Peronismo Y kirchnerismo
Enviado por lagimagen • 30 de Junio de 2013 • 4.561 Palabras (19 Páginas) • 285 Visitas
Tres referencias para un diagnóstico del kirchnerismo
Nos encontremos con militantes de la izquierda más aguerrida que decían en 2004: “Kirchner es igual a Menem” y años después visten trajes de funcionarios oficialistas
Sin lugar a dudas el kirchnerismo es un fenómeno político original, difícil de valorar desde definiciones políticas muy cuadradas. Peor aún, estas definiciones son tan frágiles que puede ocurrir que las cabezas de cubo den una vuelta completa y nos encontremos con historias de militantes de la izquierda más aguerrida que nos decían en 2004 que “Kirchner es igual a Menem” y años después visten trajes de funcionarios oficialistas.
Para quienes intentamos caracterizar con un poco mas de precisión es necesario reconocer que el gobierno ejecutaba y ejecuta algunos gestos y medidas progresistas. Y que estos gestos y medidas progresistas inciden en el debate político popular.
Hay menos acuerdo cuando se trato de precisar el origen de esas medidas y allí las interpretaciones se bifurcaron entre quienes sostuvieron que fueron producto de un gobierno con vocación progresista limitado por los corsets que imponen las corporaciones y los bastiones políticos del poder reaccionario, y por otro lado quienes hemos sostenido que fueron producto de una búsqueda de recuperar consensos políticos de una institucionalidad fuertemente golpeada por las luchas populares que eclosionaron en diciembre de 2001.
En otras palabras la discusión fue si trataba de un gobierno progre, pero limitado, o si se trataba de un gobierno bombero.
Esta discusión esta puesta en términos pasados y esto no es una ocurrencia gramatical. Pasados seis años, el kirchnerismo empieza a explicarse menos por los condicionantes progresistas o reaccionarios que encontró en el momento de asumir, y mucho mas por la naturaleza de su proyecto político. En otras palabras se revela insuficiente explicar al kirchnerismo como los que quieren pero no pueden, o como los que vinieron a apagar el incendio.
Pensando en la naturaleza del proyecto kirchnerista se me ocurren tres definiciones que apelan a referencias históricas:
- Es un peronismo al revés
- Es un PRI argentino.
- Es un vandorismo aggiornado.
Cada una de estas definiciones apunta a un rasgo distintivo del kirchnerismo, por lo tanto trato de desarrollarlas por separado.
1- El peronismo al revés
Cuando menciono al peronismo me limito a hablar del período 45-55, a lo que se suele denominar como primer peronismo.
El kirchnerismo tiene rasgos parecidos al peronismo del 45 en tanto ambos fueron precedidos por grandes movilizaciones populares con epicentro en Buenos Aires, gobernaron en un periodo con condiciones favorables para el crecimiento económico, tuvieron un lenguaje de apelación a sentimientos populares y antiimperialistas, y tuvieron una gran preocupación por subordinar las organizaciones populares al gobierno y al Estado.
Estos rasgos son insuficientes para sostener un paralelismo o una continuidad entre los dos proyectos. Sin duda el peronismo del 45 fue un gobierno popular; es mucho más difícil decir lo mismo del kirchnerismo. Sin embargo de alguna forma puede decirse que el kirchnerismo es un peronismo al revés.
1-1 Una estructura diferente
El antecedente del kirchnerismo son las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, el del primer peronismo el 17 de octubre de 1945. En los dos casos estas grandes movilizaciones generaron grandes temores en el conjunto de las clases propietarias y fueron capitalizadas por vía electoral, por una fracción desplazada de esas clases (en el caso del peronismo por el ejército y la incipiente burguesía industrial).
Sin embargo la caracterización de clases propietarias no es un sinónimo de clases dominantes. La incipiente burguesía industrial y nacional representada por Miranda, no era parte de las clases dominantes de su tiempo. Su producción estaba ligada al mercado interno y por lo tanto por motivos políticos y económicos establece una relación con la clase trabajadora que modela un proyecto de país que favorece la distribución de la riqueza (no solo de los ingresos) y promueve el pleno empleo.
La burguesía “productiva” con un fuerte sesgo exportador, en que se apoya el proyecto kirchnerista era una clase dominante, aunque estaba desplazada en tiempos de la convertibilidad por la burguesía financiera (o mejor dicho las inversiones financieras eran mas rentables que las “productivas”) pero está fuertemente concentrada (es decir tiene inversiones diversificadas) y ha dejado de ser nacional para convertirse en local (es decir, es [depende de] multinacional con intereses locales).
En términos económicos esta burguesía exportadora contempla a la clase trabajadora, mas en términos de costo laboral que de potenciales consumidores, por lo tanto no esta dispuesta a hacer concesiones salariales o a fortalecer el empleo.
El gobierno, justo es decirlo, denomina al modelo vigente “proyecto argentino” y no “proyecto nacional”.
El Modelo Productivo
El modelo productivo del primer peronismo era un modelo de desarrollo industrial apuntado al mercado interno, con gran injerencia del Estado (control del mercado externo, fortalecimiento de empresas estatales).
Para hacerlo posible se capturaba ingresos de la exportación de bienes primarios. En ese modelo el trabajador industrial asumía el carácter de proveedor de mano de obra y consumidor, lo que suponía pleno empleo, sueldos relativamente altos, lo que daba un marco favorable para que esos trabajadores se pusieran como sujetos.
Este modelo que empieza a desarrollarse por necesidad durante la segunda guerra con la sustitución de importaciones y por convicción política por el primer peronismo y las fuerzas sociales que lo sustentaban, fue defendido por el sujeto clase trabajadora industrial, durante mas de veinte años, hasta que fue quebrado definitivamente por el golpe militar del 76.
El modelo productivo que impulsa la dictadura se va instalando en etapas que acompañan los posteriores gobiernos democráticos: endeudamiento del Estado y liquidación de la estructura industrial dirigida al mercado interno, desguace del Estado, proyecto extractivo exportador que convalida el pago de la Deuda Externa y centra su actividad en el saqueo de los bienes naturales.
El kirchnerismo no inventó esta
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