arroz y frijoles para los migrantes.

A pesar de que su labor estas mujeres enfrentan problemas con sus familias y vecinos, por una parte sus esposos no entienden por qué dedican tanto tiempo en ayudar a personas que no conocen y por el otro lado está el temor, que como ya se mencionó viven día a día, tratantes de personas y miembros de pandillas, a quienes evitan poniendo atención en su labor, siguiendo su instinto.

Las Patronas se mantienen gracias a donaciones. Reciben algunas de fuera y también se desplazan hasta los mercados cercanos para conseguir el alimento que ya no será vendido.

“Nuestro principal propósito es ayudar al prójimo (…) no hemos recibido en ningún momento remuneración alguna que no sean las 'gracias' que oímos cada día (…) Las Patronas nos encontramos solo a favor de un bienestar común, sin apoyar proyectos particulares, políticos, religiosos empresariales o ningún otro asunto.” (Norma Romero, 2013)

La Bestia suele pasar dos o tres veces por día, hay que estar atentos. Los pasajeros son menos porque el patrullaje fronterizo en los puntos de abordaje habituales ha aumentado después de que el gobierno mexicano anunciara el plan Frontera Sur en 2014 , pero eso no quiere decir que La Bestia haya perdido popularidad entre los migrantes ni que los centroamericanos hayan dejado de cruzar. “Lo único que se consigue es que ellos busquen otras vías más peligrosas”, comenta Sonia Nazario. (2013)

Estos problemas ya no solo están en América, esto ya es algo que le compete a todos los países alrededor del mundo. Norma Romero (2014) dice para El Diario que cuando tuvo la oportunidad de estar en Inglaterra y Roma pudo darse cuenta de la realidad que se está viviendo allá, los africanos están muriendo en el mar. La principal solución de la que todos podemos participar es llevar estos temas a otros países, hablar y crear conciencia pues estas personas lo que buscan es sobrevivir y tener una vida mejor.

Aquí es donde nos podemos ayudar de todas las nuevas tecnologías para dar a conocer lo que está pasando, así como las Patronas se informaron para saber hasta qué punto podían ayudar sin cometer algo ilícito, también nosotros podemos informarnos sobre estos problemas y lo que están haciendo los gobiernos y si de verdad está ayudando o por el contrario, está perjudicando. Una vez que conozcamos todo esto, es nuestro turno de difundir esta información y crear conciencia de esta iniciativa, que ha generado un gran impacto.

Otro cambio muy importante que se debe hacer es que el gobierno de verdad asuma su responsabilidad y se llegue a acuerdos de trabajo entre los países. Como dice Norma Romero en otra entrevista para el periódico Diagonal (2014) reforzar fronteras no es la mejor solución, así como a un niño cuando le prohíbes tomar algo y busca cualquier manera de tomarlo, así también los migrantes van a buscar la manera de pasar. Lo único que están logrando al reforzar más las fronteras es que haya más personas expuestas, más muertos y más violaciones de derechos.

Si se está viendo que todo este problema viene desde la necesidad de una vida mejor que están llenado a buscar a otro país es porque los gobiernos de cada uno de sus países de origen no les están dando esas oportunidades a todos y al contrario, se las está quitando. Por ejemplo el caso de aquí mismo en Veracruz, le están quitando valor a la caña de azúcar

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