Posconflicto y Reconciliación

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales

Posconflicto y Reconciliación

Por: Olga Sofía Camacho Solano

¿Existe situación de transición en EEUU con la movilización #BLM?

La movilización BLM es un movimiento afrodescendiente que se ha venido desenvolviendo desde el 2013 a causa del racismo, la exclusión y la impunidad que la comunidad blanca ha tenido por la muerte y la discriminación de varios afrodescendientes como Trayvon Martin, Nicholas Thomas, Goerge Floyd, entre otros. Varias de sus estrategias de visibilización y movilización han sido a través de las redes sociales al igual que masivas protestas alrededor de Estados Unidos, la más reciente ha sido la desempeñada en mayo del 2020 que inicio con manifestaciones pacíficas que terminaron volviéndose revoltosas y violentas debido a las reacciones que tomaron los departamentos policiales e inclusive las mismas fuerzas gubernamentales. Debido a esto, se puede argumentar que el movimiento actual BLM en EEUU no puede ser considerado como una transición.

En primer lugar, una característica de las transiciones son los esfuerzos estatales o iniciativas gubernamentales para reconciliar las situaciones del pasado y hacer justicia, entre ellas Barahona se refiere a diferentes procesos judiciales como: juicios, amnistías, comisiones de investigación, u otras formas de justicias especiales que en lo posible reconozcan a las víctimas y busquen generar algún tipo de reparación. No obstante, dentro de este movimiento no han existido propuestas ni implementaciones de justicias especiales, donde se enjuicie de forma extraoficial a los policías responsables de las vidas de estos ciudadanos, por el contrario ha sido un proceso judicial dentro de la justicia ordinaria.

Así mismo como se mencionó anteriormente, durante una transición se espera que haya procesos de reparación a las víctimas y preservación de la memoria hacia las víctimas. En consecuencia, es necesaria una política de memoria donde las sociedad reelaboren su pasado desde ámbitos culturales. En el caso de la movilización BLM, no se han dado estas políticas de memoria y los intentos de construirla han sido rápidamente criticados por el mismo presidente Trump, quien critico al alcalde Bill Balasio por no solo recortar el presupuesto del departamento policial, sino que también consideró como un signo de odio la idea del alcalde de pintar en un mural la palabra “Black Lives Matter” en la quinta avenida de Nueva York, ya que esta solo iba a denigrar la elegancia de dicha avenida. Estas razones y la sistematizada negligencia que el gobierno ha tomado sobre el asunto del racismo y la violencia policial, han impedido que se genere una verdadera transición.

Por otro lado, dentro de las transiciones se busca definir qué es lo que se quiere reorientar y de esta manera negociar y tomar medidas para lograr ese cambio. En este caso, es clara la reorientación que tiene el movimiento con respecto a reformar la institución policial y en la situación más extrema desmantelar las fuerzas policiales para así prevenir futuros abusos. No obstante, las acciones gubernamentales han sido criticadas por ser insuficientes y no cumplir verdaderamente con lo que las victimas están solicitando. Una de ellas ha sido la orden ejecutiva que introduce varias reformas al sistema policial, como la de ofrecer subvenciones federales para mejorar las practicas policiales, agregar trabajadores sociales junto con los policías para el trato de casos no violentos, la creación de una base de datos para llevar un registro de los abusos, entre otros. A pesar de que son medidas que buscan pacificar las masas y generar un consenso, ninguna de estas medidas son percibidas como lo suficientemente radicales para generar el cambio y  por lo contrario siguen dejando muchos huecos abiertos en la autonomía y acción que tienen las instituciones policiales.

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