Pena De Muerte

Introducción

El uso de muerte como castigo se remota a los principios de la historia. Existe evidencia de prácticas tribales primitivas y registros históricos que indican que la pena de muerte ha sido parte de sistemas penales desde el inicio de la existencia. Se utiliza tanto para castigar como para suprimir el desacuerdo político. Actualmente este acto ha sido abolida y penalizada en 97 países para todos los delitos, 8 solo para delitos comunes y 35 que aun la ejercen. En Chile la pena de muerte fue derogada en 2001 por la Ley Nº 19.734, en la cual se modifico la pena de muerte por presidio perpetuo calificado.

Este tema es muy controvertido dado que el tema en cuestión es la vida de un ser humano. Las posturas que se toman con respecto a esta disyuntiva se diferencian principalmente entre quienes la avalan y quienes la repudian. No obstante, es importante mantener la altura de miras y dirigirse hacia lo que es mejor para la sociedad en general, por lo que cabe preguntarse ¿Se beneficia realmente la sociedad con una medida como esta? ¿Puede la sociedad decidir sobre la vida de una persona? Son interrogantes que se desarrollarán a lo largo de este ensayo.

Argumentos

1.-La falta competencia de los jueces para dirimir si alguien es culpable o no.

En Estados Unidos el número de casos de personas que han sido condenadas a pena de muerte y que posteriormente han sido exoneradas es de más de 140 en los últimos 40 años según Amnistía. Por lo que es razonable pensar ¿realmente han sido exoneradas todas las personas inocentes? Por otro lado, también deja a entrever que el juez que dictó la pena de muerte como sanción, estaba equivocado. Cuando se condena a alguien con esta pena se asume la infalibilidad de los jueces ya que de lo contrario se estaría asesinando a alguien inocente. Para el caso de la pena de muerte no existe vuelta atrás como en otro tipo de penas. Por tanto, no se debería poder aplicar la pena de muerte dada esta posible incompetencia.

A pesar de lo anteriormente mencionado, se puede pensar que basándonos en un criterio más utilitarista, la cantidad de vidas que se salvan a través de la aplicación de esta pena, ya sea como medida disuasoria o como incapacidad de alguien en reincidir, es mayor a la cantidad de vidas que se pierden por errores en el sistema judicial. Sin embargo, partiendo de la idea de que esta afirmación no tiene datos concretos que la avalen, también cabe decir que no podemos juzgar la vida uno u de otro en término cuantitativos, la vida de una persona es incomparable con la vida de otro, por lo que no es posible juzgar esta drástica sanción, en términos de hacer un suma y resta de las vidas inocentes que se salvan y las que se pierden.

2.-La aplicación de la pena de muerte no sirve como disuasivo para la delincuencia

Datos de distintas partes del mundo han demostrado que la pena de muerte no frena por sí sola la ejecución de delitos. En varios países donde se abolió la pena de muerte no existió una disminución de la delincuencia en ausencia de la pena de muerte. Un caso que ejemplifica lo anterior es Estados Unidos, en este país la media de asesinatos en el año 2004 en aquellos estados donde existe la pena de muerte era de 5,71 por 100.000 habitantes, mientras que, en estados libres de la pena capital, este porcentaje era tan sólo de 4,02 por 100.000 habitantes.

Este es uno de tantos países que clarifican con cifras tangibles que la pena de muerte no asegura una disminución en la delincuencia. En un estudio hecho por la Universidad Northwestern de Chicago, se consultaron a 79 expertos en criminología de la Sociedad Estadounidense de Criminología, de los cuales aproximadamente el 88% respondió que la pena de muerte no es disuasoria.

A pesar de esto, una posible interpretación a la no disminución de los delitos es que aquellas personas que antes cometían homicidios con robo por ejemplo, ahora en lugar de asesinar a la persona consideraban la posible condena y solo realizaban el robo, por lo que en cuanto a cantidad de delitos se mantiene constante, pero se logró disuadir al sujeto de asesinar a esa persona inocente. No obstante, no existen datos que soporten estas afirmaciones, y además el hecho de que pudiese causar ese efecto no indica necesariamente que es la mejor alternativa para disuadir a los delincuentes, una opción distinta que podría causar un efecto similar es la cadena perpetua efectiva.

3.-La aplicación de la pena de muerte atenta contra los derechos humanos.

El derecho a la vida de todo ser humano es reconocido a nivel mundial y es la base de múltiples constituciones que reconocen

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