Plan Chamba Juvenil: "Pan para hoy, hambre para mañana"

Plan Chamba Juvenil: "Pan para hoy, hambre para mañana" 

El régimen y su costumbre de emplear un lenguaje amarillista; más que el nombre de un proyecto social parece un titular del diario 2001.   

El primer requisito de inscripción para el Plan Chamba Juvenil es poseer un carnet de la patria, éste es excluyente desde el principio y sólo busca expandir la mediocridad que ha inculcado en algunos al hacer creer que cantidad es mejor que calidad. En vez de echar al azar a miles de jóvenes inexpertos que nunca han desarrollado las habilidades competentes en el sector bancario, por ejemplo, que ahí es donde irán a parar 20.000 de ellos, deberían preocuparse más por invertir en la educación, pero una de calidad, no en donde te gradúes de medicina en 3 años. Un gobierno eficiente invertiría gran parte de su presupuesto nacional en la educación y no en armamento militar; pues está demostrado que la educación forma mejores ciudadanos capaces de hacer progresar a una nación, dado que con una educación de calidad egresarían personas competentes y con la aptitud necesaria para desempeñar un buen papel en el ámbito laboral del país, y a su vez fortalecería al mismo. En resumidas cuentas, un gobierno que desde las bases crea un buen sistema educativo no debería preocuparse en que sus jóvenes estén desempleados y se evitaría la vergüenza de crear un plan "salvavidas" como este.  

Dicen tener una meta mínima de 200.000 jóvenes incorporados, y que 20.000 de ellos irán a la GNB y otros 21.000 a la PNB; esto suena más a un plan de reclutamiento militar que a otra cosa. Hay algo igual de alarmante, y es que en ningún lado se puede encontrar la información o la estructura organizativa de a cuáles empresas serán enviados los jóvenes restantes, y preocupa mucho que sólo vayan a las empresas del estado para seguir creando nominas fantasmas.  

Este régimen se ha caracterizado en adornar las cosas, influenciar a los de mente más débil y hacerles creer algo que no es, pilar fundamental de un gobierno oclocrata. Y a esto me refiero con lo de "Pan para y hambre para mañana", pues en el Plan Chamba Juvenil no existe una visión a futuro, sólo metas a corto plazo, simplemente busca saciar el descontento y el hambre del momento con unos trabajitos, jóvenes que solo obtendrán un trabajo temporal muy a lo "Españolete", que no tendrán una estabilidad laboral y cuyas vidas no se verán resueltas sólo por trabajar de recreadores por un par de meses.  

El trasfondo de este plan me resulta muy similar al caso de la deserción universitaria de los asignados por la OPSU, organismo que desde hace más de dos años le robó a los consejos universitarios el poder de selección sobre los alumnos que ingresan. Hay una cifra alarmante que demuestra que la mitad de los asignados no se inscribe, y en los que si, se produce un alto nivel de deserción, pues el sistema de asignación de la OPSU se suele basar en otros aspectos, como el socioeconómico por ejemplo, y no en el mérito académico que otorgaría una prueba de admisión. Por consecuencia, la mayoría de jóvenes que envían a las universidades no están bien preparados y no suelen superar la difícil tarea que es mantener un buen promedio académico. De 1803 estudiantes que fueron asignados, sólo 108 lograron el título, es decir, el 5%. La moraleja de esta anécdota: el chavismo tiene muchos antecedentes sobre como sus planes de querer imponer la cantidad sobre la calidad han fracasado, y no hay que ser adivino para saber que este "plan chimbo" es otro de ellos y se unirá a la lista de fracasos.  

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