Pobreza en México, ¿Qué tan real es?

Ensayo:

Pobreza en México, ¿Qué tan real es?

QUERÉTARO, QRO A 9 DE FEBRERO DE 2016

Introducción.

Pobreza. Carencia. Privación. Todas estas palabras engloban una situación donde un cierto sector de la población vive en la indigencia. Sin embargo es más que eso, la pobreza es una realidad económica, política, social y cultural. En nuestro país más del 45% de la población padece de algún nivel de pobreza, esto según cifras oficiales del CONEVAL. Pero eso es solo una cifra, para comprender este fenómeno es necesario analizar a detalle los factores que han propiciado esta situación, y hay que hacerlo desde varios enfoques. Ya que esta es una problemática multidimensional, la única manera de llegar a comprenderla en su totalidad es abordándola desde varios puntos de vista.

Cuando se habla de México, se habla de un país de grandes contrastes, desde los desiertos en el estado de Sonora hasta las selvas húmedas de Chiapas. De la misma manera, cuando hablamos de economía, estas diferencias se hacen patente en cada región, ya que si bien el bajío mexicano presenta un desarrollo sostenido, hacia el sur del país existe un gran rezago económico. De manera local, si damos una mirada de cerca entre un lugar como Santa Fe y otro como San Mateo, estas diferencias son aplastantes. Pero a qué se debe esto. ¿Por qué existen lugares llenos de riqueza y lujo, con caros desarrollo inmobiliarios y centros comerciales de primer nivel, al mismo tiempo que hay otros lugares donde la insalubridad, el hacinamiento y la carencia de servicios públicos son el pan de cada día?, ¿Cómo es posible que estas dos realidades coexistan?

Para empezar, los indicadores económicos como el PIB nos dicen que hay más ingresos para el país, según datos del Banco Mundial. Al mismo tiempo el número de pobres ha aumentado por más de 2 millones tan solo del 2012 al 2014. Esto quiere decir que pese a ser un país con ingresos medios, México sufre de una gran desigualdad salarial, lo que se refleja en la disminución del ingreso familiar. Si habláramos de paradojas, entonces hay abundancia de dinero, y escases de trabajos bien pagados. Pero, ¿a qué obedece esta situación?

En teoría la Ley Federal del Trabajo y la Constitución establecen que el salario mínimo es una cantidad que debe garantizar la subsistencia digna de los trabajadores, sin embargo del 2012 al 2014, según el INEGI, los ingresos familiares cayeron un 3.5%. Esto no implica la disminución en el precio de la canasta básica. Por el contrario, la incapacidad para satisfacer las necesidades primarias aumenta, y con ello el número de personas vulnerables a padecer pobreza se incrementa. Todo gracias al efecto de la inflación. Entonces, ¿por qué no hay estrategias eficaces que combatan esta situación?, ¿Por qué se permite el crecimiento sin control de este problema?

Si bien es cierto que existen organizaciones como el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), el alcance de sus actividades no son suficientes o no son aprovechados. Aun cuando se reúnen especialistas para crear evaluaciones e indicadores sobre la pobreza, lo cierto es que poco se hace para encauzar y aplicar recursos en la aplicación de una solución.

Para ejemplificar lo anterior solo hace falta visitar a una colonia cualquiera del país, ya que en México casi el 5% de la fuerza laboral se encuentra desempleada y el resto percibe sueldo bajos y pocas garantías. En un día común la señora Leticia Gómez, viuda de 62 años, inicia su día con la medicación para su diabetes. La cual recibe gracias a su afiliación al seguro popular, claro, si es que la han surtido en la clínica que le corresponde. En caso contrario, procede a realizar la limpieza de su pequeña residencia, herencia de su marido. Sus ingresos consisten en la recolección de objetos y prendas de vestir que sus vecinos desechan y que ella posteriormente vende en un tianguis dos días a la semana, menos la cuota que le cobran por el uso del espacio. En sus mejores días compra botanas a granel y las vende a los niños de la colonia. Si bien es cierto que subsiste y cuenta con una vivienda, la señora Leticia padece de pobreza, y es vulnerable de caer en pobreza extrema.

Volviendo a la definición de pobreza, podemos afirmar que en la actualidad la señora Leticia no cuenta con seguridad social, su acceso a los servicios de salud es errático y padece de rezago educativo. No está capacitada para realizar cualquier tipo de actividad que requiera algo más complicado que leer. Otro factor que se añade a su desventaja es su propia familia. Si bien cuenta con cinco hijos mayores en edad productiva, la realidad es que no contribuyen de manera significativa. Por el contrario, en numerosas ocasiones toman parte de sus magros recursos para solventar sus propios problemas económicos. Esto deja a la madre sin la oportunidad de destinar recursos a una cuenta de ahorros o dar mantenimiento a su hogar, el que decae día con día.

A largo plazo, sin importar que tan eficiente trate de ser la señora Leticia, la escasez de sus recursos se volverá insostenible, haciéndola caer en una situación de pobreza extrema. Es un círculo vicioso donde la falta de recursos provoca la incapacidad de atender su salud, lo que a su vez dificultará su capacidad de trabajar y su poder adquisitivo se desplomará. Sin el ingreso de su trabajo informal, pensión o ahorros, le resultará imposible solventar los impuestos de su hogar y los de alimentación.

Ahora bien, esta

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