Poder y cultura

Juan Carvajal González.

Poder y cultura.

     A lo largo de la evolución del ser humano han ido apareciendo y desarrollándose ciertos aspectos, como su organización social, sus métodos de comunicación y su expresión cultural. Todos estos, al ser parte de un todo, se relacionan entre sí. Por esto, a pesar de que pueda parecer evidente para algunos, la motivación del siguiente escrito es dar una idea de cómo el poder (económico, político y militar, o, más generalizado, el bélico) está estrechamente relacionado con la cultura, y más allá de esto, la identidad cultural, cuya expresión máxima, es la poesía.

     Inicialmente es necesario mencionar, en palabras de Jorge Zalamea, que “en poesía no hay pueblos subdesarrollados”. Esta tesis está bien argumentada en su obra “Poesía ignorada y olvidada”, y más allá de decirnos que toda expresión poética del hombre, sin importar su procedencia y poder, tiene el mismo valor, nos dice que cada cosmología y cultura tiene está en el mismo nivel. Esto, para desligar el “valor de una cultura”, de su propagación e influencia en sociedades lejanas a las de sus raíces.

     Para cumplir el propósito, podría basarme en ejemplos que abundan en nuestra historia, que por cierto, nos es contada desde la perspectiva de la sociedad más poderosa, en caso de ser de una fuente de primera mano, porque como dice el dicho popular “quien gana es quien cuenta su historia”. Uno de estos es la invasión, predominio y  permanencia de la religión cristiana en latinoamerica, y la conversión de la población nativa al cristianismo en la invasión europea de América, a veces llamada “descubrimiento”. Sin embargo, tomar un caso actual y familiar para la mayoría, por no decir todos, nos ahorra la necesidad de contextualizar y ofrecer bibliografía, respaldo y garantes adicionales.

     Sin más preámbulo, entramos a hablar un poco de aquello conocido como “Imperialismo informal”, o neocolonialismo. Se habla de imperialismo informal cuando una sociedad ejerce presión sobre las decisiones e identidad de otras por la dependencia en lo económico o político que pueda tener la segunda en la primera mencionada. Veamos un ejemplo simple, en el que un país no produce la suficiente ropa para suplir las necesidades de toda su población, ya que no tiene las industrias textiles suficientes, esto, lo obliga a importar ropa de tipo diferente a la de su tradición, además de que va a tener que pagar de más, y tendrá menos dinero para crear más fábricas, y lo que es peor, tendrá menos para innovar. De no ser por esto, quizá veríamos, en Medellín a mucha gente con poncho en un día frío diferente a nuestros abuelos.

     En la educación y formación de las personas también podemos notar esto, ya que, en búsqueda de posibilidades de investigación y oportunidades de estudio en países que son potencias, muchas escuelas y universidades ajustan sus programas a modelos académicos ajenos y enseñan, en el caso de las escuelas, por ejemplo, el idioma, las costumbres y hábitos, y la historia del país del modelo con mucha más profundidad e intensidad horaria que la que le dedican al fomento de la cultura, tradición e historia locales. Esta es una de las más invasivas formas en las que el poder determina la cultura que más prevalece, ya que además de cambiar costumbres genera patriotismo por las potencias, como Alemania.

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